El Gobierno no descarta restricciones en el abastecimiento doméstico de agua si persiste la sequía

Los ecologistas apuestan por implantar temporalmente precios diferentes en función de la climatología para favorecer el ahorro
Por EROSKI Consumer 29 de diciembre de 2005

El Gobierno podría restringir el abastecimiento de agua a poblaciones si la grave sequía del año hidrológico 2004-2005 (de octubre a octubre, que fue el más seco en 125 años) se prolonga en los próximos meses, como sugieren las pesimistas previsiones de lluvias, según dijo ayer el director general del Agua, Jaime Palop, quien reconoció la importancia de las precipitaciones de primavera, pero aclaró que, incluso aunque se produzcan, «ya estamos en un año seco».

Palop reiteró su preocupación del día anterior ante el comienzo de un segundo año de sequía: «Si este año es más seco que el anterior, se va a dar una circunstancia única en la historia de la sequía en España; y es que a un año extremadamente seco le seguiría otro aún más». Ante ese panorama, remachó, «ya no es un problema de regadío, ni siquiera de medio ambiente. De seguir esta falta de precipitaciones y de agua circulante por los ríos, podemos llegar a situaciones de que tengamos que empezar a imponer restricciones en los abastecimientos a las poblaciones».

El descenso del agua embalsada, que en la última semana ha caído 123 hectómetros cúbicos (un 0,5% menos que la anterior y un 0,23% menos respecto a la capacidad total de las presas) dejando la reserva hidráulica al 45,3%, ha vuelto a encender las alarmas. Se trata de la primera disminución en dos meses y medio, desde que las lluvias permitieron a mediados de octubre una leve pero sostenida subida de los recursos hídricos almacenados.

Palop habló el martes de «debacle del trimestre de octubre a diciembre», el primero de este nuevo año hidrológico 2005-2006. Y no dudó en comparar los riesgos de la actual sequía con las de los años 80 y 90, que dieron lugar a recortes de abastecimiento. De hecho, en el invierno de 1995 había diez millones de españoles (uno de cada cuatro) con restricciones de agua.

Desde Medio Ambiente, la posición ante eventuales medidas restrictivas por culpa de la sequía ya fue avanzada hace varias semanas en el Senado por la ministra Cristina Narbona, quien subrayó su intención de que no afecten al consumo humano, sino a usos «suntuarios» como el riego de jardines o de campos de golf. El Ministerio emprendió en febrero diversas obras para mitigar los efectos de la falta de lluvias, pero, como declaró ayer Palop, insiste en que la mejor alternativa es «seguir ahorrando agua».

Críticas ecologistas

Desde el ámbito ecologista, las críticas a la administración hidráulica son severas, con reproches por seguir una política «irresponsable, populista e imprevisora» que cede ante cualquier demanda de agua y no pone el énfasis en rebajar el consumo. Ecologistas en Acción viene advirtiendo del riesgo de «gastar casi sobre la marcha» los recursos que llegan a los embalses, lo que les impide cumplir su función clave: almacenar agua para los «periodos de sequía, que en nuestro país suelen durar entre tres y cinco años».

También la Fundación Ecología y Desarrollo lamenta que los desequilibrios entre oferta y demanda de agua se intenten corregir siempre por el lado de la primera, en vez de mejorar la eficiencia en su uso. A su juicio, harían falta medidas de choque, como implantar temporalmente precios diferentes en función de la climatología, colocar nuevos contadores para un seguimiento continuo de los consumos, exigir dispositivos ahorradores en los nuevos edificios, potenciar el uso de fuentes alternativas de abastecimiento y realizar campañas educativas tanto en plena sequía como cuando no la hay.

Consejos para ahorrar

Aunque el hogar no es el mayor consumidor de agua en España (12%, por encima del 9% de la industria, pero muy por debajo del 79% de la agricultura), su contribución al ahorro en tiempos de sequía es fundamental. Y no son necesarios grandes esfuerzos.

Un modo sencillo de gastar menos agua es cerrando un poco la llave general para reducir el caudal. También es conveniente asegurarse de que los grifos estén bien cerrados. Asimismo, se puede ahorrar mucha agua colocando difusores en los grifos, reparando los que gotean o usando sistemas monomando.

El baño, por su parte, es responsable del 65%-70% del consumo hogareño y, por tanto, el lugar clave para el ahorro. Cerrar el grifo mientras nos lavamos los dientes evita la pérdida de 10 a 20 litros; poner el tapón en el lavabo, otros 10. Pero lo más eficaz (100-150 litros menos de consumo) es ducharse en vez de bañarse, ya que cada baño se lleva 300 litros; el ahorro es tanto mayor si cerramos el agua mientras nos enjabonamos.

Otros consejos para no «tirar» el agua son colocar una cisterna con doble pulsador o, en su defecto, introducir una botella en su interior que reduzca su capacidad real; y poner siempre la lavadora llena para no multiplicar innecesariamente el número de lavados, así como el lavavajillas.

Para aquellos que tengan jardín, no está de más recordarles que los sistemas más eficientes son los automáticos por goteo. Hay que tener en cuenta también que el preciado líquido se aprovecha mejor regando al anochecer o al amanecer, cuando la temperatura es más baja y no hay evaporación.

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