Fracasa el primer intento de clonar al bucardo, un animal extinguido en España

Los científicos, no obstante, se muestran esperanzados porque consiguieron dos gestaciones simultáneas
Por EROSKI Consumer 7 de julio de 2003

El primer intento de clonar a un animal extinguido en España ha resultado un fracaso. La recuperación del bucardo, que es una subespecie de cabra pirenaica, de momento tendrá que esperar. Sin embargo, los científicos implicados en el proyecto se muestran esperanzados en que finalmente lo lograrán, porque consiguieron dos gestaciones simultáneas que se prolongaron durante dos meses.

El científico José Folch, director del proyecto y jefe de la Unidad de Tecnología en Producción Animal del Servicio de Investigación Agroalimentaria (SIA) de Aragón, explicó que la consecución del embarazo y su permanencia durante dos meses suponen un «importantísimo» avance.

Según explicó este científico, sólo entre el 1% y el 3% de las gestaciones concluyen con el nacimiento de un animal clonado vivo. El experto se mostró convencido por ello de la viabilidad de recuperar la especie, cuyo último ejemplar, una hembra, falleció en el Pirineo aragonés hace tres años.

Tres equipos de científicos -dos españoles y uno francés-, coordinados por el Servicio de Investigación Agroalimentaria del Gobierno de Aragón y el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), intervienen en el proyecto. Como receptoras de los embriones clonados se utilizaron cabras montesas adultas procedentes de la reserva nacional de los puertos de Tortosa y Beceite, y cabras cruzadas (montesas-domésticas).

En total se reconstruyeron 285 embriones de bucardo, de los que se llegaron a transferir 54 a un total de doce cabras, pero sólo dos de ellas mantuvieron la gestación durante cerca de dos meses, hasta el pasado mes de enero. Pasado ese tiempo, los dos embarazos se interrumpieron de manera espontánea.

El resto de las transferencias de embriones clonados de bucardos a cabras se habían diagnosticado como negativos, aunque el equipo optó por no realizar diagnósticos de gestación tempranos en la mayoría de los animales para evitar abortos por estrés o traumáticos. «El material genético existente -concluyó Folch- es el apropiado para pensar en la recuperación de la subespecie».

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