Entrevista

Héctor García, portavoz de AMA

En el fondo, el cambio climático es un síntoma de que esta sociedad no funciona bien
Por Alex Fernández Muerza 16 de mayo de 2014
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Imagen: AMA

El IPCC, el grupo de científicos de Naciones Unidas que analiza el cambio climático, subrayaba en su más reciente informe que este problema ambiental ya no puede esperar más si queremos evitar sus consecuencias catastróficas. Los ciudadanos podemos hacer mucho más de lo que creemos, como destaca Héctor García, portavoz de la Asociación por el Medio Ambiente y contra el Cambio Climático (AMA). Esta iniciativa plantea la movilización de los ciudadanos para asumir pautas sostenibles en cuestiones clave como el transporte, la energía, la vivienda o la alimentación que no solo reduzcan el calentamiento global, sino que mejoren el medio ambiente y la calidad de vida de todos.

¿Qué opina de las afirmaciones del último informe del IPCC?

Deberían debatirse casi a diario en todos los medios por sus enormes implicaciones económicas, políticas y sociales. Destacaría el esfuerzo por precisar cuánto dióxido de carbono (CO2) podemos emitir con un incremento de las temperaturas inferior a 2 ºC. Señala que las emisiones de CO2 acumuladas de origen antropógeno han de permanecer entre 0 y alrededor de 3.670 gigatoneladas de CO2 (GtCO2). Al ritmo actual de 50 GtCO2 anuales, alcanzaremos el límite en 30 años. Sabemos, con un 95% de probabilidad, que el aumento de la temperatura de hoy en día se debe al CO2 emitido por el ser humano y que implicará cambios en el clima. Cuáles serán esos cambios es todavía algo en discusión, que cada informe define con mayor precisión.

Luchar contra el cambio climático tiene consecuencias beneficiosas para el medio ambiente y la economía. ¿Podría destacar las principales?

“Estamos a tiempo de evitar que la temperatura ascienda por encima de los 2 ºC”
Desprendernos de las emisiones de CO2 implica solucionar una multitud de problemas ambientales: calidad del aire en las ciudades, contaminación por la producción y transporte de combustibles fósiles (“fracking” y mareas negras), protección del Ártico, etc. Cambiar de modelo energético, adecuar el parque de edificios a más eficientes energéticamente, supondría un gran impulso a la economía. Asimismo, capturar el CO2 ya emitido implica reforestar grandes áreas de bosque desaparecidas, y daría un respiro esencial a la biodiversidad.

¿Estamos a tiempo de evitar las consecuencias catastróficas del cambio climático?

Estamos a tiempo de evitar que la temperatura ascienda por encima de los 2 ºC, el límite marcado por los científicos para asegurar que podremos adaptarnos a los cambios que ya implica. Para conseguirlo hay poco margen de maniobra: ya se considera imposible adoptar las medidas necesarias para mantenernos por debajo de 1,5 ºC. Asimismo, hay un amplio consenso en la necesidad de reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en un mínimo de un 40% para 2050 y alcanzar unas emisiones cercanas a cero en 2100. Como se reseñó en la rueda de prensa del IPCC, cuanto más tardemos, necesitaremos tecnologías más arriesgadas y más caras. Se puede alcanzar el mismo objetivo con medidas que no implican más que una reducción en el crecimiento del consumo mundial inferior al 4%.

¿Qué tipo de medidas serían necesarias?

Por ejemplo, el petróleo se consume esencialmente en el transporte, un sector que provoca el 14% de las emisiones de CO2. Un 30% de esas emisiones, casi un 5% de las globales, se producen por vehículos privados en recorridos urbanos. Podemos implementar un vehículo de emisiones cero, con el tiempo y coste de las infraestructuras necesarias, o utilizar el transporte público o la bicicleta, el mejor medio para estos recorridos. Solo depende de nosotros como ciudadanos. ¡Imagínese las consecuencias de un mundo con un 30% menos de consumo de petróleo!

Las emisiones de GEI se han acelerado en los últimos años. ¿Ha decaído el interés social por el cambio climático?

“Se echa de menos un Ministerio de Cambio Climático, al igual que en otros países, para descarbonizar la economía”
Se han realizado grandes avances en el aumento de la eficiencia energética, pero su impacto se ha compensado por el aumento de la población y del consumo por persona, sobre todo en los países en desarrollo. Nuestro planeta es finito y en la actualidad el ser humano consume 1,5 veces lo que la tierra genera, a pesar de que el consumo por persona en los países en desarrollo es todavía muy inferior al de los países desarrollados. A partir de aquí, las medidas necesarias implican cambios en las conductas como consumidores, y a este nivel no hay todavía un interés social real por el cambio climático. ¿Cuántos ciudadanos están dispuestos a renunciar al vehículo privado en la ciudad, a limitarse a consumir productos locales y reducir el consumo de proteínas animales o a tener una sola vivienda?

Los expertos dicen que España es uno de los países que más sufrirá las consecuencias del cambio climático. ¿Se hace lo suficiente para evitarlo?

No. El Protocolo de Kioto establecía para los países en desarrollo el objetivo de reducir las emisiones un 5% con respecto a 1990. Agrupados dentro de la UE, España podía aumentarlas hasta un 15%, que se compensarían con las reducciones de otros países de la UE. En 2007 nuestras emisiones habían crecido en un 49%. A partir de ese año disminuyeron hasta un 18,7% en 2012, debido principalmente a la crisis. En España se ha hundido el sector de las renovables (el 78% de las emisiones derivan del sector energético) y se impulsa el vehículo sobre el tren. Se echa de menos un Ministerio de Cambio Climático, al igual que en otros países, para descarbonizar la economía.

¿Qué puede llevar a cabo una asociación como la suya contra el cambio climático?

Además de comunicar a la sociedad el gran reto al que nos enfrentamos, contribuimos a construir un mundo sostenible, con proyectos propios o ajenos basados en una economía del bien común.

¿Qué medidas serían necesarias para luchar contra el cambio climático?

“El día en que las cumbres del cambio climático tengan la misma audiencia que una final de Champions, gran parte del problema estará resuelto”
Todos los modelos señalan la necesidad de un acuerdo internacional para no superar los 2 ºC, que todos los países inicien de inmediato medidas de mitigación, se fije un precio único global por el consumo de carbón y se liberalicen las tecnologías necesarias. Dentro de este acuerdo, las medidas fundamentales serían: cuadruplicar la producción de energía de origen renovable para 2050, desarrollar un marco adecuado para implementar tecnologías de captura de carbono en los procesos de producción de energía y reducir su demanda en los sectores de transporte y vivienda, mediante cambios de conducta en el consumo. En el fondo, el cambio climático es un síntoma de que esta sociedad no funciona bien. Para solucionar este y gran parte de los problemas ambientales y sociales actuales, hay que tomar medidas para conseguir una sociedad en equilibrio con la naturaleza y equitativa entre las personas.

¿Qué pueden hacer los ciudadanos?


  • Informarse y tomar conciencia del problema.

  • Vencer la cómoda impotencia de pensar que su pequeña contribución no sirve de nada. El día en que las cumbres del cambio climático tengan la misma audiencia que una final de Champions League o de la Superbowl, gran parte del problema (la parte política) estará resuelto.

  • Modificar hábitos y pautas de consumo para ser más sostenibles, eficientes y éticos. La receta podría ser: reducir en nuestros hogares el consumo de electricidad no proveniente de energías renovables, apoyando a las empresas que apuestan por su uso, si no podemos instalarlas de forma individual; disminuir nuestro consumo de petróleo, renunciando al vehículo privado; e introducir en nuestros criterios de consumo que los productos provengan de empresas locales y/o bajas en consumo de carbono.

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