Aunque Japón perdió todas las votaciones en el seno de la última reunión de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), que terminó el viernes en Ulsan (Corea del Sur), para ampliar la caza de ballenas, el país nipón ha anunciado que duplicará el número de capturas en el Antártico, según ha denunciado Greenpeace.
«El próximo mes de diciembre Japón planea cazar cerca de 1.000 ballenas, incluyendo el rorcual común, una especie amenazada», ha dicho la organización ecologista, que advierte además de que este país podría alcanzar una mayoría de votos el año que viene. «Los países que se unieron a la CBI el pasado viernes, y que votarán a favor de Japón (Camerún, Gambia, Nauru y Togo), no asistieron a la reunión, pero un miembro de la delegación japonesa declaró que el próximo año estos países participarán».
Greenpeace ha alertado también de que el Gobierno japonés «está tomando la CBI» y considera necesario actuar para evitarlo, ya que si el año que viene se retoma la caza comercial de ballenas «no será porque haya cambiado la opinión mundial, sino sólo porque ha variado la composición de la Comisión». En su opinión, los países contrarios a la caza deben «ir más allá de la retórica política» y dar «pasos concretos» para demostrar que se toman en serio el tema.
Por otro lado, la organización ha pedido a la CBI que comience a trabajar en otras amenazas a las ballenas, como las capturas accidentales en redes de pesca, la contaminación y los efectos del cambio climático.