
Los espacios naturales protegidos son cada vez más una alternativa al saturado turismo de “sol y playa”, en especial si se gestionan de forma sostenible. En este sentido, España tiene 36 de los 89 espacios protegidos europeos con la Carta Europea de Turismo Sostenible (CETS), según Javier Gómez-Limón, responsable de proyectos de uso público y turismo de Europarc-España, la organización responsable de la CETS, además de la Q de Calidad en España, y en la que participan las instituciones implicadas en la planificación y gestión de los espacios protegidos españoles. Este experto señala que la calidad de los parques naturales y nacionales es mejorable: la mitad de ellos carece de un plan de gestión, y recuerda que cuando un espacio natural aumenta su calidad ambiental, la economía de la zona también.
Estos espacios han trabajado con todas las entidades de su territorio para poner en marcha un plan de actuación de cinco años de turismo sostenible. Antes han tenido que elaborar un diagnóstico de cómo está el turismo en su área protegida, una estrategia en materia de turismo sostenible, etc.
“La mitad de los parques naturales y nacionales carecen de un plan de gestión”Ofrecen calidad en el aspecto turístico y en la planificación de todas las actividades de uso público, información a los visitantes, educación ambiental, centros de interpretación, etc.
De los 89 espacios protegidos europeos que cuentan con la CETS, España tiene 36.
Significa que ha habido un esfuerzo de las distintas administraciones que los gestionan por crear una oferta de turismo de naturaleza, por apostar por su desarrollo sostenible.
Sí, en los últimos años el turismo de “sol y playa” se está estancando y, sin embargo, el turismo de interior ligado a espacios naturales, al mundo rural, crece. El proyecto de la CETS está en esa línea para apoyarlo.
“Si la calidad ambiental de un espacio natural mejora, la economía de la zona también”No tenemos todavía esos datos, pero sabemos que, en los últimos diez-quince años, el número de visitantes a los espacios protegidos españoles ha crecido, aunque en los dos últimos años, debido sobre todo a la crisis económica, se ha estabilizado. También se ha incrementado el turismo de naturaleza más especializado, como el ornitológico.
La bajada general se ha producido en todo el sector turístico, pero también es cierto que durante 2011 las cifras apuntan a que se puede recuperar algo, ligado sobre todo al turismo internacional.
En algunos espacios naturales, como los de Canarias, se ve de forma clara. La mayor parte de los visitantes de un parque como Garajonay, en La Gomera, son extranjeros.
El informe aporta datos sobre su gestión. Por ejemplo, de los 178 parques nacionales y naturales en España, la mitad no tiene un plan de gestión.
“España tiene 36 de los 89 espacios protegidos europeos con la Carta Europea de Turismo Sostenible”Cualquier espacio natural protegido debería tener un plan de uso y gestión con todas la actividades que se realizarán en los próximos cinco años desde que se aprueba. Ahí se detallan qué actuaciones se quieren hacer, qué objetivos de conservación, con qué criterios, etc.
Claro. En esos parques es complicado saber si las actuaciones se han hecho de manera correcta, no hay una evaluación de esas actuaciones, ni un seguimiento, ni en qué se han invertido los recursos, etc.
En los últimos años ha disminuido el personal de estos espacios y las inversiones. También vemos unas carencias no resueltas todavía. No está suficientemente integrada la coordinación entre las políticas territoriales. Tendría que haber mayor colaboración entre las instituciones con responsabilidad en estos parques.
Antes de ir, que se informen de sus características, de sus actividades, de la normativa que regula su uso público. Y cuando lleguen, que vayan lo primero al centro de visitantes para informarse de los mejores lugares para ir, qué tipo de recursos le ofrece, si hay visitas guiadas, etc. En los parques dentro de la CETS les informarán del turismo sostenible vinculado a este parque.
Hasta ahora no lo hemos percibido, como tampoco sabemos si estos establecimientos han aumentado sus visitantes. La CETS lleva poco tiempo. Cuando le explicamos el proyecto a los empresarios de un parque, les decimos que si su único interés es por conseguir más clientes y beneficios, entonces no es para ellos. El objetivo es vincular a establecimientos turísticos al espacio protegido, mejorar su oferta, su calidad, su comportamiento ambiental, contribuir al desarrollo socioeconómico de la zona, apostar más por la sostenibilidad, por las políticas ambientales, etc.
Claro, porque al final la calidad ambiental es esencial y, si es buena, repercutirá en lo demás.