Entrevista

Jon Kepa Zarrabe/ Director del Departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Vitoria

Una ciudad que apuesta por el desarrollo sostenible mejora en todo
Por Iñigo Marauri, Miren Rodríguez 13 de julio de 2005
Img jon kepa

La ciudad de Vitoria se ha convertido en un referente en España y en el ámbito internacional en su preocupación y dedicación a hacer compatibles crecimiento y respeto al medio ambiente. Abanderada del desarrollo sostenible en nuestro país, la capital alavesa acumula galardones y reconocimientos por una apuesta meditada y consolidada. El último, su presencia como única representante española en el foro organizado en San Francisco por la ONU sobre ciudades y sostenibilidad, en el que han participado las 50 ciudades más destacadas en ese campo. En él estuvo presente el director del Departamento de Medio Ambiente del ayuntamiento vitoriano, Jon Kepa Zarrabe (Bilbao, 1970), que tiene muy claros los beneficios de un respeto escrupuloso al entorno. “Una ciudad que apuesta por el desarrollo sostenible mejora en todo”, subraya.

¿Por qué Vitoria recibe tantos premios y reconocimientos por sus actuaciones medioambientales?

Creo que se dan varias circunstancias. La primera es la respuesta tan positiva que tenemos de los ciudadanos en todas las campañas medioambientales que iniciamos, desde la Agenda 21 Escolar, con la introducción de la educación medioambiental en las escuelas, hasta todas las campañas de reciclaje, como con campañas del tipo “Adopta un árbol y crece con él”… La respuesta de los ciudadanos siempre es muy positiva. Creemos que a la gente, siempre que le des facilidades para colaborar con las iniciativas del Ayuntamiento, responde de manera muy adecuada. Es un tema en el que los ciudadanos están bastante concienciados. El segundo factor es que desde el Ayuntamiento hay una gran preocupación por el cuidado de nuestro entorno, que se ha plasmado en varios aspectos: desde un urbanismo no desmedido y que ha tenido en cuenta los factores medioambientales que inciden en él hasta las iniciativas de una correcta gestión de sus residuos, de la materia energética, etc.

¿En qué mejora una ciudad que apuesta por el desarrollo sostenible?

Mejora en todo. Mejora económicamente, porque permite una optimización de la utilización de sus recursos; incluso solidariamente, porque la aplicación de políticas de sostenibilidad implica ser más solidario con el mundo y evidentemente, mejora en su calidad de vida. Tenemos un medio ambiente más amable, una calidad del aire más pura, un agua más limpia, más parques para poder disfrutar del ocio, etc.

¿Cómo se materializa?

Vitoria fue la primera ciudad de España que aprobó su Agenda 21. Este documento mide una serie de indicadores en los cuales Vitoria se va examinando año a año. Se miden aspectos como la calidad del aire, el reciclado de residuos… Todos los años se hace una revisión y se ve cuáles son los aspectos en los que se está fallando o que se deben mejorar.

¿Cómo se puede compatibilizar crecimiento urbano y medio ambiente?

En el caso de Vitoria, nos tenemos que felicitar porque hemos tenido una clase política que ha tenido en cuenta en el crecimiento de la ciudad parámetros medioambientales y siempre se ha procurado que todos los barrios nuevos dispongan de su zona verde, de jardines bien cuidados… Además, se ha hecho un crecimiento sostenido, no se ha hecho un crecimiento desmesurado. También es cierto que hay aspectos que se podían haber mejorado, como haber aumentado la densidad de viviendas por metro cuadrado.

¿La inversión realizada compensa?

Todo lo que contribuya a hacer una ciudad más amable, más respetuosa con el medio ambiente, creo que es una inversión y no un gasto. Cuando la gente dice que lo ecológico es lo más caro, hay que recordarles que a la postre es más rentable porque mejoras tu calidad de vida, tu entorno, el medio ambiente…

¿Puede permitírselo cualquier ciudad?

Evidentemente, no. Recientemente, hemos estado en San Francisco invitados por la ONU en un foro de ciudades y medio ambiente, y hemos podido hablar con responsables de ciudades como Yakarta, con doce millones de habitantes. Te cuentan los problemas y evidentemente no todas las ciudades del mundo pueden tener este nivel de apuesta por un crecimiento sostenido y sostenible porque son ciudades de países en vías de desarrollo y bastante tienen con otros problemas más gordos. Por tanto, en el mundo, hoy por hoy, no. Ahora, en España, todas las ciudades pueden hacer algo más, y nosotros los primeros. Tampoco somos autocomplacientes mirándonos el ombligo. Los compromisos que hemos adquirido son muy ambiciosos, muchos muy difíciles de lograr, pero vamos a por ellos.

¿Qué retos y qué metas se han fijado en el foro de San Francisco?

Son 21 acciones, que incluyen, por ejemplo, el agua, el transporte, el diseño urbano o la gestión energética. En este marco se marcan metas como la bajada de un 10% del consumo energético en hora punta hasta 2040, el diseño de políticas que mejoren la eficiencia energética y el ahorro… También se aborda la gestión de los residuos, en los que se apuesta por el cero basura, que las ciudades sean capaces de reciclar el 100% de los residuos que generan, evitando el vertedero y la incineración. Aquí hago un inciso. Vitoria ha hecho una apuesta por la valorización de todos sus residuos, a diferencia de las ciudades de otras provincias limítrofes, que han optado por la incineración. En la jerarquía en la gestión de residuos que marca la Unión Europea, la última de las opciones es la incineración y el vertedero. Por encima sitúa la valorización de los residuos. Nosotros hemos optado por eso. Es más engorroso, puede costar más, pero intentamos ser respetuosos con el medio ambiente.

¿Cuánto hay de educación en el modelo de ciudad que ustedes quieren sacar adelante?

Es fundamental. Por propia experiencia sabemos que cuando haces una campaña informativa buena antes de comenzar una iniciativa de este tipo, la respuesta es muy positiva. Dentro de los compromisos asumidos por Vitoria de la Agenda 21, se encuentra la Agenda 21 Escolar, que además está desarrollado por el Centro de Estudios Ambientales (CEA) de la ciudad, que es una auténtica referencia a nivel mundial, y su labor tiene una importancia primordial. Hemos podido comprobar que la implicación, la aplicación y el trabajo de los niños en este campo es muy buena, y es algo que te levanta el ánimo. Estos chavales, además, cuando vayan a casa, van a cambiar las costumbres de los padres: apagarán las luces cuando no haya nadie en la habitación, le dirán a sus padres que no tienen que mezclar el vidrio con el envase… Esa labor educacional que lleva a cabo la Agenda Local 21 Escolar, más las campañas del Ayuntamiento, tiene una importancia vital.

¿Qué es lo que deben hacer los ciudadanos para ayudar en esta tarea?

Creo que todos debemos tomar conciencia de que vivimos en un mundo que tenemos que cuidar porque si no es así, se nos acaba. También tenemos que pensar en el legado que tenemos que dejar a nuestros hijos y que el desarrollo económico establecido no es sostenible, no es conjugable con los recursos naturales del planeta. ¿Qué tiene que hacer la gente? Tomar conciencia de este problema. Si todos somos conscientes de ello, surgirán más y mejores iniciativas.

Dentro del problema mundial que supone la degradación del medio ambiente, ¿qué papel juegan las ciudades?

Aproximadamente, el 70% de la población mundial vive en las ciudades y gran parte de la actividad industrial, comercial y de transporte se desarrolla en las ciudades. Los grandes focos de contaminación se sitúan en las grandes urbes. Sí que hay una serie de políticas globales que escapan de lo que puedan hacer las ciudades, pero su papel como administración más cercana al ciudadano, como más sensible a los problemas del día a día de los ciudadanos, es crucial. Uno de los mayores contaminantes que hay en el mundo es el vehículo, el coche particular. Podemos implantar medidas para fomentar el uso de transportes alternativos. Nosotros somos los competentes para gestionar los residuos que se generan en las ciudades. Bueno, pues vamos a hacer una apuesta por un tratamiento adecuado de los residuos. El agua que sale de las viviendas nos corresponde a nosotros tratarla y a nosotros también nos corresponde abastecernos. Tenemos que vigilar por tanto un uso racional. Y así un largo etcétera. El papel de las ciudades hoy por hoy es fundamental. Así lo ha visto también la ONU, por eso ha organizado este foro con las cincuenta ciudades más representativas del mundo en materia de sostenibilidad puedan asumir estos compromisos, porque ellos son conscientes del papel de la ciudad.

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