Los coches en desuso deberán ser depositados en Centros de Recepción y Descontaminación

Acaba de entrar en vigor en España el Real Decreto sobre Vehículos Fuera de Uso
Por EROSKI Consumer 17 de febrero de 2003

La masiva fabricación de neumáticos y las dificultades para hacerlos desaparecer una vez usados, constituye un grave problema medioambiental. La fabricación de una rueda necesita de grandes cantidades de energía -medio barril de petróleo crudo para fabricar un neumático de camión- amén de la contaminación ambiental que provoca si no es reciclado y se almacena en vertederos incontrolados. Hoy día existen métodos para conseguir el reciclado pero, según los expertos, todavía faltan políticas que favorezcan la recogida y la implantación de industrias dedicadas a eliminar, de forma limpia, los componentes peligrosos de los vehículos. Las cifras hablan por sí solas: en el año 2000 la generación de residuos de los automóviles alcanzaba las 2,2 millones de toneladas, de las cuales 1.800.000 son depositadas en vertederos, según la Agencia Europea del Medio Ambiente.

En España, acaba de entrar en vigor el Real Decreto sobre Vehículos Fuera de Uso (VFU). Con su aprobación, Medio Ambiente pretende «acabar con el descontrol ecológico y administrativo de estos residuos» e incorporar al ordenamiento jurídico español la directiva europea 2000/53/CE. El texto señala que el objetivo es » establecer medidas preventivas desde la fase de concepción del vehículo para disminuir y limitar la utilización de sustancias peligrosas en su fabricación, así como facilitar la reutilización, el reciclado y la valorización de sus elementos» para reducir su impacto ambiental.

CARD

La nueva norma establece la creación de Centros Autorizados de Recepción y Descontaminación (CARD) -de los que se pretende haya uno por provincia- y obliga al usuario a depositar en ellos los vehículos que han llegado al fin de su vida útil. Este proceso, que no tendrá coste alguno para el propietario, es a partir de ahora obligatorio para dar de baja el coche en Tráfico, en donde exigirán la presentación de un certificado, emitido por el CARD. No obstante, el usuario contará con la ayuda de los fabricantes, que deberán hacerse cargo de manera gratuita de los vehículos que les sean entregados de la marcas que comercialicen.

En estos nuevos centros se procederá a descontaminar y eliminar líquidos y gases y a separar los materiales del vehículo como los airbag, el vidrio y, especialmente, los neumáticos. Después pasarán a los nuevos Centros Autorizados de Fragmentación. En ellos el vehículo se divide para enviar cada material -la chatarra- al gestor correspondiente para su reciclado. Además, los actuales talleres de desguace y almacenes de vehículos tendrán un plazo de dos años para adaptarse a las exigencias ambientales que obligan a la impermeabilización de suelos o al almacenamiento en zonas cubiertas.

La norma apuesta por el reciclaje y el desarrollo del comercio de piezas usadas. No obstante, el hecho de que no se haya concretado de qué manera se va a desarrollar ese mercado ni cuáles serán los componentes que por seguridad no podrán ser reutilizados ha suscitado críticas en el sector. En definitiva, el decreto fija dos objetivos: que para 2005 la reutilización de cada vehículo sea del 85% y que, a partir de esta fecha, los de nueva fabricación lo sean al 95%.

Neumáticos en vertederos

Uno de los principales residuos que generan los coches son los neumáticos, aunque las baterías son las más dañinas. En España, de las 300.000 toneladas de ruedas usadas que se generan cada año, tan sólo un 10% se recicla de acuerdo con las directivas de la UE en esta materia. Una cifra que dista mucho del 90% de muchos países de nuestro entorno.

En el territorio español, más de la mitad se deposita en vertederos controlados, el 40% no está controlado y sólo el resto se deposita después de ser triturado. Para eliminar estos residuos se recurre con frecuencia a la quema directa, que provoca graves problemas ambientales por las emisiones de gases con partículas nocivas.

Una apuesta por el reciclaje permite que, una vez tratados, los residuos de neumáticos tengan múltiples aplicaciones: pueden convertirse en energía eléctrica, la goma reciclada se usa para ruedas, adhesivos, aislantes, frenos, cintas transportadoras,… y la goma en polvo añadida al asfalto aumenta la vida del pavimento 4 ó 5 veces.

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