Una conducción eficiente reduce hasta un 20% el consumo de combustible y las emisiones

Los automovilistas demandan que la "eco-conducción" se integre en la formación que se da en las autoescuelas
Por EROSKI Consumer 15 de octubre de 2007

El transporte por carretera es el causante de una cuarta parte de las emisiones de dióxido de carbono (CO2), principal gas de efecto invernadero. Para contribuir a reducir esta contaminación, y además ahorrar combustible, hay dos opciones: utilizar el transporte público o realizar una conducción más eficiente.

Desde el Real Automóvil Club de Cataluña (RACC) explican que hay cuatro premisas básicas para conducir de manera eficiente. En primer lugar, hay que hacer una conducción pausada, evitando los grandes acelerones que producen gran cantidad de energía, que se pierde al frenar.

En segundo lugar, y para optimizar el consumo, es muy importante que al frenar, por ejemplo cuando vemos que un semáforo se pone en rojo, se mantenga la marcha pisando el freno suavemente y, una vez parado el vehículo, poner el punto muerto, en lugar de ir reduciendo marchas.

La tercera premisa es conducir, siempre, de manera preventiva. Es decir, que si se ve que la situación del tránsito va a cambiar y se va a tener que frenar, no meter una marcha más. Y, por último, se debe conducir subiendo de marchas rápidamente. En ciudad, lo recomendable es circular siempre que se pueda en cuarta o quinta, a unos 40 ó 50 kilómetros por hora y evitando los cambios bruscos de velocidad. Siguiendo estos pasos, disminuye entre un 15%-20% el consumo de combustible y las emisiones contaminantes, según el RACC. En concreto, si todos los conductores aplicasen las técnicas de conducción económica, en España se ahorrarían 2.555 millones de litros de combustible y se evitaría la emisión a la atmósfera de 6,3 millones de toneladas de CO2.

Por ello, el RACC pide que la llamada «eco-conducción» se integre en la formación que se da en las autoescuelas, como ya hacen Suecia y Noruega. Además, no sólo es beneficioso para el medio ambiente, sino también para la seguridad vial. Así, en Alemania, la conducción eficiente ha recortado hasta el 40% los costes relacionados con accidentes, y en Suiza los siniestros de tráfico se han reducido en un 35%.

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