No parar para estirar las piernas durante un viaje largo en coche aumenta significativamente la posibilidad de sufrir un accidente. En concreto, los siniestros se incrementan entre un 10% y un 14% en caso de realizar un trayecto de más de dos horas de duración sin descansar, ya que a partir de ese tiempo el piloto comienza a perder reflejos, concentración, estimación de la velocidad y de la distancia de seguridad.
Así lo pone de manifiesto un estudio del Real Automóvil Club de España (RACE) para cuya elaboración recorrió 4.000 kilómetros de autovías y carreteras secundarias tanto de España como de Marruecos, aprovechando allí el factor del calor.
El RACE planteó dos comportamientos: un primer grupo en el que los conductores no paraban en un trayecto de seis horas y otro en el que seguían las pautas de descanso recomendadas por los especialistas (detenerse cada 200 kilómetros, hacer estiramientos, no ingerir comidas copiosas o hidratarse con bebidas azucaradas).
Las conclusiones revelaron que en el primer grupo aparecieron los factores fisiológicos propios de la fatiga: somnolencia, deshidratación, picor de ojos, incremento de la tensión y nerviosismo, mientras que en el segundo apenas se produjeron cambios.
La investigación incluye una entrevista a más de 2.000 conductores en el que ocho de cada diez reconocen haber circulado alguna vez con fatiga; siete de cada diez haber notado pérdida de concentración, y la mitad haber sufrido visión borrosa o parpadeos constantes en algún momento.
Para prevenir el cansancio, el RACE y la Asociación de Fabricantes de Bebidas Refrescantes (Anfabra) recorrerán este verano ocho ciudades españolas (Madrid, Sevilla, Valencia, Málaga, San Sebastián, La Coruña y Barcelona) donde pondrán a disposición del público simuladores que permitirán comprobar las reacciones del conductor cuando está fatigado o no ha descansado en un trayecto largo.