El primer año de vida del carné por puntos ha reducido significativamente la siniestralidad en las carreteras. Desde el 1 de julio de 2006 han fallecido 487 personas menos en accidente de tráfico, lo que supone una caída del 14,6%, la tasa más alta desde que la Dirección General de Tráfico (DGT) computa las cifras. El nuevo permiso también ha influido en la conducción, con una leve disminución de la velocidad media, pero se ha mostrado ineficaz en el proceso sancionador.
Hace unos seis años, entre julio de 2000 y junio de 2001, fallecieron en la carretera 4.219 personas. Una cifra que cayó a 3.272 en el mismo periodo de 2005 a 2006 y que en los últimos 12 meses ha vuelto a reducirse hasta los 2.785 muertos, según datos de la DGT. Esto pone de manifiesto una mayor sensibilización de los conductores españoles, en buena medida gracias al carné por puntos.
Sin embargo, las asociaciones de automovilistas matizan que el fuerte impacto de los primeros meses, cuando la mortalidad cayó una media del 20%, se ha desacelerado varios puntos desde febrero. El motivo lo achacan a la lentitud de la tramitación administrativa de las sanciones.
Según el Real Automóvil Club de Cataluña (RACC), las muertes en las carreteras han descendido un 12% desde el segundo mes del año hasta la actualidad, lo que supone una pérdida de efectividad de cuatro puntos a lo largo del primer año de vigencia del nuevo carné.
El secretario ejecutivo de la Fundación RACC, Alfonso Perona, advierte de que «no es bueno un exceso de triunfalismo». Perona insta a modificar algunos componentes del carné porque, si no, «podemos encontrarnos que el efecto habrá pasado y las consecuencias serían lamentables». En este sentido, señala que «no puede ser que se imponga una sanción en enero y que no tenga efecto hasta finales de año».
Conducción negligente
Desde el Comisariado Europeo del Automóvil (CEA) opinan que el carné por puntos no es el «bálsamo milagroso» que acaba con los accidentes. Pese a la reducción de las infracciones de tráfico en el último año, CEA ha detectado un aumento notable tanto de la conducción negligente (88,89%) como del exceso de velocidad (132,81%).
Sin embargo, han descendido un 44,85% las infracciones de velocidad que supondrían la pérdida de seis puntos y un 71,95%, las de cuatro puntos.
Las infracciones por conducir bajo la influencia de alcohol (más de 0,5 mg/l) han bajado un 40%. En menor medida han descendido otras acciones que acarrean la pérdida de seis puntos del permiso. Es el caso de la conducción temeraria o circular en sentido contrario, que acusan un descenso del 11,51% y 39,86% respectivamente. Por su parte, los adelantamientos peligrosos y sin visibilidad, que conllevan la pérdida de cuatro puntos, se han reducido solamente un 7,82%.
Las infracciones que suponen la pérdida de tres puntos, como no respetar la distancia de seguridad o conducir hablando por el móvil, entre otras, han disminuido en torno a un 20%-30%. Y aquéllas por conducir con un menor sin los sistemas de retención infantil adecuados (dos puntos menos) han bajado un 12,50%.
