El móvil y su incidencia en la accidentabilidad

Casi la mitad de los conductores no perciben el riesgo real que supone mantener una conversación mientras se está al volante
Por EROSKI Consumer 6 de marzo de 2006

Llevar un teléfono móvil en el coche aporta seguridad y protección, especialmente en momentos de urgencia o de necesidad, porque permite, en caso de avería, accidente, atasco o cualquier otro tipo de incidencia, transmitir información y demandar la ayuda necesaria.

Sin embargo, hablar por el móvil conduciendo genera un elevado riesgo de distracción. Diversos estudios realizados señalan que tras un minuto y medio de hablar por el móvil (incluso con manos libres) el conductor no percibe el 40% de las señales, su velocidad media baja un 12%, el ritmo cardiaco se acelera bruscamente durante la llamada, y se tarda más en reaccionar.

Un estudio realizado en Toronto (Canadá) con 700 conductores que habían estado involucrados en accidentes de tráfico concluye que:

–El riesgo de accidente cuando se usa teléfono móvil es cuatro veces mayor que si no se utiliza.

–El riesgo relativo de sufrir un accidente mientras se usa el teléfono móvil en algunos casos puede llegar a ser equiparable al de conducir con una tasa de alcohol en sangre de 1 gr./l.

Un alto porcentaje de conductores, entre un 30% y un 50%, no percibe este riesgo, por lo que, según la Dirección General de Tráfico (DGT), es necesaria la sensibilización en varias direcciones:

–Disuadir a los usuarios de llamar o coger el móvil mientras conducen.

–Desistir de realizar una llamada a quien se sabe que puede ir conduciendo.

–Comprender que como peatones, abstraídos en la conversación, también caminamos ajenos a los riesgos viales.

La normativa

La Ley 17/2005 de reforma de la Ley de Seguridad Vial modifica la calificación de algunas infracciones y las sanciones que les corresponden. En su articulo 65 fija como infracción grave «conducir utilizando cascos o auriculares conectados a aparatos receptores o reproductores de sonido, el uso durante la conducción de dispositivos de telefonía móvil o cualquier otro medio o sistema de comunicación que implique su uso manual…».

Corresponde a este tipo de infracción grave una sanción de 91 a 300 euros y una suspensión del permiso para conducir por un tiempo mínimo de un mes y máximo de tres meses. Además cuando el 1 de julio entre en vigor el sistema de permiso por puntos se fija que «conducir utilizando manualmente el teléfono móvil, cascos, auriculares o cualquier otro dispositivo incompatible con la obligación de atención permanente a la conducción supone la pérdida de 3 puntos».

El Real Decreto 1428/2003 por el que se aprueba el Reglamento General de Circulación en su artículo 18.2 «prohíbe la utilización durante la conducción de dispositivos de telefonía móvil y cualquier otro medio o sistema de comunicación, excepto cuando el desarrollo de la comunicación tenga lugar sin emplear las manos ni usar cascos, auriculares o instrumentos similares».

Relación

No obstante, el accidente más frecuente en carretera continua siendo la salida de la vía. Por este tipo de siniestros, que se producen generalmente por una falta de atención a la conducción, se contabiliza hasta el 39% de las víctimas mortales.

Los conductores saben que conducir y hablar por el móvil a la vez supone un riesgo importante y reconocen abiertamente que lo utilizan. El momento de mayor peligro es, según los expertos, cuando se recibe una llamada. La misma sorpresa que produce el sonido se traduce en una aceleración del ritmo cardiaco del conductor y el cerebro, desde ese momento, tiene que dividir su atención entre el desarrollo de la conversación y las circunstancias del tráfico.

De una reciente encuesta (diciembre 2005) realizada para la Dirección General de Tráfico, sobre hábitos y comportamientos de los conductores, se desprenden los siguientes datos:

El 85,1% dice que nunca habla por el móvil cuando conduce. Un 14,4% lo hace en alguna ocasión, y de ellos un 2% reconoce hablar frecuentemente por móvil mientras conduce, sobre todo los hombres, los jóvenes, los grupos de estatus alto y quienes trabajan por cuenta propia.

Según otro estudio anterior de la DGT, más de un 30% de los conductores confesaba esta práctica. Y en 6 de cada 10 casos, el aparato utilizado era manual, el más peligroso. Sólo un 14% era «manos libres».

Consejos

Por todo esto la DGT recomienda:

¨Desconectar los móviles sin manos libres mientras se conduce. Es lo más seguro. Nada puede ser tan urgente que compense el riesgo de sufrir un accidente, ya que incluso la sorpresa de oírlo sonar al entrar una llamada puede suponer algo más que un susto.

¨Tener en cuenta los riesgos de los teléfonos manos libres. Son los únicos permitidos y son menos peligrosos que los otros, aunque no disminuyen el resto de los efectos de riesgo: distracción, señales que no se ven, mayor tiempo de reacción… Si la conversación dura más de dos minutos, el conductor aleja su atención de la carretera y la centra en la llamada. Si, encima, lo que le llegan son malas noticias, a la falta de atención se sumará un grado importante de tensión.

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