Pinchazos en las ruedas del coche

Se aconseja vigilar regularmente la presión de los neumáticos y cambiarlos cuando están desgastados para evitar los pinchazos durante el viaje
Por María Landa 30 de agosto de 2004

El 60% de los accidentes provocados por fallos mecánicos se deben al mal estado de los neumáticos ya que según se ha comprobado, si están desgastados la posibilidad de reventón se multiplica por cuatro. Además de la clásica rueda de repuesto, la “galleta” y los kit de emergencia, los fabricantes de neumáticos ofrecen nuevas tecnologías llamadas “de rodaje sin aire”, que permiten circular sin presión en las ruedas en caso de pinchazo, aunque reduciendo la velocidad a 80 km/h y durante una distancia de 200 kilómetros. La última novedad es un neumático anti pinchazo que lleva en su interior un producto auto obturador que impide pinchar.

Estadísticas y consejos para no pinchar

La mayoría de los conductores, alrededor del 60%, ha pinchado alguna vez mientras conducía, un contratiempo molesto e inesperado que por desgracia muchas veces acaba en accidente grave. Así lo ha constatado un estudio sobre la accidentalidad en España por pinchazos y mal estado de los neumáticos de los vehículos realizado por el Instituto Universitario de Tráfico y Seguridad Vial Intras, por encargo de la firma Goodyear. Un dato alarmante es que el 70% de los vehículos implicados en accidentes mortales por fallos mecánicos tenía algún problema en los neumáticos, que se podía haber evitado con un correcto mantenimiento de los mismos.

Según este informe, el riesgo de sufrir un reventón se multiplica por cuatro si el neumático está desgastado. Este tipo de accidentes aumenta notablemente cuando se circula por autovías o autopistas, donde normalmente se conduce a mayor velocidad. Asimismo se revela que la tercera causa de siniestro en este tipo de vías es el reventón causado por el exceso de velocidad además del desgaste, la mala presión o el pinchazo. También influye la antigüedad del vehículo, pues los que tienen entre 5 y 15 años sufren más accidentes relacionados con las cubiertas.

Aunque ningún conductor puede librarse del todo del riesgo de pinchar la rueda o sufrir un reventón, sí se pueden seguir algunos consejos que reducen de forma importante la posibilidad de sufrir este percance:

Cambiar el neumático cuando el dibujo no tenga la suficiente profundidad: el mínimo legal es de 1, 6 milímetros, pero se recomienda cambiarlo al llegar a los 3 milímetros. Cuando se acerca al mínimo exigido el neumático es más vulnerable porque tiene menos espesor, y es más fácil que pinche con un clavo, cristal, tornillo, etc.

Vigilar la presión del neumático regularmente: rodar con la presión incorrecta provoca un mayor desgaste del neumático y aumenta el consumo de combustible. Cada coche tiene una presión recomendada según el uso que se le dé y el peso que se lleve en su interior. Es importante recordar que la presión debe comprobarse siempre en frío.

Comprobar de vez en cuando la presión de la rueda de repuesto: pocos se acuerdan de esta rueda y cuando llega el momento de usarla muchas veces no tiene la presión necesaria.

Cambiar el neumático si es muy viejo aunque el dibujo no esté desgastado del todo: aunque el neumático haya rodado poco, si tiene más de 5 años la goma pierde su flexibilidad y la capacidad de agarre.

Evitar una conducción agresiva: no subirse a los bordillos ni rozarse bruscamente con ellos. Circular despacio al pasar por baches grandes o badenes para reducir la velocidad, debido a que si se va rápido se mueve el neumático en la llanta y puede perder algo de presión.

Intentar circular por carreteras asfaltadas y evitar caminos de tierra o carreteras abandonadas.

No circular por las orillas y los arcenes de la carretera: es en esta zona donde se acumula la gravilla y los materiales que caen de los camiones. Si al conducir se apura mucho por el arcén, el riesgo de pinchar es mayor.

Tener en cuenta factores que desgastan más el neumático: el uso excesivo de cadenas, no llevar los dos neumáticos correctamente equilibrados o alineados, usar neumáticos de diferentes calidades o medidas son algunos.

Cómo actuar

Aunque se sigan todas las recomendaciones, ningún modelo de coche ni el conductor más experimentado tiene garantizado librarse de un pinchazo, que en más de la mitad de los casos ocurre cuando se está circulando, mientras que en un 35% se detecta cuando el coche está aparcado. Sin embargo, a pesar de ser un contratiempo habitual, el 25% de los conductores no sabe cambiar la rueda sin ayuda. Por eso los fabricantes trabajan en nuevas soluciones para evitar esta molestia, y ofrecen ya varias alternativas a la tradicional rueda de repuesto. En la actualidad existen diversas y variadas soluciones en caso de pinchazo o reventón:

  • Rueda de repuesto de tamaño normal.
  • “Galleta” o rueda de repuesto de emergencia más pequeña.
  • Kit de reparación de pinchazos: incluye spray y pequeño compresor.
  • Ruedas con sistema de rodaje sin aire o auto portantes: permiten circular sin presión tras un pinchazo durante 200 kilómetros a una velocidad de 80 km/h.
  • Neumáticos anti pinchazo o auto obturadores: evitan pinchar porque llevan en su interior un producto auto obturador.
  • Un tubo que une la rueda de repuesto con la deshinchada y permite compensar ambas presiones.
  • Servicio de asistencia y ayuda en carretera.

Existen algunas normas para saber reaccionar con seguridad en caso de pinchazo o reventón. Es fácil darse cuenta de que se ha pinchado una rueda porque al escaparse el aire despacio, se van notando vibraciones en el volante o en la parte posterior del vehículo. Cuando el neumático revienta se aconseja sujetar con fuerza el volante y reducir lentamente la velocidad levantando el pie del acelerador y frenando con suavidad. Mientras esto ocurre conviene acercar el coche al arcén. Una vez que se ha parado el coche, lo primero que se debe hacer es ponerse el chaleco reflectante y colocar los triángulos de avería para que los demás conductores nos vean, ya que según el estudio de Goodyear el 10% de las personas que ha tenido que cambiar un neumático ha vivido situaciones de peligro mientras lo hacía.

La solución más común y tradicional en caso de pinchazo es la rueda de repuesto de tamaño normal, que permite seguir circulando con normalidad después de haberla cambiado. Los coches que la llevan suelen ir equipados con el gato para levantar el coche y una llave para apretar los tornillos, las dos herramientas imprescindibles para cambiar una rueda. En este caso es imprescindible que la rueda lleve la presión adecuada. También es conveniente ir provistos de guantes, toallitas húmedas, linterna, o chubasquero por si la lluvia acompaña durante el cambio de rueda.

Este sistema tiene varias desventajas: por un lado la incomodidad de cambiar la rueda, sobre todo si no se ha hecho nunca, y por otro lado, tal y como comenta Antoine Sánchez, Product Manager de Michelin, el problema de la falta de espacio en el maletero. “Los fabricantes de coches no se preocupan tanto por el problema del pinchazo en sí, el reto ahora mismo es hacer coches sin rueda de repuesto porque es un incordio, ocupa mucho y en muchos modelos no hay espacio, porque además las ruedas son cada vez más grandes”.

Para algunos de esos vehículos con poco espacio puede servir la rueda de repuesto de emergencia o “galleta”. “Esta solución no gusta mucho porque las ruedas son más pequeñas que las otras y aparte de que estéticamente no queda bien, permite un rodaje muy limitado, apenas unos 80 kilómetros para poder llegar a un taller y colocar una rueda normal. La ventaja es que se gana espacio en el maletero”, opina Fernando Saiz desde Goodyear Dunlop Tires España.

En los coches donde ni siquiera hay espacio para la “galleta” existe la posibilidad de llevar un kit de reparación de emergencia, que puede ayudar al menos a salir del paso, siempre que no se trate de un reventón. “Consiste en un spray o un gel sellador que se mete en la cubierta y tapa el agujero. También incluye un pequeño compresor para inflar la rueda deshinchada. Es un método cómodo y eficaz, pero sólo sirve para unos pocos kilómetros”, comenta Antoine Sánchez. El compresor se conecta al sistema eléctrico del coche y al presionar un botón, bombea el material sellador a través de la válvula hasta el neumático pinchado, y lo hincha hasta alcanzar una presión suficiente. Después se puede circular a una velocidad máxima de 80 km/h, pero se debe cambiar la rueda lo antes posible.

Sistemas de rodaje sin aire y neumáticos antipinchazos

Hace ya unos años que salió al mercado un sistema de neumáticos de rodaje sin aire o auto portantes que sustituye de forma muy eficaz a la rueda de repuesto. “Entre los conductores se conocen como los neumáticos anti pinchazo, pero lo correcto sería llamarlos sistema de rodaje sin aire, porque no evitan el pinchazo o reventón, pero permiten llevar el neumático sin presión y seguir circulando”, explican desde Michelín.

Todas las marcas de neumáticos comercializan ya este sistema con diferentes nombres. En Goodyear los llaman EMT, en Dunlop se conocen como DSST, en Pirelli, Bridgestone y en Continental ofrecen el Run Flat, mientras que Michelín los comercializa como PAX SISTEM. Cuando se lleva este tipo de ruedas el conductor no nota la pérdida de presión del neumático, por lo que siempre se exige llevarlo en coches que disponen de un sistema electrónico de aviso de pérdida de presión en las ruedas, ya que es imprescindible reducir la velocidad a 80 Km/h y no superar los 200 kilómetros de recorrido. Esta distancia varía en función de cada modelo y puede oscilar entre los 80 a los 250 kilómetros.

El funcionamiento de esta tecnología se basa en un refuerzo de los materiales de las bandas del neumático.”Tienen un refuerzo en los flancos que permite que no pierda toda la presión aunque se haya pinchado. De hecho el coche se controla perfectamente y no se pierde direccionabilidad. Por eso es necesario el sistema de aviso”, apunta Fernando Saiz. En el caso del neumático PAX de Michelín, “lleva un anillo de goma en su interior que permite que el coche se apoye ahí, aunque el neumático esté desinflado”, añade Sánchez. El precio de estos neumáticos suele ser un 20% más caro que el de los convencionales.

Estos sistemas evitan la incomodidad de cambiar la rueda en plena carretera además de ganar espacio en el coche, aunque también tiene desventajas. Algunas marcas comercializan neumáticos de rodaje sin aire que pueden montarse en una llanta normal, pero en otros casos son necesarias unas llantas especiales. Otra desventaja, según explica Antoine Sánchez, obedece a criterios medioambientales. “Algunos modelos pesan mucho más, flexionan menos y tienen menos amortiguación. Esto hace que tenga una resistencia de rodamiento superior, y por tanto gasta más energía y contamina más. En cuanto a las prestaciones de seguridad del neumático en frenado son las mismas, pero se pierde algo de confort porque son más duros”, aclara.

En algunos países de Europa (en España aún no) se vende desde hace relativamente poco tiempo un neumático llamado auto obturador que actúa como un anti pinchazos. “La cubierta lleva en su interior un producto auto obturador, similar a una goma muy parecida al chicle. Cuando se mete un clavo en la rueda, la goma se pone alrededor y hace de cierre. Si se quita el clavo, la goma entra en el agujero y lo tapa. Este sistema es muy eficaz en las perforaciones en la banda de rodamiento, que es la causa del 80% de los pinchazos. El único inconveniente es que el precio es alto debido al costo de fabricación de esa goma. Por eso no se ha generalizado su uso”, aclaran desde Michelín, que ya lo comercializa en su marca francesa bajo el nombre de Klebert Protectis.

En caso de pinchazo, cada vez más personas recurren a los sistemas de garantía de asistencia que ofertan algunas marcas de coche, lo que evita llevar la rueda de repuesto o cualquier otro sistema de emergencia. La razón es que se garantiza un servicio de ayuda y reparación en carretera en un plazo breve de tiempo. Se gana así en comodidad porque el trabajo lo hacen otros. Por último, existe otra solución de emergencia para los casos en los que la rueda se ha deshinchado sin pincharse. Se trata de un tubo que une la rueda de repuesto con la rueda deshinchada, y permite aprovechar la sobrepresión de la primera y pasarla a la segunda. Antoine Sánchez cree que no es un artilugio muy fiable, “porque normalmente la de repuesto lleva en el maletero mucho tiempo y casi nadie comprueba la presión, y a menudo tiene menos presión que la que está montada”.

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