70.000 niños menores de 15 años desarrollan diabetes cada año

El Día Mundial de esta enfermedad se centra en los niños y adolescentes afectados
Por EROSKI Consumer 14 de noviembre de 2007

Img diabetes ninos
Imagen: Tom Rowan

Hoy, 14 de noviembre, se celebra el Día Mundial de la Diabetes con la mirada puesta en los niños y adolescentes que padecen esta enfermedad crónica que requiere inyecciones de insulina. Esta jornada lanza un contundente mensaje: «ningún niño debería morir de diabetes».

Actualmente más de 240 millones de personas conviven con la diabetes en todo el mundo (en España son casi tres millones), según datos de la Federación Internacional de Diabetes (FID). En aproximadamente 20 años, se espera que esta cifra alcance los 380 millones. Los menores no están al margen de esta epidemia. De hecho es una enfermedad muy común en la infancia. Alcanza a niños de todas las edades. Sin embargo, suele diagnosticarse tarde, cuando el niño ya tiene unos niveles muy altos y potencialmente letales de glucosa en sangre. A veces se puede llegar a confundir con una gripe.

La diabetes tipo 2 es la única que se puede prevenir, ya que la de tipo 1 tiene un origen genético. Esta última crece a un ritmo del 3% anual en niños y adolescentes, y del 5% anual entre los niños en edad preescolar, según la FID. Se calcula que, en el mundo, 70.000 niños de menos de 15 años desarrollan diabetes tipo 1 cada año.

Casi la mitad de los diabéticos no saben que lo son

De los 440.000 niños de edad igual o inferior a los 14 años que se calcula tienen diabetes tipo 1, más del 25% vive en el sudeste asiático, y más del 20% están en Europa. En España hay alrededor de 30.000 menores con este mal.

Respecto a la diabetes tipo 2, considerada hasta ahora de adultos, está creciendo a un ritmo alarmante en niños y adolescentes como consecuencia del cambio en los hábitos alimenticios. Su incidencia mundial podría aumentar en un 50% durante los próximos 15 años. La mayoría de los niños con diabetes tipo 2 (alrededor del 85%) sufre sobrepeso u obesidad en el momento del diagnóstico.

La diabetes tipo 2 en España afecta al 90% de quienes padecen esta dolencia. Varios estudios científicos certifican que una buena alimentación y la práctica de actividad física pueden reducir el riesgo de sufrirla hasta en un 60%.

Diagnóstico precoz, clave

Casi la mitad de los diabéticos no saben que lo son, un dato alarmante teniendo en cuenta que el diagnóstico precoz «es fundamental para reducir las complicaciones que puede generar la enfermedad y mejorar la calidad y esperanza de vida del paciente», señalan desde el Ministerio de Sanidad.

Los expertos recuerdan que la diabetes tipo 1 es muy sintomática en general y sólo una pequeña proporción de los casos tarda en diagnosticarse o permanece no diagnosticada. Sin embargo, la diabetes tipo 2 suele tener una fase preclínica larga y, en el momento del diagnóstico, la mitad de los pacientes presenta ya una o más complicaciones.

Algunos síntomas que nos pueden advertir de la enfermedad son: sed excesiva, necesidad de orinar frecuentemente, apetito constante, pérdida de peso repentina, cansancio extremo, falta de interés y concentración, visión borrosa, vómitos y dolor de estómago. En el caso de niños con diabetes tipo 2 estos síntomas pueden darse poco o nada.

Los jóvenes reclaman más atención

El “Estudio sobre la calidad asistencial y prestaciones del Sistema Nacional de Salud” pone de manifiesto que los jóvenes españoles con diabetes reclaman más atención por parte del sistema sanitario para lograr un tratamiento integral de la enfermedad. Actualmente, pese al empeño que ponen, menos de la cuarta parte tiene bien controlada la patología.

Se inoculan insulina una media de cuatro veces diarias y se miden el nivel de glucosa en sangre en cinco ocasiones al día. Sin embargo, sólo el 13% de ellos entre 16 y 24 años alcanza un buen control (con una hemoglobina glicada menor del 7%), porcentaje que se eleva hasta el 36% entre el colectivo de afectados de 31 a 40 años.

“La hemoglobina glicada, que se calcula a través de un análisis de sangre, es el mejor indicador del buen control de la diabetes, el cual previene la aparición de complicaciones crónicas a medio-largo plazo, como problemas cardiovasculares, de riñón o de vista, entre otros”, señala Mercedes Galindo, educadora en diabetes del Hospital Clínico de Madrid.

Por otro lado, hay una falta importante de recursos y principalmente de enfermeras expertas en educación terapéutica en diabetes, lo que, según los jóvenes, imposibilita en muchos casos un control excelente. “La educación terapéutica es parte del tratamiento; que cada persona conozca su diabetes es la llave que le permite vivir de forma normalizada, con libertad y asegurando un futuro sin complicaciones”, afirma Galindo.

El estudio indica que mientras los jóvenes visitan una media de cuatro veces al año al médico que trata su diabetes, el 35% nunca va a la enfermera educadora, “en parte porque no en todas las consultas existe esa figura”.

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