Entrevista

Juan Fernando Masa, jefe de grupo del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Respiratorias (CIBERES)

El polígrafo respiratorio permite diagnosticar la apnea del sueño en el domicilio del afectado
Por Clara Bassi 16 de noviembre de 2010
Img juan fernando masa
Imagen: CONSUMER EROSKI

El diagnóstico de la apnea del sueño se basa en la aplicación de la polisomnografía, una prueba que se realiza en el hospital y bajo vigilancia médica. No obstante, hay una larga lista de espera para someterse a ella. Esta situación ha favorecido que empiecen a considerarse otros métodos para diagnosticar la enfermedad. Uno de ellos es la poligrafía respiratoria, que al realizarse en el domicilio del propio paciente podría contribuir a acortar la lista de espera. Estos nuevos métodos diagnósticos se han presentado en el último congreso de la Sociedad Europea de Respiratorio (ERS), celebrado en Barcelona. Juan Fernando Masa, jefe de Neumología del Hospital San Pedro de Alcántara, de Cáceres, y jefe de grupo del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Respiratorias (CIBERES), del Instituto de Salud Carlos III, indica que éste es un sistema simplificado que, “en casos seleccionados, permite establecer el diagnóstico de forma similar a la polisomnografía que se realiza en el hospital”.

¿La apnea del sueño es una enfermedad frecuente?

Sí, en adultos afecta a cerca del 25% de la población.

¿También se diagnostica en niños?

En la población infantil, la apnea se ha estudiado menos, pero se estima que afecta a entre un 1% y un 3% de los menores.

¿Está infradiagnosticada la apnea del sueño?

Lo está, tanto en adultos como en niños. En los adultos, supone el 100% de todos los casos graves. Solo se diagnostican y se tratan del 10% al 15%. Esto quiere decir que están sin diagnosticar y sin tratar entre el 85% y el 90% de los casos. Además, en la población infantil el escenario es peor: los estudios son escasos y las cifras de casos detectados son muy bajas.

¿A qué se debe este diagnóstico escaso?

“Entre el 85% y el 90% de los casos de apnea del sueño están sin diagnosticar y sin tratar”

En el caso de los adultos, se debe a varias causas. Por un lado, al desconocimiento de la enfermedad, que se puede considerar nueva. Se empezó a hablar de ella en la década de los ochenta del siglo pasado y, en España, a partir de 1990. Todo requiere una evolución, lleva un tiempo transmitir la información relativa a esta patología a la población general, a los médicos de atención primaria y a otros grupos. Por otro lado, hasta hace poco, cuando se pensaba en alguien que duerme de forma placentera, se imaginaba que roncaba, cuando roncar, en sí mismo, es anormal. Es el primer signo de la apnea del sueño, pero hay una resistencia a pensar en ello. En el caso de los niños, se debe a un desconocimiento de la enfermedad, que está en una fase más inicial. Tanto los progenitores como los pediatras deben tomar conciencia de ello. Éste es el camino que se debe recorrer.

¿Cómo se ha diagnosticado hasta ahora la apnea del sueño?

La prueba idónea es la polisomnografía, que consiste en estudiar el sueño del paciente en el hospital y vigilado. Se le colocan una serie de electrodos que detectan distintas señales del cerebro, los músculos, la respiración y el oxígeno en sangre. De este modo, se determina la fase del sueño en la que está el paciente. Cuando hay apnea del sueño, entre otras cosas, baja el oxígeno en sangre.

¿Por qué descienden los níveles de oxígeno? ¿Qué le sucede a una persona con apnea del sueño?

“La apnea del sueño provoca cansancio, somnolencia diurna y déficit de concentración”

La persona, durante un pequeño espacio de tiempo, deja de respirar y el nivel de oxígeno disminuye. Entonces, el cerebro lo capta y envía una serie de impulsos: la garganta se cierra y se juntan los músculos. El esfuerzo llega a despertar al paciente. Si una persona tiene 600 apneas y se despierta 600 veces, no puede tener un sueño de calidad y profundo, es decir, reparador. Las disminuciones de oxígeno provocan alteraciones cardiovasculares y la fragmentación del sueño, lo que redunda en un mayor cansancio, somnolencia diurna y déficit de concentración.

El polígrafo respiratorio ha tenido gran protagonismo en el último congreso de la Sociedad Europea de Respiratorio (ERS), ¿en qué consiste?

Es un sistema simplificado de diagnóstico que no emplea tantas señales ni tanta información como otros. En casos seleccionados, permite establecer el diagnóstico de gravedad de la apnea del sueño de forma similar a la polisomnografía que se realiza en el hospital. Se aplica de forma no vigilada y en el domicilio del paciente. Con ello se gana tiempo, ya que se tarda menos en tener el diagnóstico. Si fuera necesario que todos los pacientes pasaran por el hospital, se generarían largas listas de espera. En cambio, con este sistema simplificado, podemos usar hasta diez equipos a la vez. Es una forma más simple de obtener un diagnóstico que se puede utilizar en más pacientes, a un menor coste y que reduce las listas de espera.

¿Son muy extensas las listas de espera para someterse a una polisomnografía?

“El afectado consulta a una enfermera o al médico de cabecera, que son quienes remiten a la unidad del sueño”

El último estudio llevado a cabo por CIBERES en España señala que, para realizarse una polisomnogafía, los pacientes deben esperar casi 200 días, mientras que para la poligrafía, esperan un poco menos. Es necesario agilizar el tiempo de diagnóstico de la apnea del sueño.

¿Quién decide qué tipo de prueba se debe realizar al paciente?

De forma habitual, el neurólogo. El paciente con apnea del sueño consulta, en general, a una enfermera o al médico de cabecera. Cuando éste sospecha que está ante un posible caso de apnea del sueño, le remite a la unidad del sueño y, una vez que el especialista recibe al paciente, decide si se le debe realizar una polisomnografía, en el hospital, o una poligrafía, en el domicilio.

¿El paciente tiene que comprar el polígrafo?

Puesto que solo se utiliza una vez, no merece la pena. Los hospitales compran estos aparatos, tanto los de polisomnografía como de poligrafía. El paciente con sospecha de apnea del sueño acude al hospital y, cuando le corresponde realizar la prueba, se le enseña cómo funciona para que lo utilice en su casa. Al día siguiente, vuelve al hospital, se descargan los datos del aparato y se analizan. Además, en el estudio citado se han comparado los dos sistemas y, para evitar que el paciente tenga que trasladar el equipo, hemos analizado qué resultado se obtiene cuando una empresa de transporte se encarga de llevarlos y recogerlos de los domicilios. En este caso, cuando un paciente acaba de utilizarlo, la información se transmite por GPRS (telefonía móvil) al hospital.

¿Qué ventajas tiene este sistema?

“La polisomnografía detecta distintas señales del cerebro, los músculos, la respiración y el oxígeno en sangre”

Se evita que el paciente tenga que acudir al hospital para recoger y devolver el polígrafo. En una ciudad grande, a menudo no hay problemas, pero cuando una persona tiene su domicilio a 200 kilómetros del hospital o una movilidad reducida por una enfermedad u obesidad mórbida (los pacientes con apnea del sueño, con frecuencia, son obesos), lo mejor es evitar los traslados.

¿Cree que cambiará el escenario del diagnóstico de la apnea del sueño?

De momento, la prueba reina es la polisomnografía vigilada en el hospital, aunque la poligrafía respiratoria se perfila con más futuro, entre otras alternativas y en la mayor parte de los afectados. Los demás métodos en desarrollo podrían utilizarse en grupos de alto riesgo o de alta sospecha, para priorizar las listas de espera. Serían pruebas que se aplicarían antes de la polisomnografía.

UNA NARIZ ELECTRÓNICA Y UN SISTEMA DE VOZ

A la polisomnografía le han salido competidores. Además del polígrafo respiratorio, están en desarrollo -en fase experimental- otras técnicas diagnósticas, como una nariz electrónica y un sistema basado en la escucha de una grabación de voz del paciente. La nariz electrónica analiza los sonidos que se emiten al respirar y al hablar, que se transmiten a través de la nariz, en el aire que pasa por ésta y por la boca. Es mucho más económico que los sistemas disponibles en la actualidad y la prueba se puede realizar en el domicilio.

El grupo de Juan Fernando Masa, de Cáceres, ha desarrollado un método parecido que consiste en obtener el diagnóstico a través de la voz y del sonido. Se escucha por teléfono una grabación previa del paciente, a quien se pide que repita unas determinadas palabras. “El estudio está en marcha, aunque todavía no sabemos el resultado. Sin embargo, por la gama de sonidos, podemos acercarnos mucho al diagnóstico de la persona y a su gravedad”, indica Masa.

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