Los niños enfermos con una patología estable pueden permanecer hospitalizados en su domicilio. No tienen el alta médica, pero al menos se les da la posibilidad de recuperarse en su propio hogar. Reciben los cuidados de sus padres, que se convierten en sus enfermeros tras recibir una formación previa. La hospitalización a domicilio de pacientes pediátricos tiene ventajas respecto a la evolución física y desde el punto de vista psicológico. Así lo defiende Olga Escobosa, pediatra de la unidad HADO (Hospitalización a Domicilio) del Hospital Carlos Haya, de Málaga.
El objetivo principal es administrar a los niños, en su domicilio, las terapias de calidad hospitalaria.
Exacto. Los niños están hospitalizados o ingresados en sus casas. Son menores que han estado enfermos por distintas patologías y que se encuentran estables, pero necesitan supervisión.
Una de las más destacadas es que se evitan los desplazamientos a los hospitales y los niños hacen una vida más familiar con sus padres y hermanos o, al menos, lo más normal posible a pesar de estar enfermos. Desde el punto de vista psicológico, les ayuda mucho. No es lo mismo estar ingresados mucho tiempo en el hospital que en casa, ya que en el domicilio se evitan las complicaciones e infecciones del hospital y los padres se implican en el cuidado de sus hijos.
“Algunos padres no son capaces de asumir el cuidado de los niños que, en ocasiones, es excesivo”
Este ingreso es voluntario. Hay padres que no son capaces de trasladar al domicilio el ingreso de su hijo y prefieren el hospital, una decisión que comprendemos. Por eso, aunque les explicamos las ventajas de esta opción y las experiencias con otros pacientes, nunca se fuerza ni es obligatorio. El éxito se basa, sobre todo, en que accedan a él de forma voluntaria. Algunos padres no son capaces de asumir el cuidado de los niños que, en ocasiones, es excesivo: se convierten en los enfermeros de sus hijos, se agotan y los pequeños, que han ido a sus casas en una situación estable (de diferentes patologías), pueden tener recaídas y volver a ingresar en el hospital.
Este año ha aparecido la gripe A, pero otros años ya se convivía con la gripe estacional. Si se siguen las medidas de higiene y prevención adecuadas no supone un riesgo, con independencia de la gripe. Otra cuestión es que haya personas enfermas en la casa o en contacto con otros niños que vayan al colegio.
“El principal requisito para la hospitalización en casa es que los niños estén estables y que no se prevea un empeoramiento”
Desde la unidad les llamamos a diario por teléfono y, antes de que vayan a casa con el niño, les informamos sobre los cuidados de enfermería que deben asumir, les visitamos en su domicilio y tienen la opción de llamarnos para resolver las dudas.
En principio, tenemos un horario de ocho de la mañana a ocho de la tarde.
Las visitas del pediatra y de la enfermera dependen de cuándo son necesarias. Es algo variable, ya que algunos niños no las necesitan todos los días: se les visita una vez por semana o más. En cuanto al personal, la zona de Málaga capital está cubierta por dos enfermeras y una pediatra.
Debe tener una habitación con unas medidas higiénico-sanitarias mínimas, los padres deben formarse en los cuidados de enfermería correspondientes, disponer de un teléfono de contacto continuo y, en general, residir cerca del hospital.
Los pacientes deben estar estables, tener las condiciones oportunas que permitan desplazarles al domicilio y que no se prevea un empeoramiento. Si no es así, deben permanecer ingresados en el hospital.
“Atendemos de forma habitual a niños prematuros, con procesos oncológicos, problemas de alimentación o respiratorios y fibrosis quística”
Atendemos de forma habitual a niños prematuros, con procesos oncológicos; problemas de alimentación, que necesitan una bomba de nutrición para alimentación con sonda nasogástrica, o respiratorios, que precisan oxígeno, aerosoles, respiradores infantiles, ventilación mecánica a domicilio o aspiración de secreciones; y niños con fibrosis quística, que requieren tratamiento antibiótico a domicilio. Estos son los casos más comunes.
Ingresar a los niños en sus casas es una buena opción por las ventajas psicológicas para los pequeños y porque los padres están contentos y satisfechos. Habría que promocionar más esta atención hospitalaria a domicilio.
Hay unidades en Valencia y en Barcelona que atienden a niños con determinadas enfermedades oncológicas o a bebés prematuros. Nosotros hemos creado la primera unidad que atiende a pacientes pediátricos de todas las patologías. Desde hace alrededor de un año, hay otra unidad del mismo tipo en Alicante. Ahora los hospitales empiezan a implementarlas según nuestro modelo, que cuenta con una experiencia de diez años.
En el ámbito de la pediatría no hay muchas experiencias todavía. Sí es frecuente en Estados Unidos y en Reino Unido, aunque sobre todo con adultos.
La Unidad HADO de Málaga también atiende la hospitalización de bebés con bajo peso al nacer. La disponibilidad de esta unidad sobrepasa el método canguro, con el que la madre amamanta a demanda al bebé prematuro o de bajo peso. Pasa largas horas con él y procura el contacto piel con piel mientras permanece ingresado. Gracias a esta unidad, se puede enviar a los bebés a casa cuando sólo pesan entre 1.700 y 1.800 gramos; si se carece de este recurso asistencial, se les envía una vez que superan los 2 kilos, es decir, cuando pesan entre 2.200 y 2.300 gramos.
Con la hospitalización a domicilio, “estos neonatos engordan más rápido, tardan entre dos y tres semanas en alcanzar ese peso”, informa la pediatra Olga Escobosa. Para comprobar la ganancia de peso, a los progenitores se les suministra una báscula y se les encarga la tarea de pesarles y anotar el dato a diario, además de apuntar qué comen, sus constantes vitales y controlar el uso de las bombas de alimentación o de oxígeno. En estos casos, se les debe enseñar a aspirar las secreciones y otros cuidados.