Cómo disfrutar de la Navidad con salud

Seguir unas sencillas pautas de alimentación y actividad física, sin olvidar el descanso nocturno, ayudan a pasar las Navidades sin demasiados contratiempos para la salud
Por Montse Arboix 26 de diciembre de 2014
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Imagen: monkeybusiness

En Navidades, lo fácil es dejarse llevar y cometer excesos, descansar poco y abandonar toda actividad física. Todo ello puede pasar factura a la salud en mayor o menor medida: exceso de peso, incremento de los niveles de colesterol, estrés, somnolencia diurna, descontrol de la tensión arterial o de la diabetes, por citar algunos de sus efectos. Sin embargo, basta seguir unas recomendaciones para evitarlas. En este artículo se ofrecen consejos para pasar una Navidad saludable. También se aportan algunas medidas que ayudan a mantener a raya los resfriados.

La Navidad es un periodo del año en el cual es fácil caer en la tentación y abandonar los buenos hábitos adquiridos y mantenidos durante el resto del año. Es frecuente comer en exceso, sobre todo alimentos ricos en grasas y calorías, beber y fumar más de lo habitual, dejar aparcada la práctica del ejercicio físico y trasnochar. Estas prácticas pueden tener consecuencias en la salud de todas las personas, pero sobre todo, de quienes ya lidian con algún factor de riesgo (niveles elevados de colesterol, triglicéridos o ácido úrico, sobrepeso, etc.) o con una patología crónica ya establecida (obesidad, hipertensión arterial, diabetes o enfermedades cardiovasculares, renales o respiratorias, entre otras), sin olvidar a quienes ya pelean con la ansiedad y el estrés en su vida diaria.

Cuidar el corazón también en Navidad

Los consejos para disfrutar de unos días de Navidad -y los siguientes- sin demasiados infortunios en la salud pasan por actuar en consecuencia. Los especialistas de la Fundación Española del Corazón aportan unas sencillas recomendaciones que ayudarán a cuidar este órgano:

  • 1. Comer y beber con moderación: evitar los excesos y, sobre todo, no abusar de los alimentos ricos en grasas.
  • 2. Retomar la Dieta Mediterránea cuanto antes: cuando pasen las fiestas señaladas, es importante volver a la dieta equilibrada rica en fibra, frutas y verduras.
  • 3. Vigilar el peso: se considera que, debido a los festines navideños, cada español aumenta su peso una media de 500 gramos, aunque esta cifra se puede elevar en algunos casos a entre dos y tres kilos. La práctica de ejercicio físico durante las fiestas ayuda a prevenir este incremento.
  • 4. Procurarse un buen descanso: durante las fiestas es habitual no dormir lo necesario. Sin embargo, un adecuado descanso nocturno (entre siete y nueve horas al día) reduce en un 65% el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, ya que protege de factores de riesgo como la hipertensión arterial.

Consejos para una Navidad saludable

Las Navidades son una oportunidad de compartir tiempo y actividades al aire libre con la familia

Hay otras actitudes que pueden ayudar a disminuir los «efectos secundarios» de estas celebraciones. Aunque para muchos es complicado no ceder a las tentaciones, es importante tener en cuenta la alimentación en estas fechas. Los expertos recomiendan comer de todo sin caer en el exceso: se debe servir poca cantidad y disfrutar de cada bocado, con atención a lo que se come. Lo mejor: evitar cometer atracones. Los días de exceso se tendrían que limitar a las fechas festivas señaladas en el calendario y mantener una dieta equilibrada durante el resto de los días.

Seguir con la actividad física durante estas fechas ayuda tanto a mantener el peso como a controlar el estrés y a regular el descanso nocturno. También son una oportunidad de compartir tiempo y actividades al aire libre con la familia, como pueden ser los hijos, la pareja o los nietos. Cualquier excusa es buena para moverse: desde hacer largos paseos por el monte a jugar algún partido o andar en bicicleta.

Por último, hay que intentar mantener a raya el estrés. Según declaraciones de Antonio Cano, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS), también en Navidades hay que aprender a elegir entre todas las opciones disponibles para no exigirse demasiado. Los conflictos familiares latentes deberían solucionarse antes de estas fechas y, si no, evitar compartir mesa con personas con quienes no hay una buena relación. Para sortear la angustia asociada a la economía, lo mejor es tener muy claro cuál es la situación de cada uno, qué puede permitirse y adecuarse a su presupuesto. Se debe recordar que la felicidad está en los pequeños detalles.

Cuidado con los resfriados

El sentido común es la clave para evitar y afrontar los resfriados durante la época invernal. La principal premisa es no pasar frío. Esto no significa dejarse el presupuesto en tener la casa caldeada para ir en mangas de camisa en pleno invierno, que además es poco amable con el medio ambiente. Se trata de evitar las corrientes de aire, colocar alfombras en el suelo, taparse con una manta, colocarse calcetines de lana, unas buenas zapatillas o ponerse otro jersey.

Para salir a la calle, hay que utilizar guantes, gorro, bufanda y ropa de abrigo (interior y exterior). Siempre es mejor vestir de manera que se lleven diversas capas. Pero sobre todo, se deben evitar los cambios bruscos de temperatura, no solo para evitar el resfriado, sino para proteger el corazón, ya que el frío aumenta el riesgo de infarto de miocardio.

Otra propuesta es tomar medidas para frenar el contagio. En invierno, los lugares cerrados y con mucha gente son una receta propicia para que la enfermedad -que aunque leve para la mayoría, es muy contagiosa- se propague. Por ello, hay que seguir unas medidas higiénicas generales: taparse la boca y la nariz al estornudar o toser, siempre mejor con la manga del jersey que con la mano, utilizar pañuelos desechables y, sobre todo, lavarse las manos con frecuencia: es una de las maneras más fácil, barata y eficaz de frenar la transmisión de microorganismos.

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