Dos empresas del País Vasco están desarrollando un dispositivo que puede ser una revolución en el mundo de la asistencia a los ancianos. Conscientes de las limitaciones del sistema de telealarma en su concepción actual, Ingema (Instituto Gerontológico Matía) y Fatronik han puesto en marcha un programa de investigación para sacar al mercado un nuevo ingenio dotado de mayores prestaciones.
El dispositivo recibe el nombre de «sistema de monitorización remota y detector automático de caídas» y se encuentra aún en fase de prototipo, aunque sus promotores esperan que pueda lanzarse al mercado en un plazo de dos meses.
Como su propio nombre indica, esta telealarma puede detectar si su portador ha sufrido una caída y activar por sí misma una llamada al centro de asistencia. «Una de las principales limitaciones de las telealarmas actuales es que deben ser activadas por sus portadores», explica Javier Yanguas, director de investigación de Ingema.
«Cuando un anciano tiene una caída o sufre un ataque -añade- es muy probable que sea incapaz de darle al botón de la telealarma, bien porque se ha quedado inconsciente, o bien porque no puede hacerlo por un impedimento físico. Además, en un momento así la tensión nerviosa puede hacer que te olvides de que tienes la telealarma». La experiencia acumulada por los especialistas de Ingema les lleva a sostener que la telealarma actual también resulta ineficaz en casos de demencia senil o incluso cuando al portador «le da corte» activar el dispositivo.
El nuevo sistema, recuerdan sus promotores, no requiere ser activado por el anciano. Es en este terreno donde la tecnología desempeña un papel fundamental. La empresa Fatronik, especialista en mecatrónica y nuevas tecnologías, ha desarrollado un dispositivo que incorpora las últimas mejoras tecnológicas. José Miguel Azkoitia, director tecnológico de Fatronik, dice que «el objetivo ha consistido en detectar el acto de la caída y reducir de manera radical las falsas alarmas, que se habían convertido en uno de los principales problemas». Para ello se han incorporado al mecanismo «un conjunto de sensores adaptados junto a un algoritmo controlado y optimizado».
Anular el mensaje
La nueva telealarma brinda la posibilidad de anular el mensaje lanzado automáticamente por el mecanismo. «Si el portador no ha sufrido daños en la caída y es capaz de incorporarse para reanudar sus actividades normales, podrá desactivar el aviso apretando simplemente un botón», indica Azkoitia.
Una de las principales ventajas del nuevo dispositivo será la sensación de seguridad que ofrecerá a sus usuarios. Yanguas recuerda que a partir de ciertas edades el temor a las caídas está presente de forma permanente en la cabeza de un buen número de ancianos. «Caerse es uno de los problemas más comunes de la gente mayor», dice el especialista.
«El temor a las consecuencias de las caídas resta seguridad a los mayores y es un factor que induce a la ansiedad e incluso a la depresión», insiste Yanguas, que confía en que el nuevo dispositivo contribuya a mejorar la calidad de vida de los mayores.
La segunda gran ventaja del sistema en desarrollo es que permitirá localizar al usuario mediante señal de GPS (a través de satélite). La telealarma actual sólo funciona en el hogar, lo que en algunos casos limita la movilidad de su portador. Con el nuevo dispositivo, el usuario podrá ser localizado en caso de que sufra un incidente cuando por ejemplo se encuentre de compras o de paseo. «El mensaje SMS que transmitirá de forma automática el dispositivo al detectar una caída incluirá la localización exacta del titular del aparato mediante GPS», explica Azkoitia.