A medida que vamos cumpliendo años, cuesta más conciliar el sueño; a esto se suma la calidad del sueño, cada vez menor y las continuas interrupciones nocturnas, bien porque la vejiga no aguanta toda la noche, bien porque las preocupaciones, malestar u otros trastornos lo impiden. El hecho es que cuesta más dormirse, el sueño es menos profundo y, en general, se dormita más a lo largo del día en diferentes momentos. ¿Cuántas horas debe dormir una persona adulta para encontrarse saludable y a pleno rendimiento? Diferentes expertos coindicen en que deben hacerlo una media de 7-8 horas.
⏰ ¿Cuántas horas debemos dormir?
Un panel de expertos en sueño de la National Sleep Foundation, instituto de investigación estadounidense sin fines de lucro, publicó una serie de recomendaciones respecto a las horas que debemos dormir en función de la edad. En él subrayaba que mientras que un adolescente con edades comprendidas entre 14 y 17 años debería dormir entre 8,5 y 9,5 horas al día, los adultos mayores de 65 años deben descansar entre 7 y 8 horas al día y los adultos entre 26 y 64 deben dormir entre 7 y 9 horas.
Sin embargo, por mucho que los médicos y expertos insistan en que es muy importante que los adultos mayores descansen y duerman un mínimo de 7 horas, no todos lo logran y las razones son múltiples y variadas.
🥱 ¿Por qué a las personas mayores les cuesta tanto dormir?
Las razones pueden ser muy diversas:
- Problemas físicos. Muchos ancianos tienen problemas respiratorios, incluso pueden estar conectados a bombonas de oxígenos, etc., lo que imposibilita todavía más la conciliación y la calidad del sueño. A esto se suman los dolores crónicos como artrosis, artritis, reumas y la necesidad de orinar muchas veces durante la noche, es lo que se conoce como hipertrofia de próstata en hombres, aunque también afecta a las mujeres. En general, el dolor, las molestias y la necesidad de tomar calmantes hace que se despierten a menudo y no descansen lo suficiente.
- Problemas psíquicos y/o psicológicos. Son muchos los hombres y mujeres que viven solos y que lo hacen durante años. Esta soledad puede provocar ansiedad, además de depresión, tristeza… un escenario que empeora por una pérdida de autonomía cada vez mayor. Esta situación se agrava en casos de demencia y otras enfermedades como Alzheimer, etc.
- Sedentarismo. La falta de ejercicio físico hace que no se sientan cansados por la noche, mientras que dormitan más durante el día, sobre todo si se encuentran delante de la televisión, en el sofá, etc.
- Medicación. Las enfermedades crónicas o agudas hacen que muchos mayores deban tomar medicamentos y en muchos casos uno de los efectos secundarios es el insomnio o el trastorno del sueño.
📝 Tratamientos: ¿cómo mejorar la calidad del sueño?
- Fijar un horario regular para dormirse. Los expertos recomiendan que se marque una hora determinada para irse a la cama y otra para despertarse, y que se cumpla todos los días para evitar las variaciones del sueño. El doctor Esmeraldo Cano asegura que es importante, igual que en los adultos y jóvenes, no estimularse demasiado a estas horas de la noche, por eso recomiendan no ver la televisión hasta el momento justo de acostarse, sino estar tranquilos, hojear una revista, leer un libro, etc.
- No tomar demasiados líquidos ni bebidas estimulantes. Este es un consejo importante porque si se toma un café o un te por la tarde/noche las posibilidades de conciliar el sueño disminuyen, además de que los líquidos hacen que tengan que la necesidad de orinar por la noche sea mayor y se tengan que despertar más veces.
- Hacer algo de ejercicio físico todos los días. En función del estado de salud de cada uno, conviene moverse, cada uno lo que pueda. No solo es recomendable desde un punto de vista físico porque así el organismo se cansa y es más fácil dormirse antes y descansar mejor, sino porque se sale a la calle. Tan importante como ejercitar el cuerpo es ejercitar la mente; mientras se da un paseo las personas mayores hablan con vecinos, amigos, se sientan a tomar el sol … .
- Conseguir unas óptimas condiciones para dormir. Lograr las condiciones ideales de descanso pasa por buscar la máxima comodidad tanto en la propia cama como en las sábanas y pijamas que se utilicen para dormir. La habitación debe estar a oscuras y lo más aislada posible del ruido. Una temperatura optima, en torno a los 18 grados, es también otro elemento que ayuda a mejorar el sueño.
