Desarrollan una terapia génica que repara los pulmones no aptos para trasplante

La técnica consiste en aplicar sobre el órgano un gen regulador en una cámara especial fuera del cuerpo del donante y antes de la intervención
Por EROSKI Consumer 30 de octubre de 2009

Investigadores de la Universidad de Toronto en Ontario (Canadá) han desarrollado una nueva terapia génica que repara los pulmones donados que tienen daños que impiden su trasplante. El tratamiento sana los pulmones gracias a la infusión del gen regulador IL-10 en una cámara especial fuera del cuerpo del donante y antes del trasplante, tal como se detalla en la revista «Science Translational Medicine».

Los enfermos con trastornos pulmonares graves como el enfisema y la fibrosis quística a menudo necesitan nuevos pulmones para sobrevivir. Sin embargo, más del 80% de los pulmones donados están muy inflamados y funcionan con dificultad. Los cirujanos de trasplantes suelen rechazar estos órganos dañados para evitar las complicaciones graves, ya que las cirugías de éxito requieren pulmones de donantes sanos.

Dirigidos por Marcelo Cypel y Shaf Keshavjee, los científicos diseñaron un tratamiento para sanar estos pulmones dañados. Para ello aislaron los órganos en una cámara de cristal fuera del organismo y los mantuvieron en funcionamiento con un sistema de perfusión capaz de bombear de forma continua una solución con oxígeno, proteínas y nutrientes. A diferencia del método actual que preserva los órganos en bolsas sobre hielo, el sistema de perfusión pulmonar mantiene los pulmones a la temperatura normal del organismo, unos 37ºC, lo que permite a la maquinaria celular de los pulmones funcionar con eficacia.

Los pulmones de cerdo que en este experimento pasaron por la terapia genética con IL-10 y la perfusión pulmonar durante 12 horas mostraron un mejor funcionamiento y menos inflamación cuando se trasplantaron a los animales. Tras medir el flujo sanguíneo y el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono en los cerdos que recibieron el trasplante pulmonar, los investigadores verificaron que la terapia genética con IL-10 restableció el funcionamiento pulmonar. Además, el mismo tratamiento mostró resultados similares en pulmones humanos que habían sido rechazados para su trasplante. Los investigadores descubrieron que IL-10 suprimía la inflamación, restauraba los alvéolos y mejoraba el funcionamiento de los pulmones dañados.

Esta técnica podría aumentar las reservas de pulmones útiles para las cirugías y dar lugar así a resultados más seguros y exitosos en los pacientes que reciben un trasplante pulmonar, explican los autores. No obstante, se tendrán que realizar más estudios para comprobar si estos pulmones mantienen su funcionamiento a largo plazo en los pacientes, apuntan.

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