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¿Qué son las micobacterias no tuberculosas (MNT)?
Las MNT son un grupo de bacterias que se encuentran de forma natural en el medio ambiente. Las micobacterias no tuberculosas están presentes en lugares tan cotidianos como el agua del grifo, los cabezales de la ducha, el vapor de las duchas de hidromasaje, el suelo de jardines y macetas e, incluso, en el polvo del aire. La mayoría de las personas están expuestas a ellas a diario y sin enfermar.
En cambio, en personas con enfermedades respiratorias previas (como EPOC, asma, bronquiectasias o aquellas que han sufrido una neumonía grave) las MNT pueden causar infecciones pulmonares crónicas. Esto se debe a que los pulmones dañados ofrecen un entorno más favorable para que estas micobacterias se instalen y se multipliquen, dificultando su eliminación.
Además, otros factores como la edad avanzada (especialmente mayores de 65 años) y un sistema inmunitario debilitado aumentan el riesgo de desarrollar esta enfermedad.
📊 El 50 % de las personas con bronquiectasias pueden tener una enfermedad pulmonar MNT activa, y quienes padecen EPOC son hasta 16 veces más propensos a desarrollarla.
¿Qué síntomas provoca la infección por MNT?
Uno de los principales problemas de esta enfermedad pulmonar es que los síntomas pueden confundirse fácilmente con los de otras afecciones respiratorias. Esto hace que muchas personas vivan con la infección durante años sin saberlo. Los síntomas más comunes incluyen:
- Tos persistente, que puede ser seca o con secreciones. Esta tos puede aparecer y desaparecer, pero suele mantenerse durante largos períodos, especialmente por la noche. ⚠️ Si la tos incluye sangre, es fundamental acudir al médico de inmediato.
- Cansancio o fatiga: una sensación de agotamiento que dificulta realizar actividades cotidianas.
- Disnea o dificultad para respirar. Puede aparecer incluso en tareas simples, y a veces se acompaña de silbidos o sensación de opresión en el pecho.
- Pérdida de peso y apetito. Estos síntomas suelen surgir de forma repentina.
- Fiebre, que puede ir acompañada de escalofríos y sudores nocturnos.
- Infecciones respiratorias recurrentes, que no mejoran a pesar de tomar medicamentos durante semanas o meses.
Si ya se padece una enfermedad respiratoria, la infección por MNT puede agravar los síntomas habituales, dificultando aún más el diagnóstico.

¿Qué ocurre en los pulmones?
Cuando estas bacterias son inhaladas, llegan a los pulmones y comienzan a multiplicarse. El sistema inmunitario responde enviando macrófagos, unas células encargadas de eliminar agentes externos. Sin embargo, las MNT tienen una barrera protectora que les permite sobrevivir dentro de los macrófagos, destruirlos y seguir propagándose.
Esto provoca dos tipos de lesiones pulmonares:
1. Nódulos pulmonares
Se forman cuando los macrófagos se agrupan para intentar contener la infección. Al no lograrlo, el cuerpo envía más células, creando una capa dura que da lugar al nódulo. Estos pueden crecer y presionar las vías respiratorias, causando tos, silbidos y dificultad para respirar.
2. Cavidades pulmonares
Son lesiones más graves. La infección destruye el tejido pulmonar, dejando agujeros que no se reparan. Si se extienden, pueden afectar seriamente a la función pulmonar.
Ambos tipos de daño pueden evolucionar hacia una insuficiencia respiratoria crónica, que en casos graves requiere hospitalización, oxígeno suplementario, respiración mecánica o incluso cirugía para eliminar las zonas pulmonares afectadas.
Diagnóstico de infección por MNT
Dado que estamos ante una enfermedad progresiva, el diagnóstico precoz es esencial. Ante la sospecha, el médico puede realizar:
- Exploración física completa.
- Revisión de antecedentes médicos y familiares.
- Análisis de esputo (flemas) para detectar la presencia de MNT.
- TAC pulmonar para evaluar el daño.

¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento depende del grado de evolución de la enfermedad. Por lo general, incluye estos pasos:
- Inicio: administración de al menos tres antibióticos diferentes.
- Seguimiento: análisis de esputo cada 1-2 meses para evaluar la respuesta al tratamiento.
- A los seis meses: revisión de resultados para confirmar si la infección ha desaparecido.
- Mantenimiento: tratamiento adicional durante 12 meses tras la negatividad del test para evitar recaídas.
👉 Prevención y cuidados si tienes riesgo de infección por MNT
Las personas con mayor riesgo pueden reducir su exposición con medidas sencillas, entre ellas:
- Elevar la temperatura del agua en la caldera a más de 55 °C.
- Ducharse durante menos tiempo y ventilar bien el baño.
- Desinfectar el cabezal de la ducha con lejía.
- Hervir el agua para beber o cocinar durante 10 minutos.
- Usar mascarilla para evitar la inhalación de polvo.
- Mantener húmeda la tierra de macetas y jardines.
Además, llevar un estilo de vida saludable es clave para una buena evolución. Se recomienda:
- No fumar.
- Realizar ejercicio físico a diario.
- Seguir una dieta equilibrada.
- Practicar técnicas de fisioterapia respiratoria para eliminar el exceso de secreciones que se va a producir en el interior de los pulmones debido a la infección.
¿Y si no es MNT?
La tos crónica puede tener muchas otras causas. Si quieres saber más, visita la web de Fundación Lovexair o escríbenos aquí. Estamos para ayudarte.