Todo lo que haces mal con los guantes

Llevar guantes no impide que nos toquemos la cara y puede hacer que no tomemos otras precauciones frente al coronavirus. Descubre los errores que cometemos con más frecuencia
Por María Huidobro González 11 de junio de 2020
guantes covid-19
Imagen: soumen82hazra

El uso de guantes en la calle no está indicado para la población general con el fin de protegerse de la COVID-19. ¿Por qué? Entre otras cosas, porque no los utilizamos de modo correcto, así que podría aumentar el riesgo de contagios por coronavirus. La Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (SEMPSPH) enumera en sus recomendaciones sobre el uso de guantes varios errores que cometemos con ellos. También los dermatólogos del Grupo Español de Investigación en Dermatitis de Contacto y Alergia Cutánea (GEIDAC) apuntan otras equivocaciones en las que caemos con los guantes; lo hacen en sus recomendaciones para minimizar el daño cutáneo derivado del uso de equipos de protección individual (EPI) frente al SARS-CoV-2.

? Llevar guantes no impide que nos toquemos la cara —como cuando no los tenemos— y nos podamos infectar de coronavirus. A veces gestos de los que no somos conscientes nos pueden jugar una mala pasada: ajustarnos las gafas o la mascarilla, apartarse el pelo de la cara, arrascarnos por un picor…

? ¿Lavas los guantes o te echas gel sobre ellos? Pues debes saber que la higiene de manos sobre guantes es menos efectiva que sobre las manos. En un guante pueden quedar pliegues donde no acceden los productos de base alcohólica o el jabón. Además, es posible que se erosione por los productos de limpieza, dejando lugares que pueden convertirse en potenciales reservorios de microorganismos. «Siempre se debe realizar la higiene sobre la piel«, recuerdan los dermatólogos.

? ¿Cada cuánto te cambias de guantes? Este artículo es poroso y pierde la impermeabilidad a los 20-30 minutos de uso, tal y como apuntan los expertos de la piel. Además, la falta de recambio favorece la maceración de las manos provocando una dermatitis irritativa de contacto.

? No se toman otras precauciones. Los guantes generan una falsa sensación de seguridad en el usuario. Llevarlos puestos puede hacer que no se evite el contacto con superficies potencialmente contaminadas y que, después de utilizarlos, no se realice una adecuada higiene de manos. Es decir, hay que lavarse las manos antes y después de utilizar guantes.

? Poner los guantes sobre las manos húmedas. «Este gesto podría causar una maceración que desencadenaría una dermatitis de contacto irritativa», apuntan desde el GEIDAC. Si te las lavas con agua y jabón, secátelas bien y rápido. Y si usas gel hidroalcohólico, haz como dice la Organización Mundial de la Salud (OMS): vierte una cantidad de producto en la palma de la mano, extiéndelo por la superficie de ambas manos y frótalas hasta que se sequen; te llevará unos 20-30 segundos.

? La contaminación pasa desapercibida por la pérdida de tacto. Para explicarlo mejor, los expertos en medicina preventiva ponen un ejemplo: al tocar una barandilla sobre la que alguien haya estornudado, con el guante no se percibirá que está húmeda, por lo que se retrasará la higiene de manos y aumentarán las posibilidades de contagio o contaminación de otras superficies.

? Disminuye la frecuencia de higiene de manos. Emplear guantes de forma habitual reduce esta buena costumbre que estamos adquiriendo en esta pandemia, lo que implica un incremento de los contactos de riesgo con superficies potencialmente contaminadas, con la cara o con la mascarilla.

? ¿Cómo te quitas los guantes? No es fácil quitárselos sin contaminarse las manos. Hacerlo bien requiere de una técnica específica que describe la farmacéutica y divulgadora Gemma del Caño: “El primero lo retiraremos pinzando desde el centro y lo tiraremos si es posible y, si no, lo recogeremos con la otra mano. Y después, con nuestra mano desnuda, debemos introducir el dedo por la zona de la muñeca para no tocar el exterior del guante y tirar”.

? Y, además, los abandonamos donde no corresponde. Las multas por tirar los guantes al suelo pueden llegar hasta los 3.000 euros, como confirman desde la Guardia Civil. Además, deben ir siempre al contenedor de resto (gris, el de toda la vida) o a las propias papeleras de las calles, nunca al contenedor amarillo.

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