Investigadores españoles diseñan un sistema para evitar las colisiones de los aviones

El dispositivo se activaría en caso de que los recursos disponibles no fueran suficientes para impedir un posible accidente
Por EROSKI Consumer 26 de julio de 2003

Un equipo de científicos y tecnólogos españoles ha diseñado un sistema que permitirá evitar las colisiones de los aviones, tanto entre ellos como con tierra, y reconducirlos de forma completamente automatizada. La investigación, basada en un modelo de inteligencia artificial que se perfecciona por aprendizaje en varias fases de simulación, se está llevando a cabo en la Facultad de Informática de la Universidad Politécnica de Madrid.

Las primeras informaciones indican que el sistema se activaría cuando los recursos del piloto y del Control del Tráfico Aéreo no fueran suficientes para detectar y evitar un posible accidente, e incluso en el supuesto caso de que las decisiones tomadas fueran erróneas. Así, el dispositivo encauzaría la nave de forma automática por el camino trazado en el plan de vuelo inicial.

Según los promotores de esta iniciativa, el proyecto podría servir para evitar siniestros como el del «Yakolev 42» -tragedia en la que perdieron la vida 62 soldados españoles-, para impedir que un secuestrador tome los mandos del aparato y para conocer y esquivar una zona con condiciones climatológicas adversas. El responsable de la investigación, José María Barreiro, adscrito al Departamento de Inteligencia Artificial de la Facultad de Informática, aseguró que «el sistema está basado en una patente -registrada en Estados Unidos- del español Santiago Álvarez de Toledo, doctor en Inteligencia Artificial».

Barreiro y Álvarez de Toledo revelaron que en el desarrollo de este proyecto intervienen, entre otros, la Sociedad Europea Aeroespacial y de la Defensa (EADS) y las empresas españolas Construcciones Aeronáuticas (CASA) y Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA).

A juicio del doctor Álvarez de Toledo, se trata de «un sistema de seguridad adicional» que garantizaría una respuesta adecuada ante un imprevisto. Asimismo, hizo una clara diferenciación entre el nuevo dispositivo y los pilotos «automáticos» actuales, que proporcionan la información a la tripulación «pero exigen una reacción a tiempo».

En las simulaciones anti-colisión realizadas por los expertos se pudo comprobar cómo la nave, tras un periodo de aprendizaje -que se sitúa en unos 35.000 intentos-, era capaz de sortear en vuelo numerosos obstáculos hasta aterrizar en la pista adecuada.

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