La ciencia logra importantes avances en el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares

Uno de los más trascendentales está relacionado con la arteriosclerosis
Por EROSKI Consumer 3 de agosto de 2002

La investigación científica está logrando en los últimos años importantes avances en el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares. Uno de los más trascendentales, y que va a revolucionar sin duda este campo, se relaciona con el tratamiento de la arteriosclerosis, dolencia desencadenada por la acumulación de placas de grasa en las arterias.

El causante de las complicaciones cardiovasculares es una proteína llamada LDL, que todo el mundo conoce como «colesterol malo». El excedente de grasa que genera el organismo se va pegando a las paredes de las arterias hasta reducir significativamente su anchura. Ése es el origen de problemas como la angina de pecho o el infarto.

Una de las soluciones que la cardiología ha aportado en los últimos tiempos para evitar una intervención quirúrgica es la colocación de «stents», una especie de tubos con una malla. En lugar de someter al paciente al mal trago que supone la colocación de un «by-pass», lo que se hace, siempre que es posible, es reforzar el vaso dañado con «stents».

La intervención tiene como ventaja que no requiere cirugía. Un instrumento llamado catéter se introduce por la ingle, llega hasta la arteria dañada y la recompone con la malla. Pero tiene una pega, según ha detallado el cardiólogo Enrique Molinero. En un tercio de los casos, pasados seis meses, la arteria dilatada vuelve a estrecharse. Es como si cicatrizara la lesión y la tubería que es la vena volviera a cerrarse.

La buena noticia es que se han realizado pruebas «muy esperanzadoras» con «stents» impregnados de medicamentos, uno de ellos la rapamicina, que impiden la aparición de complicaciones. En algunos casos, el riesgo de reestenosis, que es como se llama este problema, se sitúa sólo en el 9%, pero en la mayoría es cero. «El optimismo en la profesión es muy alto», afirma Molinero.

Los «stents» recubiertos con medicamentos ya han comenzado a utilizarse en Europa, pronto lo harán en España y Estados Unidos y es muy previsible que su uso se generalice en dos o tres años. «Lo que hay que intentar es llegar lo más tarde posible a estas soluciones y la receta para conseguirlo es sencilla. Basta con no fumar, evitar el sobrepeso con una dieta equilibrada y hacer ejercicio. Basta con caminar media hora al día», subraya Molinero.

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