La Comisión Europea descartó ayer que el consumo de la leche de animales enfermos pueda transmitir el hombre la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) o mal de las vacas locas. «Nuestros científicos excluyen la leche como factor potencial de transmisión de la EEB», indicó la portavoz del comisario europeo de Protección de los Consumidores, David Byrne.
«Queremos saber más sobre el tema, pero no se puede crear pánico entre los consumidores cada vez que se empieza una nueva investigación sobre las vacas locas», añadió. El Gobierno británico analizará de nuevo la leche de los animales afectados, a pesar de que estudios precedentes dieron resultados negativos.