La gripe provoca más de 3.000 muertes al año en España

Muchos de estos fallecimientos podrían prevenirse mediante la vacunación. Entre el 40% y el 60% de pacientes considerados de riesgo no se vacunan
Por EROSKI Consumer 25 de octubre de 2007

La gripe, una enfermedad considerada poco o nada grave, es la causa de 3.000 muertes anuales en España, la mayoría personas que sobrepasan los 65 años. Los fallecimientos sobrevienen por complicaciones asociadas al virus, que pueden prevenirse en gran medida mediante la vacunación.

Pese a los continuos llamamientos de los expertos a la sensibilización para tomar la vacuna antigripal, sobre todo en los grupos de riesgo más expuestos a la enfermedad, sólo los mayores de edad suelen seguir las recomendaciones de los especialistas.

El índice de vacunación total contra la gripe, que ronda el 25%, supera en algunos puntos a los países europeos de nuestro entorno, pero en lo que afecta a los sectores más vulnerables ante el virus no se alcanzan las tasas deseables, según se desprende de la encuesta sobre vacunación antigripal 2007, realizada entre 1.025 personas mayores de 15 años por la Asociación Española de Pediatría (AEP) y la Sociedad Española de Quimioterapia (SEQ).

Enrique Bernaola, coordinador del comité asesor de vacunas de la AEP, alertó durante la presentación del sondeo que un alto porcentaje de personas incluidas entre los grupos de riesgo, y que por tanto necesitan mayor protección ante la infección gripal, no se vacunan. «Entre los diabéticos sólo lo hace un 60%, un 50% entre los cardiópatas y no llega al 40% entre los enfermos respiratorios crónicos», afirmó.

Grupos de riesgo

Los principales destinatarios de la vacuna deben ser los niños entre los seis meses y los cinco años de edad y los mayores de 65 años. Los especialistas también aconsejan la vacunación a niños y adultos con patologías crónicas, mujeres embarazadas cuyo segundo y tercer trimestre de gestación vaya a coincidir con la temporada gripal, trabajadores sanitarios o geriátricos, personal de guarderías infantiles, y trabajadores de otros colectivos como bomberos, policía y cuerpos de seguridad, además de las personas que viajan al extranjero.

Pero entre todos los colectivos, especial atención requieren los niños. «Son los grandes diseminadores de la gripe, se infectan con una mayor cantidad de virus y son capaces de contagiar durante mucho más tiempo a la población», afirma Bernaola. Está demostrado incluso, según el doctor, «que cuando los niños se vacunan, disminuye la mortalidad de los adultos, sobre todo de los mayores de edad. Los niños son los grandes transmisores de la enfermedad».

De cara al futuro, los expertos auguran que el panorama gripal va a empeorar en los próximos años, ya que el número de personas de más de 80 años aumentará, así como la cantidad de gente con patologías crónicas, las hospitalizaciones y la mortalidad asociada a la gripe.

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