Los enfermeros y enfermeras son clave para las personas con diabetes

El sector de la enfermería desempeña un papel fundamental en la formación de los pacientes diabetológicos
Por Laura Alemán Arteaga 15 de mayo de 2019

Fomentar la educación y la formación diabetológica entre todas las personas que padecen esta enfermedad es uno de los principales objetivos de la Federación Española de Diabetes (FEDE). Y no solo eso. También constituye el primer punto de la I Declaración de Derechos de las Personas con Diabetes en España (2017). Y es que, como señalamos hace unos meses, “el saber es poder, también en diabetes“. En este artículo nos fijamos en los profesionales de enfermería. Explicamos de qué manera pueden ayudar a que las personas con diabetes conozcan mejor su enfermedad.

Img papel enfermeria diabetesImagen: rawpixel

Es necesario que las personas con diabetes, jóvenes, adultos y mayores, tengan una buena formación sobre todo lo relativo a su patología (tratamiento farmacológico, hábitos de vida saludables, posibles complicaciones, etc.) para que logren un buen control de la misma. Este proceso de aprendizaje se desarrolla a lo largo de toda su vida y de él es responsable, por un lado, el propio paciente, que debe comprometerse con el cuidado de salud y, por otro lado, los profesionales sanitarios que le acompañan en este camino, con un protagonismo especial de las enfermeras y los enfermeros.

La enfermería representa un ámbito de la atención sanitaria fundamental para los pacientes con diabetes, puesto que sus profesionales son los encargados de guiar a estas personas en cuestiones tan esenciales como la adopción de hábitos de vida saludables, que en numerosas ocasiones tiene entre sus objetivos el control del peso, o la iniciación y el seguimiento del tratamiento farmacológico, que puede incluir algunos retos, como aprender a administrarse insulina. Así, tanto en el momento del debut, como en el proceso de aprendizaje y en el seguimiento regular, las enfermeras educadoras llevan a cabo un papel fundamental, tal y como se muestra en este vídeo elaborado por Enfermería TV para visibilizar su labor. En cualquiera de estos casos, estos expertos evalúan el grado de conocimiento y la actitud del paciente hacia su patología, prestándoles las «herramientas formativas» para que pueda mejorar su autocontrol y autonomía.

Los beneficios de la mejora de la educación diabetológica sobre la calidad de vida de las personas con diabetes han sido muy demostrados. Sin embargo, hoy en día, en torno a la mitad de las personas con diabetes no ha recibido ningún tipo de educación diabetológica y la enfermería no tiene todo el papel que sería deseable, en espacios más allá de los hospitales y centros de salud.

Plataforma Estatal de Enfermera Escolar

Pero si bien la educación diabetológica es un proceso que acompaña a la persona con diabetes a lo largo de toda su vida, si hay una etapa en la que la enfermería adquiere un papel aún más esencial, esa es la infancia. Por eso, en los últimos años, FEDE ha trabajado intensamente para lograr que la figura de la enfermera escolar esté presente.

En este sentido, uno de los pasos más recientes ha sido la creación de la Plataforma Estatal de Enfermera Escolar, uniéndose, para ello, al Sindicato de Enfermería (SATSE), la Asociación Nacional de Profesionales de la Enseñanza (ANPE) y el Foro Español de Pacientes (FEP).

Este espacio de colaboración nació el pasado mes de abril con una misión clara: lograr la implantación generalizada de esta figura en todo el territorio nacional. Y es que la enfermera escolar es una profesión consolidada en países como Reino Unido, Francia y Suecia, pero en España, para los 32.000 centros educativos que atienden a cerca de nueve millones de alumnos, solo hay 370 enfermeras escolares. Su representación es, por lo tanto, residual y poco uniforme entre las distintas comunidades autónomas y no cuenta con una regulación clara, razón por la que desde la Plataforma Estatal de Enfermera Escolar se pretende trasladar esta necesidad a las administraciones públicas con el fin de analizar de manera conjunta esta situación y dar los pasos necesarios para aprobar esta «gran asignatura pendiente» de nuestro sistema sanitario y educativo.

Una de las grandes necesidades no cubiertas en diabetes, a las que se daría respuesta con esta figura, sería la asistencia a los cerca de 10.000 menores de 15 años que viven con diabetes tipo 1 en España y que en muchos casos requieren de apoyo, durante la jornada escolar, para controlar su diabetes (medición de los valores de glucosa en sangre, inyección de insulina, actuación en casos de hiperglucemia o hipoglucemia, etc.). Esta función a menudo se ven obligados a asumirla los padres o las madres, teniendo que abandonar su trabajo, o los propios profesores, con su mejor voluntad, pero a menudo sin la formación necesaria. La presencia de una enfermera escolar cubriría este vacío, facilitando la conciliación de la vida laboral de las familias con niños con diabetes y supervisando el bienestar de estos pacientes tan jóvenes.

Pero la labor de los profesionales de enfermería escolar podría ir mucho más allá, ya que impulsaría la formación del alumnado en otros ámbitos sanitarios, tales como la educación sexual y la promoción de hábitos de vida saludable; y el asesoramiento a las familias y al profesorado en materia sanitaria, favoreciendo así la mejora de la calidad de vida de los pequeños con necesidades especiales, pero también del resto de la comunidad educativa.

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