El saber es poder, también en diabetes

La educación diabetológica es una herramienta fundamental para una adecuada gestión de la diabetes, ya que mejora el conocimiento de los pacientes y, por tanto, su nivel de control
Por Laura Alemán Arteaga 16 de enero de 2019

La conocida frase “El saber es poder” se puede aplicar a muchos ámbitos de la vida, y la gestión de la diabetes no es una excepción. Las personas que padecen esta patología se enfrentan a numerosos retos, puesto que en su desarrollo intervienen numerosos factores (edad, peso, variabilidad glucémica, etc.). Por lo tanto, es importante que tengan acceso a una formación terapéutica en diabetes, personalizada y continuada en el tiempo, porque esto les ayudará a controlarla y a retrasar o prevenir sus complicaciones. En este artículo recopilamos algunos recursos formativos útiles y fiables para las personas con diabetes.

Img saber poder diabetesImagen: Niek Verlaan

El concepto de «educación diabetológica» reúne aquellos conocimientos que las personas con diabetes deben aprender para gestionar su patología. Desde la Federación Española de Diabetes (FEDE), se considera la piedra angular en torno a la que se agrupan los pilares del tratamiento de la diabetes: hábitos saludables en materia de alimentación, deporte o actividad física y el componente farmacológico.

No obstante, según el informe ‘Educación terapéutica y autocuidado: resultados del estudio observacional transversal Diabetes Attitudes, Wishes and Needs 2 (DAWN 2) en España’, publicado en 2015, cerca del 41 % de las personas con diabetes tipo 2 reconoce no haber recibido educación diabetológica, porcentaje que asciende hasta el 79 %, en el caso de sus familiares. Esta cifra explica que muchos pacientes no logren gestionar de forma adecuada esta condición, por falta de conocimiento.

Este déficit formativo se agrava, además, por un arma de doble filo: el aumento de la ingente cantidad de información sobre la diabetes y sus tratamientos, a la que a día de hoy se puede acceder de modo sencillo a través de Internet. Si bien es positivo por un lado, por otro no lo es tanto, pues algunas fuentes de información no resultan fiables y los bulos se extienden con facilidad, contribuyendo a la confusión y creando falsas expectativas en torno a la eficacia de ciertos tratamientos milagrosos. Por eso, es importante que los textos y materiales formativos sean supervisados por profesionales sanitarios y actualizados de manera periódica.

Puesto que el inicio del año es un momento idóneo para ponerse objetivos y trabajar para conseguirlos, desde FEDE nos hemos propuesto contribuir a la mejora de la educación diabetológica de las personas con diabetes, reuniendo, en el siguiente listado, algunos recursos formativos útiles y fiables. Son una serie de recomendaciones, por lo que no se debe olvidar nunca que los profesionales sanitarios deben ser la primera fuente de información de referencia, a la que se debe recurrir en caso de dudas.

Recursos de educación diabetológica

  • Cursos online. Pueden resultar muy útiles tras el debut, para aprender los conceptos clave y resolver las primeras dudas acerca del tratamiento. En el apartado «Formación», de la web Productos y Servicios FEDE, se pueden encontrar algunas propuestas formativas, como el curso «Toma el Control de la Diabetes» de la Clínica Dialibre o el Aula Virtual de la Fundación Argentina Diabetes.
  • Libros y guías. Permiten saber los detalles de los distintos tipos de diabetes y ayudan a los pacientes a conocer y entender su patología. Existen numerosas alternativas, como el libro ‘Te acaban de decir que tienes diabetes’, de Iñaki Lorente, dirigido a adolescentes; la guía ‘DEBUTin’, de la Alianza para la Diabetes, para personas tipo 2 que debutan con insulina; o la guía de FEDE y MSD ‘Tengo diabetes tipo 2, ¿qué puedo hacer?’.
  • Aplicaciones móviles. Por lo general, la principal funcionalidad de las apps consiste en ayudar a las personas con diabetes a registrar sus niveles de glucosa en sangre y otras cuestiones relevantes, como su alimentación o nivel de actividad física. Pero otras muchas aplicaciones también incluyen consejos y recomendaciones de gran utilidad y adaptados a cada usuario, como gluQUO o MedicSen.
  • Páginas webs y blogs. Ante la gran cantidad de recursos de este tipo, se debe acudir a fuentes fiables. Destacan en este sentido los sites con el aval de profesionales sanitarios, como los que clasifica el portal Diabeweb a través de un completo buscador.
  • Talleres y charlas. Este tipo de actividades presenciales se pueden realizar a través de las asociaciones de personas con diabetes o en encuentros a mayor escala, como el Congreso Nacional FEDE, que alberga cada año numerosas ponencias y talleres prácticos.

La experiencia nos enseña

Sin embargo, y a pesar de toda la educación diabetológica a la que se pueda tener acceso, muchas personas con diabetes se hallan con cambios repentinos en sus patrones de glucemia que no son fáciles de explicar. Esto es habitual en los jóvenes con diabetes, como relata la bloguera y mamá de una niña con diabetes tipo 1, Marta Zaragoza, en el espacio ‘Dulcipeques’ de la revista EN3D.

En estos casos, la experiencia es la clave y, con el tiempo, cada persona debe ir aprendiendo a conocer su propia diabetes, para descubrir sus particularidades y aquellos factores, como las emociones intensas, la falta de sueño, los nervios o el estrés, que pueden influir en su control. En este camino de aprendizaje, también puede resultar de utilidad compartir experiencias con otras personas con diabetes, por ejemplo, en las asociaciones de pacientes, así como en espacios formativos o lúdicos.

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