Menos de la mitad de los pacientes con gota reciben un tratamiento adecuado

Solo un 10% de estos enfermos controla su nivel de ácido úrico de modo adecuado
Por EROSKI Consumer 25 de mayo de 2011

Menos de la mitad de los pacientes con gota -enfermedad causada por depósito de cristales de urato en el cuerpo, sobre todo en las articulaciones y los tejidos blandos- está tratado de forma correcta, a pesar de ser una de las pocas patologías reumáticas que se puede curar. Lo destacó así el coordinador del grupo para el estudio de las Artritis Cristalinas de la Sociedad Española de Reumatología (GECACSER), el doctor Fernando Pérez, en el marco del XXXVII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Reumatología (SER), celebrado recientemente en Málaga.

En este encuentro también se dio a conocer que menos de un 10% de estos enfermos controla su nivel de ácido úrico adecuadamente con niveles de salud general. Según Pérez, estos enfermos deben prestar «especial atención a los excesos en la alimentación y mantener una dieta similar a la mediterránea». También insistió en que deben «controlar los excesos dietéticos, si los hubiera». «La correcta dietética no reduce los niveles de ácido úrico en más de 1 mg/dl, lo que es similar a la dosis más baja de medicación que se pueda utilizar. Es más importante el impacto que causa sobre el riesgo cardiovascular que sobre los niveles de ácido úrico», precisó.

En la mayoría de los pacientes, la causa de la hiperuricemia que produce la gota es una dificultad selectiva por parte del riñón para eliminar el ácido úrico de la sangre. Una causa «frecuente» de hiperuricemia es la ingesta de bebidas alcohólicas o de cerveza, incluso sin alcohol, así como de proteínas de origen animal, salvo los derivados lácteos.

Cuando un obeso con hiperuricemia reduce su peso al deseable, su nivel de ácido úrico puede normalizarse en algunos casos. Por otro lado, en este grupo de pacientes suele haber además altos niveles de grasas en sangre, mayor frecuencia de hipertensión y un riesgo elevado de enfermedad coronaria. «Las ventajas de adelgazar, realizar una dieta equilibrada y restringir el alcohol son, por tanto, múltiples», explicaron desde la SER.

También advirtieron de que algunas medicinas, como los diuréticos para tratar la hipertensión o la insuficiencia cardiaca o renal, pueden favorecer la hiperuricemia y la gota.

La gota es la forma de artritis aguda más frecuente en los adultos y afecta a entre cinco y diez personas por cada 1.000 habitantes, lo que representa el doble que la artritis reumatoide. Es más frecuente entre hombres y bastante común entre las mujeres tras la menopausa. El doctor Pérez apuntó que la duración de la gota se sustenta en «la consecución de niveles de uricemia en sangre bajos de forma mantenida, lo cual implica que el tratamiento debe prescribirse, cumplimentarse y monitorizarse de forma estricta durante años».

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