Aquellos pacientes que sufren enfermedades neurológicas ven agravados sus síntomas por el calor, debido a que el aumento de la temperatura ambiental favorece que el impulso nervioso se propague más lentamente originando un importante cansancio, según informó hoy la Sociedad Española de Neurología (SEN).
En concreto, la patología neurológica que mayor empeoramiento experimenta con el aumento de la temperatura ambiental es la esclerosis múltiple, ya que además de la alteración de la mielina del cerebro y médula espinal -que implica la propia enfermedad-, a los pacientes se les suman los efectos del calor, que favorece un gran cansancio, lo que les impide cumplir con sus actividades, explicó esta entidad.
En el caso de la epilepsia, el paciente puede sufrir un aumento de crisis durante el verano si duerme menos horas, debido a los cambios de hora entre países, fiestas u otras razones, así como si abandona la medicación o ingiere alcohol u otras sustancias.
El número de meningitis y encefalitis también puede aumentar debido a las infecciones que se adquieren en otros países. Asimismo, los expertos destacaron un incremento en verano de traumatismos craneales y medulares, por una mayor práctica de deportes de riesgo y accidentes de circulación.
Para evitar un agravamiento de los síntomas de estas enfermedades, los neurólogos recomiendan a los pacientes que durante el verano se programen descansos de entre 10 y 15 minutos y procuren no estar en lugares calurosos ni utilizar ropa de tejidos frescos y transpirables.