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Distintas lesiones y tipos de cáncer de piel
Todos sabemos que una exposición solar excesiva puede provocar cáncer cutáneo. Y dos son los tipos de cáncer de piel principales:
- El melanoma es el más agresivo: causa el 80 % de las muertes por cáncer de piel. Este cáncer representa solo el 1 % de los casos, pero tiene la capacidad de crecer rápidamente, invadir tejidos cercanos y provocar lo que llamamos metástasis a distancia.
- El cáncer de piel no melanoma, como el carcinoma basocelular y el escamoso, es mucho más frecuente, pero no tan agresivo. Su evolución, en general, es más lenta y suele tener mejor pronóstico.
Además, existen otros tipos de lesiones, consideradas premalignas, como las queratosis actínicas, altamente frecuentes en zonas de exposición como la cara o el cuero cabelludo. Estas lesiones deben vigilarse, ya que un pequeño porcentaje de ellas podría malignizarse.
Según los últimos datos del Observatorio del Cáncer, el de piel representa alrededor del 7 % de los cánceres diagnosticados en 2024 en España: se registraron 30 casos de cáncer de piel no melanoma y 12 de melanoma por cada 100.000 habitantes.
Colectivos vulnerables frente a la radiación ultravioleta
Aunque cada vez hay más conciencia sobre el daño que el sol provoca en nuestra piel, gran parte de la sociedad todavía asocia el bronceado a belleza o incluso salud. Pero hay que tener en cuenta que el bronceado es el resultado visible de una piel que ha sufrido daño solar y, por esta razón, presenta un mayor riesgo de desarrollar cáncer. Por tanto, es una conducta de alto riesgo exponerse al sol sin las medidas de protección adecuadas.

Existen colectivos que, por diversas razones, presentan una mayor vulnerabilidad frente al sol, como la población infantojuvenil, las personas que trabajan al aire libre y las personas con cáncer.
📄 La prevención del cáncer de piel empieza en la infancia (y la adolescencia)
Es necesario conocer los riesgos y la importancia de cuidar el órgano más grande del cuerpo, la piel. Seguramente nadie se acuerde de cuantos días tomó el sol el pasado año o en qué condiciones lo hizo, pero nuestra piel sí, porque tiene memoria. Por eso es tan importante cuidarse del sol y de las radiaciones ultravioletas todos los días del año.
Cómo minimizar la acción de los rayos UV
Existen diversas medidas que se pueden adoptar para minimizar la acción de la radiación ultravioleta sobre la piel. Destacamos las siguientes:
- Siempre que sea posible, evita la exposición solar en la franja horaria donde la radiación es más perjudicial (11:00–17:00 horas).
- Evita la exposición directa al sol, buscando siempre la sombra e intentando permanecer en interiores. Si esto no es posible, crea un espacio protegido mediante una sombrilla o un toldo.
- Usa protección física: sombreros de ala ancha (que cubran la mayor parte de la cara, las orejas y el cuello), ropa que proteja la piel del daño solar y gafas de sol homologadas que protejan los ojos.
- Utiliza protección química: cremas de protección solar con FPS 50 o superior (pueden ser físicas o químicas). Busca la que mejor se adapte a tu piel.
- Reaplica el fotoprotector al menos cada dos horas, y con mayor frecuencia si la piel se ha mojado, ha sudado o ha estado en contacto con superficies.
- No olvides zonas como el cuello, las orejas o los labios; existen protectores en formato labial para estas áreas.
Personas que trabajan al aire libre
Para los colectivos que trabajan al aire libre (construcción, agricultura, pesca, etc.) es importante consultar al departamento de salud o de prevención de riesgos laborales sobre las medidas de protección adecuadas para el puesto que desempeñan. El cáncer de piel en el entorno laboral es un riesgo reconocido en personas expuestas y, por tanto, se deben proporcionar medidas de protección adecuadas a las personas trabajadoras.
El 90 % de los cánceres de piel podrían prevenirse, si se siguen las medidas adecuadas de prevención (fotoprotección solar, revisiones médicas periódicas y autoexploración). Además, si detectas alguna marca o lunar de nueva aparición, o alguno ya existente que crece rápidamente, cambia de color o forma, pica, se descama, sangra o presenta bordes irregulares, consulta con personal sanitario.

Personas con cáncer y exposición solar
Un aspecto menos conocido es que las personas con cáncer tienen una vulnerabilidad aún mayor frente al sol, tanto durante como después de los tratamientos oncológicos.
Los tratamientos o el estado de la piel aumentan la sensibilidad cutánea, por lo que extremar la protección solar se vuelve esencial para prevenir complicaciones dermatológicas y reducir el riesgo de nuevos tumores.
👉 ¿Por qué los pacientes con cáncer son más vulnerables a la exposición solar?
Además de los riesgos habituales, los pacientes oncológicos pueden presentar una mayor sensibilidad a la radiación solar por varias razones:
- Tratamientos que afectan directamente a la piel (quimioterapia, inmunoterapia, terapias dirigidas, etc.).
- Fotosensibilidad inducida por ciertos fármacos y reacciones adversas al sol.
- Alteraciones de la barrera cutánea tras los tratamientos.
- Pigmentaciones irregulares o aparición de tumores secundarios.
👉 Casos en los que se debe extremar la precaución
La vulnerabilidad frente al sol no afecta por igual a todos los pacientes con cáncer. Los principales escenarios clínicos en los que esta sensibilidad es especialmente relevante son los siguientes:
- Pacientes en tratamiento farmacológico: quimioterapia u otros.
- Pacientes que han recibido radioterapia.
- Personas con antecedentes de cáncer de piel.
👉 Medidas para prevenir el cáncer de piel
Haber tenido un cáncer de piel incrementa el riesgo de desarrollar uno nuevo. En estos casos, las medidas de fotoprotección deben ser especialmente rigurosas acompañadas de:
- Autoexploraciones regulares para identificar lesiones nuevas o cambios en las ya existentes.
- Consulta con el dermatólogo ante cualquier sospecha.
- Seguimiento médico especializado a largo plazo para detectar precozmente cualquier recidiva o nueva lesión.
La protección solar debe convertirse en una rutina diaria, especialmente durante los tratamientos y en los meses posteriores. Puedes ampliar la información en www.contraelcancer.es.