El fabricante francés de automóviles Renault ha emprendido acciones legales contra un conductor que aseguró que se vio obligado a circular a 190 kilómetros por hora durante 150 kilómetros, hasta que pudo detenerse, debido, según su versión, a un problema electrónico del regulador de velocidad de su coche.
«Hemos emprendido una acción judicial con forma de procedimiento de urgencia», informaron fuentes de Renault España consultadas por CONSUMER EROSKI.
Según estas fuentes, la compañía ha realizado un análisis pericial del coche en cuestión, correspondiente al modelo Vel Satis. Para ello eligió un perito independiente de entre los propuestos por los tribunales franceses. «Se esperan las conclusiones definitivas del informe, pero ya sabemos que no hay nada anormal en el coche», aseguran.
El conductor decía que había intentado bloquear los sistemas de frenado (electrónicos), también frenar (sistema hidráulico) y poner la caja de cambios en punto muerto (sistema mecánico). «El perito no ha encontrado nada extraño en esos sistemas», apuntan las mismas fuentes. «Para que ocurra lo que dice el conductor -continúan- tendría que darse un fallo en cascada en los sistemas hidráulico, mecánico y electrónico, y que esos sistemas fallasen a la vez, lo cual es imposible».
«Cualquier avería electrónica en el vehículo queda registrada en la maleta de control electrónico del mismo (es como la caja negra de los aviones) y el perito no ha encontrado ningún registro anómalo», aseveran.
El conductor implicado en el supuesto incidente, Hicham Dequiedt, de 29 años, indicó a la Policía que, cuando adelantaba a un camión el pasado domingo en una autopista del centro de Francia, el regulador de velocidad de su automóvil «se embaló».
Dequiedt, que tiene varias denuncias por conducir borracho y hacía cinco meses que había recuperado su permiso de conducir después de una sanción, mantiene que tuvo que conducir durante 150 kilómetros a 190 kilómetros por hora, antes de conseguir detener el motor de su automóvil. El conductor se habría comunicado con la policía francesa a través de su teléfono móvil para avisar de lo sucedido mientras estaba conduciendo.
En su momento, el presidente de Renault, Louis Schweitzer, ya expresó sus dudas sobre esta versión y manifestó que se trataba de un incidente «muy improbable».
