Sociedades científicas y profesionales sanitarios reclaman más control en los análisis clínicos

Presentarán en breve un documento para unificar los requisitos de calidad entre las autonomías
Por EROSKI Consumer 14 de febrero de 2003

La Asociación Española de Biopatología Médica (AEBM), la Federación Empresarial de Laboratorios de Análisis Clínicos (FELAC) y los Consejos Generales de los Colegios Oficiales de Médicos y Farmacéuticos han anunciado la próxima presentación de un documento conjunto que describe de forma exhaustiva los requerimientos que deberían exigirse de manera unificada en todas las comunidades autónomas para garantizar la calidad de los análisis clínicos. Este informe está basado en la norma ISO15189 que prepara la Unión Europea (UE) al respecto.

Los expertos coinciden en señalar que un análisis es el primer indicador que consultan para tratar a un paciente. Descubrir enfermedades como la diabetes, detectar una anemia, reconocer alergias, comprobar la eficacia de un tratamiento o identificar una infección son algunas de las posibilidades que facilita este paso. Para ello están los laboratorios clínicos, donde se obtienen y analizan una serie de productos biológicos de procedencia humana que, convenientemente tratados, van a revelar al facultativo los primeros datos que le llevarán a un diagnóstico.

Con los avances registrados en los métodos de detección y diagnóstico, se han multiplicado los parámetros tradicionales (glucosa, urea, colesterol, bilirrubina…) hasta llegar a varios cientos. Muchas de esas nuevas determinaciones sólo es posible realizarlas en laboratorios especializados o de referencia.

Para las más frecuentes, estamos habituados a acudir a laboratorios de proximidad, capacitados en personal y medios para extraer especímenes (una o más partes tomadas directamente del paciente), realizar muestras (parte de un espécimen tras su manipulación con un fin específico) y analizarlas con garantías.

Los PPORE

Junto a ellos y más recientemente, han proliferado los llamados puntos periféricos de obtención y recogida de especímenes (PPORE), «un ente sin equivalentes en Europa», dicen los médicos especialistas en Análisis Clínicos. Como su propio nombre indica, los PPORE se limitan a extraer y recoger los especímenes para enviarlos a los grandes laboratorios de Madrid o Barcelona o al hospital público del que son tributarios.

Aunque estos PPORE ahorran al usuario desplazamientos y esperas, su proliferación con el tiempo ha llevado a las sociedades científicas y a las asociaciones profesionales a dar la voz de alerta. Si bien no se dispone de cifras concretas, se estima que el 10% de los análisis que se realizan incluyen resultados erróneos en alguna determinación, porque se producen fallos en la extracción, conservación o traslado de los especímenes. Los profesionales se quejan del intrusismo, y los laboratorios pequeños y medianos, de competencia desleal por parte de los grandes.

Un estudio-encuesta realizado hace un año por la AEBM en una zona del Insalud y por encargo de la propia Administración sanitaria, apuntaba que el 40% de las muestras no se acompañaban del protocolo adecuado y entre el 10 y el 15% de las determinaciones se tenían que repetir porque no estaban bien identificadas o daban resultados anormales.

«Los grandes cambios habidos en tecnología e informática son los primeros causantes de la creación de estos puntos periféricos de extracción, capaces de recaudar cientos de muestras que luego se procesan en laboratorios dotados con todos estos avances», señala el doctor Fernando Ruiz-Falcó, presidente de la AEBM.

Reducir costes

«La medicina pública está creando un gran número de PPORE, a la par que está suprimiendo laboratorios de los ambulatorios -añade-. El objetivo es reducir costes y facilitar el acceso del paciente al servicio, pero está produciendo efectos contrarios. En efecto, la unidad analítica sale más barata, pero un análisis mal hecho no sirve para nada, hay que repetirlo». Además, desaparece la relación médico-analista-paciente, al convertirse en «máquinas de hacer análisis».

Otra consecuencia: la competencia de los grandes laboratorios, que pueden ofrecer a las aseguradoras precios por debajo del mercado (menos de la mitad), ha eliminado en algunas provincias al 40-60% de los laboratorios de proximidad, apunta la FELAC, que preside Alfonso Santa María. La federación reúne a unos 200 laboratorios de proximidad, medianos y pequeños, de los cerca de 500 que hay en España y que cada día realizan, aproximadamente, 150.000 analíticas diferentes.

Una vez transferidas las competencias en materia sanitaria, algunas comunidades han regulado los requisitos que deben cumplirse en todo el proceso de los análisis, pero la mayoría no. Esto da lugar a circunstancias curiosas, como que un laboratorio ubicado en Alcalá de Henares (Madrid) puede estar sometido a diferentes exigencias que un centro de Guadalajara, empezando por la titulación del personal que lo atiende.

«La alteración en el seguimiento de los requisitos puede generar errores en los resultados, y esos errores pueden llevar, primero, a la alarma innecesaria del paciente y, lo que es más grave, a diagnósticos y tratamientos equivocados, o a la no detección precoz de anomalías que acaban derivando en una enfermedad cuando no tenían por qué hacerlo», comenta Alfonso Santa María.

Fallos

Los fallos pueden producirse desde la extracción, por falta de experiencia de un personal no cualificado, a la deficiente conservación y traslado por falta de medios. No quiere decir que siempre ocurra, ya que los laboratorios privados que cuentan con algún punto de extracción suelen situarlos a una distancia prudente para que el recorrido de los especímenes y muestras sea el más corto posible. Pero pueden ocurrir anécdotas pintorescas, como que el vehículo que hace la ruta de recogida sea robado en un descuido, o que un atasco alargue de forma imprevista el plazo máximo para que no se deteriore el material biológico transportado.

Y en cualquier caso, ¿cómo comprobar que el traslado se ha realizado en las condiciones de tiempo, almacenamiento, temperatura y control necesarias? De hecho, como señala Ruiz-Falcó, «en muchas Áreas de Salud los PPORE dependen de la dirección de Atención Primaria y, por consiguiente, es frecuente que los especialistas responsables del laboratorio desconozcan las incidencias que han sufrido los especímenes en la fase preanalítica. Sin embargo, les corresponde validar el informe final de los parámetros analizados».

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