Alarma en el Reino Unido por polvo de chile contaminado

La detección de varias oartidas de polvo de chile contaminado con el colorante Sudán I ha provocado una alarma alimentaria que se ha extendido a todos los países de la UE
Por Jordi Montaner 1 de octubre de 2003

Las autoridades sanitarias del Reino Unido han detectado partidas de un condimento picante, el polvo de chile, «aderezado» con un colorante prohibido y perjudicial para la salud: el Sudan I. En mayo se siguió la pista de algunas de estas partidas en territorio francés, y se puso en alerta a la Unión Europea. los británicos no han hecho sino seguir la pista y han desenmascarado a una amplia partida de productos con polvo de chile contaminado entre sus ingredientes.

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El polvo de chile es un picante conocido, común, listado en las recetas de platos tan distintos o distantes como los jalapeños y el cuscús, pasando por distintas modalidades de pasta. Los chiles de los que se extrae este condimento son guindas picantes que se han venido empleando en cocina desde hace más de 6.000 años, como atestiguan vestigios encontrados en México. Su función era y es todavía servir de especia para disfrazar el sabor de viandas demasiado blandas o desabridas. Se cuenta que Cristóbal Colón llevó ya chiles a España en su viaje de regreso, unas guindillas que se popularizaron con rapidez.

Existen muchas variedades de chile, clasificadas tanto como dulces como picantes; su forma, sabor, color e indicación gastronómica varían en consecuencia. Se pueden escabechar, curtir, asar, secar o congelar, y también moler. Sus cualidades organolépticas dependen en gran medida del proceso seguido.

Tortura china

Llama la atención que la alerta del gobierno británico sobre el producto contaminado incluye un apéndice sobre una serie de precauciones a tener en cuenta con el polvo de chile en general. Se explica que en el mercado existen distintos tipos, más o menos picantes, cuya variedad debe quedar explícita en el etiquetado; en caso de dudas, recomiendan consultar al empleado de la tienda.

Lo curioso es que el apéndice en cuestión aclara que el chile en polvo empleado en los preparados de origen asiático no tiene nada que ver con el mejicano. Basta con untar el dedo en el polvo y llevarlo a la punta de la lengua para apreciar la diferencia entre el condimento de origen americano y el asiático. «Este último es mucho más fiero y conviene moderar su consumo, que no debe exceder la cucharadita de té por plato», señala el apéndice.

Los chiles picantes del género Capsicum, particularmente las variedades habanera, scotch bonnet y china, han marcado un hito por su arrebatadora fuerza, y no es por casualidad que la variedad china tenga por ejemplo, entre sus aplicaciones, la del castigo.

La Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas dio cuenta en 2001 de una carta enviada a la relatora especial sobre la violencia en la mujer, Radhika Coomaraswamy, en la que se acusa a las autoridades chinas de practicar la tortura contra miembros de la secta Falun Gong a base de introducir polvo de chile en sus bocas, narices y genitales. La carta describe el dolor causado y relata el terror de las torturadas, que preferían arrojarse al vacío desde las ventanas de sus celdas, antes que «saborear» el polvo de chile.

Pigmento proscrito

En cuanto al colorante Sudán I, cabe subrayar que no solamente está prohibido en las actas reguladoras de la salubridad de productos alimentarios. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) lo cataloga entre los productos químicos peligrosos en el lugar de trabajo, habida cuenta que se trata de un pigmento manipulado por los trabajadores de artes gráficas (en la composición del magenta) o empleados de laboratorios microbiológicos (para realzar contraste en muestras microscópicas).

¿Por qué emplearlo en la alimentación? El polvo de chile se decolora con el paso del tiempo, y la adición de Sudán I permite mantener la tonalidad rojiza de manera inalterable. Puesto que debe emplearse con discreción, es normal que un frasco de chile en polvo dure hasta años en el armario o el estante de una cocina, y el colorante permite al condimento mantener el mismo aspecto que recién comprado.

Por otro lado, en el IARC monographs on the evaluation of carcinogenic risks to humans, el catálogo de la Organización Mundial de la Salud encargado al Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIR) de Lyon (Francia) en 1995, se matiza en algo la amenaza de este agente y se incluye al Sudán I en el Grupo 3, relativo a «agentes no clasificables por lo que hace a su carcinogeneidad para los seres humanos».

CULTURA ULTRAMARINA

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Que la afición a los picantes haya recalado en las Islas Británicas en el transcurso de los últimos 20 años tiene que ver con la limitada oferta de sabores fuertes que preside la tradición culinaria autóctona y con los incesantes movimientos migratorios allí operados. Esta realidad no se aprecia tanto en la variada oferta de restaurantes exóticos de Londres, como en la inimaginable gama de productos importados que atiborra las estanterías de supermercados y tiendas de ultramarinos. El abanico de posibles salsas para condimentar un plato de pasta en los comercios más distinguidos de una ciudad española pasaría por ridículo ante la oferta que cada domicilio británico almacena en su despensa.

El caso de las partidas de chile en polvo contaminadas con colorante Sudán I, por tanto, no se circunscribe a una limitada gama de consumidores, sino a la población en general. Las autoridades sanitarias anglosajonas siguieron la pista a otra alerta planteada el mes de mayo en Francia y no han escatimado recursos comunicativos para advertir a los consumidores, especificando que el agente Sudán I es un carcinógeno y genotóxico catalogado tanto en la Food Safety Act de 1990 como en las Colours in Food Regulations de1995.

En un comunicado oficial divulgado el 31 de julio, la Food Standard Agency (FSA) británica puntualiza que las partidas de chile en polvo contaminadas con Sudán I proceden de India y han sido comercializadas por la empresa Shaw’s (Huddersfield, Reino Unido). Dicha empresa ha paralizado la producción de hasta 15 tipos distintos de salsas o condimentos que contienen chile en polvo y ha puesto un teléfono de información al servicio de los consumidores. La FSA ha ordenado retirar también del mercado una salsa para pasta de la marca Cirio, importada por las empresas Sainsbury’s y Waitrose, aclarando que los otros productos de la misma marca no ofrecen ningún peligro.

Otra marca de condimentos y especias afectada ha sido Rajah (HP Foods Limited), que se ha visto obligada a retirar seis productos del mercado y ha puesto también un teléfono de información al servicio de los consumidores.

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