El Gobierno de Cantabria ha presentado la marca de propiedad de productos lácteos Altamira, con la que se comercializará, desde finales de este mes, la leche producida por las cooperativas de la región integradas en el grupo Iparlat, tras la firma del acuerdo el pasado 13 de febrero.
La leche se comercializará en briks y botellas de litro y medio de leche entera, desnatada y semidesnatada, que contará con altos controles de calidad en la fábrica de Andía Lácteos, en Renedo de Piélagos. Para la vicepresidenta del Gobierno, Dolores Gorostiaga, tanto productores como cooperativas han sabido «asumir el reto de la innovación en el sector, pasando de los sistemas de producción a los de transformación que permitan diversificar la actividad y aumentar la rentabilidad de los ganaderos».
El objetivo de los acuerdos con Iparlat y de la comercialización de la leche cántabra, bajo la denominación Altamira, es, para el consejero de Economía, Ángel Agudo, la formación de un «gran grupo industrial de base cooperativa, que reduzca las incertidumbres y riesgos del sector». Además, ha destacado la importancia de los tres agentes implicados en esta actuación, destacando la «seriedad y credibilidad» de Iparlat, el «impulso y la visión de futuro» de las cooperativas, y la «determinación» del Gobierno de Cantabria, que «ha sabido transformar un problema, como el incumplimiento de los acuerdos con el grupo industrial».
Por su parte, el consejero delegado de Iparlat, Eduardo Urrutia, ha apelado a la «dignificación de la actividad ganadera», a lo que contribuirá la puesta en el mercado de la marca Altamira, incluida en el segmento de alta calidad. Urrutia también ha destacado la «garantía de calidad» de la marca, asegurada por la implicación de los ganaderos cántabros que controlan todo el proceso. «La seguridad alimentaria del producto está garantizado, porque las cooperativas participan, incluso en la producción de los piensos con que alimentan al ganado», añade Urrutia.
Según Carlos González, presidente de Sam y ahora también de Altamira, la calidad del producto y la necesidad de mejorar las condiciones de los ganaderos han sido dos aspectos destacados. Según informa el Gobierno cántabro, desde finales de este mes, el 100% de la leche producida por las cooperativas Virgen de Valvanuz, Valles Unidos del Asón y Sam, lo que supone unos 180 millones de litros anuales, se comercializará a través de los canales de distribución de Iparlat, bajo la denominación de calidad de Altamira.
