Clembuterol, prohibido en alimentación animal

El uso del clembuterol está prohibido en la Unión Europea para alimentación animal por sus posibles riesgos en la salud humana
Por Marta Chavarrías 15 de febrero de 2012
Img pienso vacas
Imagen: rickdean911

El clembuterol es una sustancia con efecto hormonal que puede dejar residuos en la carne y otros productos de origen animal. Por sus propiedades biológicas como fármaco anabolizante, se ha convertido en un producto con presencia en el mundo del deporte. El clembuterol en deportistas se puede detectar a través de pruebas antidopaje en las competiciones, aunque la posibilidad de que el origen de algunos positivos esté en el consumo de carne es improbable, como lo ha demostrado la sentencia del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), que atribuye más el positivo de un ciclista español a la “ingestión de un suplemento alimenticio contaminado, que a una transfusión sanguínea o por ingestión de carne contaminada”.

En el mundo veterinario, estas mismas propiedades se utilizaban para acelerar el engorde de animales. A día de hoy, este uso está prohibido en España y en la Unión Europea, donde se realizan inspecciones para detectar sustancias de este tipo en los propios mataderos, que garantizan la ausencia en los animales sacrificados. El clembuterol es una sustancia con efecto hormonal que puede dejar residuos en la carne.

La Unión Europea, consciente de los riesgos que podía suponer para la salud humana la presencia de restos de sustancias como esta, prohibió su uso en 1981 para el crecimiento de animales. Entonces, además del clembuterol, se vieron afectadas otras sustancias como testosterona, progesterona o zetanol, todas con capacidad para promover el crecimiento de los animales. Presente también en ciertos ámbitos del mundo del deporte, esta sustancia broncodilatadora está prohibida por la Unión Ciclista Internacional y la Agencia Mundial Antidopaje.

Límites seguros de clembuterol

Los controles para detectar restos de sustancias prohibidas en la carne se centran en tejidos específicos donde se concentran mayores cantidades y para los que se establecen límites máximos de residuos (LMR) permitidos. Para fijar estos niveles, se tiene en cuenta una cantidad que no suponga riesgo toxicológico para la salud de las personas. Cuando se absorbe el clembuterol por vía oral, se distribuye hacia tejidos como el hígado y el riñón.

El clembuterol se concentra sobre todo en tejidos como el hígado y el riñón

Según las investigaciones realizadas en laboratorio, el clembuterol puede tener efectos cancerígenos. Tras la ingesta, en ganado vacuno los niveles pueden llegar a disminuir en un 16% a los seis días de la administración. A pesar de que se excreta, una parte importante del fármaco puede quedar retenida en el organismo, sobre todo en el hígado, músculo y retina. La ingesta de estas partes, por tanto, puede comportar riesgos.

La carne de vacuno europea, y por tanto la española, tiene un sistema de trazabilidad que permite conocer todos los pasos que ha seguido un producto, desde la producción, al sacrificio y comercialización, según la Asociación Española de Productores de Vacuno de Carne (ASOPROVAC). Cualquier uso «fraudulento» de sustancias prohibidas como el clembuterol están dentro del código penal. No es posible saber si un trozo de carne contiene clembuterol a simple vista, sino que se necesitan controles específicos para detectarlo. La Agencia Europea del Medicamento (EMEA) y el Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA) establecen una ingesta diaria admisible (IDA) de 0 a 0,004 microgramos por kilo de peso corporal y día. Este comité de expertos aconseja no usar el clembuterol como promotor del crecimiento porque es muy probable que los residuos superen los límites máximos.

Medicamentos y producción animal

El uso correcto de fármacos veterinarios es necesario en algunos casos. Hacerlo de forma incorrecta, tanto en lo que se refiere a la dosificación como a medicamentos en mal estado, puede tener efectos contrarios a los buscados. En alimentos como la carne o la leche (de origen animal) pueden encontrarse residuos de antibióticos, cuya presencia dependerá de la naturaleza del producto, la dosis, la manera de aplicar y el tiempo que transcurre entre la última dosis y el momento del sacrificio (periodo de retiro). Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), no «hay riesgo en el consumo de carne de alimentos derivados de animales tratados con antibióticos».

Las pruebas y métodos de análisis aseguran que no se superan la cantidad máxima permitida de residuos antibióticos. De hecho, los fármacos se metabolizan en el cuerpo del animal, se descomponen y se eliminan tras un periodo de retirada del fármaco. En la producción de productos como la leche, además, se diluyen a través de las distintas etapas.

ENGORDE DE ANIMALES

Hace años se usaban los tiroestáticos para facilitar la acumulación de líquido en los tejidos animales y, por tanto, para hacer que pesaran más. El resultado era un exceso de agua en el tejido, sobre todo, en el músculo de la carne. Cuando se freía esta carne, la pieza se reducía de tamaño y se formaba una especie de espuma en la sartén. Después se utilizó el clembuterol para aumentar el peso. Pero la adición de estas sustancias a los piensos destinados a la alimentación animal se prohibió. El engorde de animales es posible con cierta cantidad de proteínas, lípidos, hidratos de carbono y otros nutrientes esenciales.

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