El 20% de los plásticos de uso alimentario importados de países ajenos a la UE tiene riesgos sanitarios

Estos productos transfieren al alimento más sustancias de las permitidas por la ley
Por EROSKI Consumer 23 de septiembre de 2010

Un 20% de los productos de plástico para uso alimentario importados de países ajenos a la Unión Europea (UE) no cumple con la legislación y tiene riesgos sanitarios, según un estudio realizado por la Asociación Valenciana de Empresarios de Plástico (AVEP) y el Instituto Tecnológico del Plástico (Aimplas). El informe, denominado «Safe-Import», se ha realizado para evaluar la seguridad alimentaria de productos que se importan de fuera de la UE «sin ningún tipo de control», explicaron desde ambas entidades.

Los investigadores analizaron para este proyecto productos de plástico adquiridos en tiendas multiprecio de diferentes puntos de la Comunidad Valenciana. En el trabajo se ha estudiado la seguridad alimentaria de artículos de cocina y menaje reutilizable (como fiambreras, espátulas, moldes, ensaladeras, escurrideras, tablas de cortar alimentos, botes para contener alimentos, vasos, platos y cubiertos) y productos de puericultura y alimentación infantil como chupetes y biberones.

Un 20% de los productos analizados no cumplía con la legislación vigente porque el plástico «transfiere más sustancias al alimento de las que permite la ley, con los consiguientes riesgos sanitarios que esto puede ocasionar», explicó Sergio Giménez, responsable de la línea de negocio de envases de Aimplas, quien apuntó que «los biberones y chupetes han sido los productos que han presentado unos resultados más negativos». «Otros productos que no han pasado correctamente los ensayos han sido moldes de silicona para repostería, espumaderas, platos y envases para guardar alimentos», añadió.

Además, se han detectado numerosos errores en el etiquetado de estos productos. Del estudio se deriva que un 88% de los productos analizados no tenía una correcta trazabilidad. La documentación asociada a los productos, en muchas ocasiones, es «incompleta o no existe, lo que causa que no haya certeza de que todas las sustancias empleadas en la fabricación de los mismos estén permitidas», manifestó Cristina Monge, Secretaria General de AVEP. «Esto resulta peligroso para el consumidor, ya que normalmente estos productos suelen estar en contacto directo con alimentos», advirtió.

Entre los errores de etiquetado destaca que un 93% de los productos analizados no hacía referencia al número de registro sanitario, un 71% no incluía las condiciones de uso y un 22% no cumplía con la aptitud alimentaria. Además, en un 17% de los casos no se identificaba la empresa importadora y en un 24% de los productos no se hacía referencia al fabricante.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube