El Día Mundial de la Alimentación 2002, que se celebra en 150 países, ha resaltado el papel fundamental del agua para la seguridad alimentaria. Uno de los objetivos de la celebración ha sido sensibilizar a la opinión pública sobre el papel esencial del agua para conseguir una producción sostenible de alimentos que permita abastecer a una población cada vez mayor.
«Sólo una buena gestión de los recursos hídricos nos permitirá producir los alimentos que hacen falta para alimentar a una población que se prevé alcanzará los 8.000 millones de personas en el plazo de 30 años», ha asegurado Jacques Diouf, director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), organizadora del evento.
Diouf ha insistido en afirmar que «la combinación de los dramáticos efectos de la pobreza, la creciente demanda de alimentos y la insuficiente disponibilidad e agua constituye un grave obstáculo para la seguridad alimentaria mundial y el acceso universal al agua potable». Por todo ello, ha pedido que los países aseguren el acceso al agua y la seguridad alimentaria, sin producir daños al medioambiente.
Una de las posibilidades para conseguir una producción sostenible de alimentos pasa, según Diouf, por el uso de la agricultura de regadío que, según el experto, es el doble de productiva que la agricultura de secano. En este sentido, en los próximos 30 años, cerca del 70% de la producción adicional de alimentos en los países en vías de desarrollo debería proceder de tierras de regadío.
Fondo Humanitario
En la misma línea que Diouf, Hugo Chávez, presidente de Venezuela y asistente al encuentro, ha manifestado la intención de crear un Fondo Humanitario Internacional para aliviar el peso de la deuda externa de los países en vías de desarrollo y de destinar suficientes fondos a programas de desarrollo para la producción alimentaria y la gestión de aguas.
