Espinacas frescas más tiempo

El tratamiento de las espinacas con extractos de un alga marina mejora la calidad visual de sus hojas y alarga su vida útil
Por Marta Chavarrías 10 de julio de 2014
Img espinacas hd

Las espinacas son un alimento muy perecedero. Aunque se conserven en la nevera y así su vida útil se alargue, estas verduras van perdiendo nutrientes a medida que van pasando los días. Varios estudios determinan que bastan seis o siete jornadas para que las espinacas pierdan más de la mitad de sus folatos, a pesar de estar en el frigorífico. Ahora, una investigación realizada por expertos canadienses demuestra que el tratamiento precosecha de espinacas con extractos del alga Ascophyllum nodosum mejora la calidad de almacenamiento de sus hojas. El artículo explica cómo este nuevo hallazgo logra que las espinacas se conserven durante más tiempo y cómo almacenarlas en casa.

Las espinacas frescas pierden gran parte de su valor nutricional durante el almacenamiento en solo unos pocos días. Su vida útil depende de factores como el método de preparación y cómo se han guardado. De esta hortaliza se consumen las hojas y el tallo, que se pueden ingerir crudas o cocidas, y deben desecharse los tallos demasiado fibrosos o duros. Además de frescas, las espinacas también pueden adquirirse congeladas o en conserva, por lo que el tiempo de conservación es mayor. A pesar de que en la nevera las espinacas frescas pueden almacenarse bien durante una semana aproximadamente, es preferible consumirlas a la mayor brevedad posible para obtener los máximos beneficios. En intentar alargar este periodo trabajaron científicos canadienses.

Espinacas, hojas verdes más tiempo

El lavado de las raíces de las espinacas con extractos de algas reduce su deterioro

Los expertos de la Universidad Dalhousie (Canadá) han investigado el lavado durante la precosecha de la raíz de las espinacas con un extracto del alga Ascophyllum nodosum (ANE). El estudio se ha hecho sobre la calidad poscosecha de las espinacas de IV gama durante un periodo de almacenamiento de 35 días.

El tratamiento ha reducido la pérdida de peso y el deterioro, dos de las principales preocupaciones en el almacenamiento de muchos vegetales. Las hojas de las plantas sin tratar, en cambio, se marchitaron y se volvieron amarillas. Según la investigación, en el momento de la cosecha no hubo diferencias significativas en peso, clorofila, ascorbato y peroxidación de lípidos entre las plantas tratadas y las que no lo han sido. Sin embargo, sí que las hubo entre el peso y la calidad visual (color y turgencia) de las hojas, si antes se ha aplicado el extracto de ANE.

Estos efectos también se han observado en otros vegetales como sandías y nectarinas. El objetivo de los especialitas es ampliar el abanico de frutas y hortalizas para determinar cómo afectan las algas en los cambios de los componentes nutricionales de estos alimentos.

Una de las propiedades de los extractos líquidos de algas es que son bioestimulantes, es decir, estimulan el desarrollo y sistema inmunitario y defensa de la planta. Esta capacidad les viene de su concentración de citoquininas y oligosacáridos.

Cómo almacenar las espinacas en casa

Una higiene adecuada y un correcto almacenamiento ayudan a prevenir problemas de seguridad con las espinacas. Si estas tienen un color oscuro, una textura húmeda o un olor fuerte, deben desecharse, ya que a medida que envejecen, adoptan un color más oscuro y un olor más intenso. Para evitarlo, es importante guardarlas bien en la nevera, sin lavarlas; solo debe hacerse justo antes de utilizarlas para preparar y consumir. Es importante que cuando se compran espinacas frescas en manojo, se pongan en una bolsa con pequeños agujeros para que se conserven más tiempo en el frigorífico.

Cualquier humedad añadida también ayuda a que se deterioren con mayor facilidad. Por eso es recomendable meterlas en un recipiente hermético. Debe tenerse en cuenta además que las espinacas pueden contener E. coli, por lo que es importante enjuagarlas bien antes de usar.

Otra manera de guardar las espinacas es congelarlas. Para ello, el primer paso es lavarlas bien con agua fría para eliminar posibles restos de arena y suciedad. Tras el lavado, deben escaldarse en agua hirviendo y escurrirlas bien. Para almacenarlas en el congelador, pueden introducirse en bolsas que cierren de forma hermética, eliminando el aire del interior, en porciones.

Algas marinas en los cultivos

Ascophyllium nodosum es un alga parda marina que se encuentra sobre todo en la costa norte-occidental de Europa. En los últimos años se usa como fertilizante orgánico de muchas variedades de cultivos, ya que contiene proteínas muy beneficiosas para la agricultura. En la Unión Europea, el empleo de extractos de algas en cultivos está permitido en el Reglamento CE 1488/97 sobre agricultura ecológica, siempre que se cumplan determinadas normas, como que se obtengan de procedimientos físicos como la deshidratación, congelación y trituración, o se extraigan con agua o soluciones acuosas ácidas o alcalinas.

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