La Federación de Empresarios y Productores Lácteos (FEPLAC) ha iniciado campañas ante los consumidores contra marcas de leches que consideran dudosas. Los ganaderos de vacuno de leche consideran que parte de las leches concentradas o en polvo, procedentes de la importación de Francia, se “reconstituyen” en leche líquida. Son las mal llamadas “leches” baratas.
Según FEPLAC, estas leches, que se venden a precios muy bajos, deberían considerarse «leches» dudosas al no estar comprobada su trazabilidad y no estar claro el contraste de calidad y procedencia. Los ganaderos profesionales denuncian que algunas marcas de empresas estadounidenses, como Campobueno, de la empresa Leche Celta, o las de grupos franceses para marcas blancas comercializan su leche a preciso de 0,40 euros, mientras que la mayoría de las marcas del sector lácteo lo hacen por encima de los 0,54 euros. Esta es una de las causas que hacen dudar que contengan únicamente leche de vaca, según FEPLAC.
La federación ha planteado a las asociaciones de consumidores y a los consumidores en general que los ganaderos de leche de vaca no pueden recomendar el consumo de leche Campobueno por estar dentro de los criterios de falta de transparencia que viene denunciando el sector lácteo hace años. Según FEPLAC, una parte de las industrias lácteas comercializan su leche entera, desnatada o semidesnatada, bajo diferentes marcas y con precios que difieren hasta en 0,18 euros dentro de las marcas de leche de la misma empresa.
Por ello, los ganaderos vienen exigiendo desde hace años un mayor control dentro de las industrias y la procedencia de los productos que se utilizan para su elaboración. La FEPLAC denuncia que los profesionales del sector lácteo tengan que someterse al enorme esfuerzo de trazabilidad que se exige en la producción cuando ésta se pierde entre las paredes de algunas industrias.
