Expertos del Servicio de Investigación Agrícola de EEUU (ARS, en sus siglas inglesas) han desarrollado un nuevo sistema para extraer el licopeno de la sandía, sin que afecte al producto original. Hasta ahora, la extracción se había realizado con tomates.
El método, denominado Fish, permite aprovechar las pérdidas de las cosechas, que oscilan de un 15% a un 25% debido a magulladuras o deformaciones de las sandías. A pesar de todo, el producto puede aprovecharse para la extracción de licopeno, ya que la apariencia exterior no tiene ningún efecto en el contenido nutritivo.
Se trata de un método, aseguran los expertos, que respeta la composición celular de la sandía. En frutas y vegetales como tomates, guayaba y pomelos, el licopeno se encuentra de forma natural.