Plásticos reciclados para alimentos

Se ponen las bases en España para empezar a fabricar envases para alimentos con plásticos reciclados y las máximas garantías de seguridad
Por Natàlia Gimferrer Morató 28 de noviembre de 2011
Img botellas plastico

El uso de materiales plásticos en los alimentos se regula por unas normas básicas de seguridad alimentaria para evitar contaminaciones en los alimentos o la migración de compuestos que alteren sus propiedades. Son muchos los compuestos autorizados para envolver los alimentos. De acuerdo con los nuevos avances y el cuidado del medio ambiente, el Consejo de Ministros ha aprobado un Real Decreto en el cual se establecen las condiciones de las materias primas a base de plásticos reciclados para utilizarse en los envases destinados al contacto con alimentos. Además, se ha aprobado un segundo Real Decreto que establece la lista de las sustancias permitidas para la fabricación de estos materiales reciclados.

El envase forma parte de la vida del alimento que contiene en su interior. Su principal objetivo es alargar su vida útil y, para ello, debe tener unas características de resistencia a la humedad, a la luz, al calor o a la migración de polímeros de envases activos, una ciencia en continua evolución y con unos resultados excelentes. Sin embargo, de la misma manera que la seguridad absoluta es imposible, el envase perfecto, también. Una de las mejores alternativas es el vidrio, pero no debe olvidarse que este material deja pasar la luz y, por tanto, puede provocar la oxidación de los alimentos en su interior. El metal, otro de los materiales, es muy sensible a la temperatura, lo cual puede provocar una corrosión en el interior y afectar al alimento.

Plásticos sin toxinas

Lo más importante para garantizar la máxima seguridad en los envases es fabricarlos con tipos de plásticos que no desprendan toxinas en los alimentos. Los más seguros son tres:

  • Polietileno de alta densidad (PEAD).
  • Polietileno de baja densidad (PEBD).
  • Polipropileno (PP).

Para saber el tipo de plástico utilizado en los envases que se adquieren, debe figurar en la base un número (PEAD, número 2; PEBD, número 4; PP, número 5). El plástico llamado PET se identifica con el número 1 y, como todos, puede causar migraciones en los alimentos, un aspecto que implica cierto riesgo para la salud del consumidor. Este plástico se utiliza sobre todo en las botellas de plástico que contienen agua.

El PVC o el poliestireno (PS) no se recicla porque hasta ahora esta función no estaba regulada. Este hecho provocaba gran dispersión de residuos, que contaminan sobre todo el mar y afectan a toda la fauna y la flora oceánicas. El nuevo Decreto es, por tanto, de suma importancia para abarcar otro aspecto más en el reciclado de plásticos.

MEJORAS MEDIOAMBIENTALES

La Unión Europea pretende fomentar medidas medioambientales a través de la regulación de materiales reciclados destinados a contactar con alimentos. Estos materiales deben cumplir unos estrictos requisitos para la seguridad del alimento y la protección del consumidor. En 2008, se autorizó en la Unión Europea el uso de plástico reciclado para la fabricación de envases alimentarios, pero hasta que no esté disponible la lista de procesos autorizados por la Comisión Europea, prevista para 2012, el Reglamento permite que las disposiciones nacionales se apliquen en los Estados miembros. Algunos países ya cuentan con disposiciones aplicables durante este periodo transitorio hasta que queden establecidas las normas de la Unión Europea, en cuyas bases permiten el uso de polietilentereftalato (PET) reciclado en agua mineral natural. Ahora, España se suma a esta iniciativa y se aplican estas mismas condiciones de reciclado de PET.

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