Unas garras mecánicas diseñadas por el Instituto de Automática e Informática Industrial (Instituto ai2) de la Universidad Politécnica de Valencia permiten, una vez acopladas a un robot industrial, que la máquina tenga capacidad para decidir con autonomía si un producto hortofrutícola está lo suficientemente maduro como para poder ser envasado o no.
El Instituto ai2 busca que el proyecto IMPA (Inspección y Manipulación de Productos Alimenticios) permita añadir esta capacidad de decisión en el tiempo récord con el que los robots industriales manejan los alimentos. La garra diseñada por el Instituto ai2 no sólo opera en menos de un segundo, sino que en ese mismo tiempo es capaz de decidir y clasificar la fruta o verdura por el nivel de madurez.
Tras analizar la incidencia de los robots industriales en los alimentos, este equipo de investigadores ha dotado a las garras de unos sensores que miden la frenada en el impacto que producen los dedos de la garra en el momento de coger una fruta o verdura. Así no sólo evitan dañar el producto, sino que deciden, mediante la cantidad de presión ejercida sobre él, cuál será su destino en la cadena de producción.
El proyecto se expondrá el próximo jueves 11 de noviembre durante la VI Jornada de Robótica del Instituto ai2, que este año tratará sobre cómo los robots industriales han irrumpido en el sector de la alimentación y bebida.