Impulso a la inmigración regular

Las contrataciones en origen y el control de las fronteras reducen el número de inmigrantes irregulares
Por Azucena García 2 de abril de 2010
Img patera listado
Imagen: Miguel Frutos

Las personas extranjeras que viven en España con tarjeta de residencia en vigor o con autorización de estancia por estudios aumentaron en 2009 respecto a 2008. El crecimiento fue del 7,1%, el más bajo desde 1992. Sin embargo, cada vez son más los inmigrantes que regularizan su situación. Por un lado, las contrataciones en origen han favorecido la llegada de personas extranjeras “con papeles”. Por otro, los mayores controles en las fronteras han persuadido a quienes optaban por cruzar los límites en patera. Pero las asociaciones de inmigrantes recuerdan que estas cifras no indican una mejora de la calidad de vida en el lugar de origen.

En 2009, la población española aumentó en 300.000 nuevos residentes extranjeros. Este dato es el más bajo desde 1992 y supone una reducción del 17% en el incremento de personas inmigrantes. Las cifras son paralelas al descenso de las contrataciones en origen -sólo se contrató a 20.000 extranjeros, frente a los 180.000 de 2008 y los 250.000 de 2007- y al aumento de los controles en las fronteras. Los inmigrantes que llegaron en pateras y cayucos fueron menos de la mitad que en el año 2000.

Se habla de un segundo ciclo en cuestión de inmigración y de especialización de los nuevos trabajadores. En este contexto se enmarcan los procesos de integración y las alternativas a la inmigración irregular. En total, el pasado 31 de diciembre se contabilizaron casi 4,8 millones de inmigrantes con tarjeta de residencia, un 1,60% más que el trimestre anterior. Los ciudadanos extranjeros con autorización de estancia para investigación y estudios en vigor aumentaron un 15,29% respecto al último trimestre y un 6,17% en relación a finales de 2008.

Inmigrantes regulares, quiénes son

Los ciudadanos comunitarios, iberoamericanos y africanos son quienes más consiguen legalizar su situación

Quienes consiguen legalizar su situación son, en su mayoría, los ciudadanos comunitarios (39,15%), iberoamericanos (30,49%) y africanos (20,80%). La mayor parte de las personas extranjeras que residen en nuestro país proceden de Marruecos (767.784), Rumanía (751.688) y Ecuador (440.304). En cuanto a las autorizaciones, el 46,53% corresponde a los certificados de registro o tarjetas de residencia de los ciudadanos comunitarios o sus familiares, el 18,57% son de residencia temporal y trabajo, el 11,70% de residencia temporal y el 23,21% de tipo permanente.

La residencia temporal por reagrupación familiar es otra de las modalidades más frecuentes. La duración de esta autorización depende del periodo de vigencia de la autorización del reagrupante. Ambas caducan en la misma fecha y son temporales hasta que se cumplen los requisitos para convertirse en permanente. Cuando esto ocurre, cada una de las tarjetas deja de depender del resto. El grueso de las tarjetas de residencia permanente se concentra en argelinos (64,11%), marroquíes (59,14%), filipinos (53,17%), senegaleses (51,94%) y chinos (51,01%). Colombianos y mexicanos son mayoría en las autorizaciones para investigación y estudios.

Inmigración clandestina ¿qué hace España?

Los inmigrantes que alcanzan las costas españolas de manera irregular descendieron en 2009. El informe «Derechos humanos en la frontera Sur», elaborado por el área de inmigración de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA), destaca «el importante descenso» en el número de personas que perdieron la vida o desaparecieron en su trayecto, al pasar de 581 muertos o desaparecidos en 2008 a 206 en 2009.

Un total de 581 inmigrantes murieron o desaparecieron en 2008, frente a los 206 de 2009

Subraya cómo el segundo Plan África 2009-2012 recoge por primera vez objetivos relacionados con la protección de los derechos humanos, la integración del enfoque de género y las acciones para garantizar la sostenibilidad medioambiental y la adaptación al cambio climático. También se apuesta por la colaboración con los países africanos.

Preocupan, sobre todo, Senegal y Cabo Verde, «desde donde parten más cayucos rumbo a Canarias». El informe recalca el trabajo de España en Níger, en un proyecto de seguridad y vigilancia de fronteras y en un plan para abordar la inmigración de forma integral, mientras en Gambia se prevé habilitar la Embajada española en Banjul y formar a personal local especializado en materia migratoria.

Las iniciativas puestas en marcha han apostado por las medidas desde el lugar de origen. Se han incrementado los dispositivos de seguridad y control europeos (Frontex), se han reforzado las fronteras interiores y exteriores, en España se ha ampliado el sistema de vigilancia SIVE (Sistema Integral de Vigilancia Exterior) a Murcia y la Comunidad Valenciana -ya funcionaba en Andalucía, Canarias, y Ceuta- y se ha iniciado el Sea Horse Network, una red de comunicación vía satélite entre España, Portugal, Mauritania, Senegal, Cabo Verde, Marruecos, Gambia y Guinea Bissau.

A esta situación se suman los efectos de la crisis, que según el citado informe han aumentado el coste del viaje, las expulsiones (13.278 en 2009, frente a las 10.616 de 2008) y la limitación de «las vías para que los ciudadanos africanos accedan a la inmigración regular». La sustitución del contingente por las contrataciones en origen ha mermado las plazas disponibles y «la única nueva vía para la adquisición de autorización de residencia y trabajo en España» se refiere «a los profesionales altamente cualificados«. Con todo, desde 2006 han descendido los flujos de inmigrantes irregulares hacia las costas españolas. Y así se prevé que sea también este año.

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