Entrevista

Isidro Rodríguez, director de la Fundación Secretariado Gitano

Los gitanos siguen siendo los ciudadanos españoles con más carencias
Por Miren Rodríguez, Iñigo Marauri 19 de abril de 2006
Img isidrorodriguez

Isidro Rodríguez, al frente de la Fundación Secretariado Gitano desde hace apenas un año, lleva más de doce vinculado a esta organización, a la que llegó con el objetivo de poner en marcha un programa de salud para los drogodependientes gitanos. Esta organización representa a una comunidad de aproximadamente 700.000 ciudadanos “que ha atravesado los siglos cargada de dolor y de sufrimiento con persecuciones y condiciones de vida muy extremas”, pero que en la actualidad, según recalca Rodríguez, vive su mejor momento histórico. “Estamos casi después de seis siglos en el mejor momento porque los gitanos son ciudadanos de pleno derecho por primera vez en la historia, las condiciones sociales han mejorado muchísimo y se empieza a ver una tendencia de renacimiento de la identidad”, explica con optimismo. No obstante, denuncia que “los gitanos siguen siendo los ciudadanos españoles con más carencias, más miedos en situaciones de pobreza, de rechazo y de exclusión social”.

La Fundación Secretariado Gitano adopta esta forma jurídica desde el año 2001, pero ya trabajaba desde mucho antes con la población gitana, ¿cuáles son sus orígenes?

Efectivamente, antes de 2001 era Asociación Secretariado Gitano y en 2001 se constituye la Fundación Secretariado Gitano. Pero la iniciativa parte del año 1982, incluso antes, puesto que tiene sus raíces a finales de los años 60 y, dependiendo de Cáritas, en muchas ciudades españolas ya había secretariados gitanos, cuya labor se centraba en ayudar a la población gitana, que en esos momentos estaba en una situación social pésima, de manera que los secretariados actuaban de urgencia con cuestiones que tenían que ver con necesidades básicas y de documentación, etc. Ya cuando se crea esta asociación su objetivo se centra en trabajar de una manera más profesionalizada por mejorar las condiciones sociales de la comunidad gitana. Fundamentalmente se preocupa por los temas educativos, por desarrollar una tarea de sensibilización a los actores sociales claves, fundamentalmente a los poderes públicos, a los técnicos de los servicios públicos.

¿Por esta razón forman parte de programas europeos que promocionan el empleo? ¿Están vinculados a otras asociaciones gitanas europeas?

Sí. Desde hace mucho la Fundación ha estado con una pierna en Europa. Ahora mismo somos gestores, igual que otras administraciones públicas, de un programa del Fondo Social Europeo, concretamente, de parte de uno de los programas operativos que hay, cuya duración comprende desde el año 2000 al año 2006. Es un programa que busca la eficacia y que procura que las personas gitanas accedan de manera más significativa al mercado de trabajo por cuenta ajena. Para ello se hace orientación, formación a las personas y acompañamiento al puesto de trabajo y al proceso de inclusión laboral. Es un buen ejemplo de cómo se utilizan los fondos estructurales para que lleguen a la población excluida. No hay que olvidar que la minoría gitana es muy importante en Europa,

“No hay que olvidar que la minoría gitana es muy importante en Europa”
va a haber entre nueve y diez millones de personas gitanas cuando Rumanía y Bulgaria se incorporen a la Unión Europea. Y desde hace varios años se ha participado en programas comunitarios de la Comisión Europea y de cooperación con terceros países en temas relacionados con el empleo, con la educación y la salud principalmente.

La comunidad gitana, como minoría étnica más importante y más antigua de España, ha sufrido la exclusión social y la marginación durante muchos años, ¿ha cambiado mucho esta realidad?

La situación va cambiando. En las dos últimas décadas, en los últimos 25 años, la situación social de los gitanos españoles ha cambiado sensiblemente como consecuencia básica de que ha cambiado nuestro país, ha cambiado el acceso a los sistemas de protección pública del estado de bienestar, el acceso a la educación… Hay que tener en cuenta que los gitanos han accedido al sistema educativo cuando se aprobó la LOE, en el año 1986, es decir hace dos días, así como su inclusión en el sistema nacional de salud. Gracias a la gran cantidad de vivienda pública que en los años 80 se construyó en España muchas familias gitanas pudieron vivir en otros entornos, facilitando el proceso de inclusión social. Ha habido por tanto una gran mejoría en la situación social de los gitanos, también una transformación cultural de la población, pero todavía es uno de los grupos más excluidos socialmente.

En cuanto a sus condiciones sociales aún se aprecia una lejanía notable en cuestiones de niveles de renta, de esperanza de vida… todavía cierta distancia con el conjunto de la población general española. Sigue existiendo una mala imagen sobre la comunidad gitana, hay unos prejuicios muy arraigados en la sociedad española que nos impiden ver el avance y el cambio tan grande que se ha producido. Buena parte de los ciudadanos españoles tienen la imagen de un gitano chabolista, que desarrolla actividades desadaptadas… porque es lo que sale en los medios de comunicación y no vemos el cambio que han sufrido las familias normales y corrientes y su esfuerzo por salir adelante.

Ante la llegada en los últimos años de millones de inmigrantes, ¿la sociedad española es más tolerante con la población gitana?

Teníamos y tenemos cierta precaución, en el sentido de que ahora la inmigración se ha convertido en una prioridad para los poderes públicos, para cualquier ayuntamiento, para las comunidades autónomas, etc. Se están dedicando muchos recursos a la integración social de las personas inmigrantes, lo que nos parece muy positivo. Pensamos en un primer momento que quizá esto podría dejar en un segundo plano el cuidado de la población gitana, cuya situación es peor y sigue teniendo más barreras para incorporarse socialmente.

Sin embargo, estamos viendo que posiblemente como inercia a este movimiento hacia los inmigrantes también estamos perdiendo una mayor sensibilidad por parte de las Administraciones públicas de entonces sobre la situación de los gitanos. Hay que darse cuenta de que en una sociedad rica como la nuestra todavía hay poblados chabolistas.

“En una sociedad rica como la nuestra todavía hay poblados chabolistas”
Yo creo que las Administraciones están volcando la mirada hacia estas situaciones.

¿Cuántos son?

Alrededor de 700.000 gitanos. Antes de la llegada de los inmigrantes, la comunidad gitana se aproximaba al 2% de la población española, ahora el porcentaje es menor, pero sin duda es una población muy importante.

Ha mencionado el empleo como uno de los ámbitos en los que trabaja la organización, ¿en qué otros ámbitos se centra la actuación de Fundación Secretariado Gitano?

Fundamentalmente en salud, educación y vivienda, estos son los temas estructurales que son los que permiten a las personas estar excluidos o formar parte de la sociedad como el resto de los ciudadanos. De todos estos temas, el de la vivienda desempeña un papel fundamental, aún hay poblados chabolistas, segregados en un país como el nuestro donde se ha avanzado muy positivamente. Creemos que hay dos aspectos ahora mismo muy graves que afectan a la comunidad gitana: el primero es el de la educación. Acabamos de realizar un estudio que revela que el número de personas gitanas mayores de 16 años que no han completado sus estudios primarios es del 70%.

“El número de personas gitanas mayores de 16 años que no han completado sus estudios primarios es del 70%”
Esto hipoteca el futuro de una comunidad, por eso esta cuestión debe ser una de las prioridades de los poderes públicos, en este caso de las autoridades educativas. No acceder a una educación o no acceder a una educación de calidad, en la que se sigue abandonando prematuramente la escuela condiciona el futuro. No puedes acceder a empleos que precisan cierta cualificación, de manera que los salarios no compiten con las ayudas sociales, es una pescadilla que se muerde la cola.

¿Y el otro aspecto?

El otro gran pilar es el que ya hemos mencionado en varias ocasiones por su enorme relevancia, el del empleo. Y es que el empleo es la palanca principal para que las personas más desfavorecidas se incorporen al mercado de trabajo. Nosotros apostamos por el mercado de trabajo por cuenta ajena y creemos que los esfuerzos hay que hacerlos en esa línea. Para ello cualificación y formación profesional deben ir parejos, así como las medidas de apoyo para el acceso al mercado de trabajo, porque en estos momentos debe ser acompañado, debe ser apoyado, dado que el rechazo que hay hacia los gitanos hace que sea difícil acceder a un empleo.

¿Exactamente cómo se promueve este acceso al puesto de trabajo desde Fundación Secretariado Gitano?

Nosotros somos una entidad que vive sobre todo de los fondos públicos de distintas administraciones europeas, autonómicas, estatales y locales. Encontramos una barrera para llegar, como hacen otras ONG, a la financiación privada. Supongo que aquí pesa también la imagen social de la población gitana. Trabajamos en la promoción del empleo a través de un programa que está muy bien dotado económicamente es el de ‘Acceso al Empleo’, soportado fundamentalmente por ayudas europeas en un 70%, luego hay cofinanciación de otras administraciones españolas. Básicamente es un programa que permite, con el objetivo último de acceder al mercado de trabajo por cuenta ajena, poner en marcha metodologías avanzadas para la población gitana, labores de captación adaptadas con equipos multiculturales, labores de orientación laboral, que son fundamentales porque se basan en adecuar las perspectivas de las personas a la realidad y acciones formativas que impartimos nosotros o las propias empresas.

Gestionando y coordinando estas labores, ¿cuántas personas trabajan en esta organización?

En la Fundación llegamos a lo largo del año a casi 600 empleados y ahora mismo estamos presentes en prácticamente todas las poblaciones españolas.

¿Cuántas personas se han beneficiado de la ayuda que proporciona la Fundación?

Las estimaciones son difíciles de realizar porque los programas que desarrollamos son muchos, pero puedo decir que sólo con el programa de empleo se han beneficiado a 31 de diciembre de 2005 un total de 28.000 personas y se han conseguido 20.000 contratos de trabajo, que responden a 9.000 personas.

En este sentido, la Fundación Secretariado Gitano presentó el 31 de marzo, en la sede del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, el estudio ‘Población Gitana y Empleo’. ¿Cuáles son las conclusiones más importantes que obtuvieron?

Hay que tener en cuenta que no hay datos fiables sobre la población gitana y eso hace muy difícil la puesta en marcha de medidas políticas adaptadas, porque hablamos un poco de oídas. Por eso hemos realizado este estudio, que pensamos que es el primero que se hace en Europa sobre población gitana, y es metodológicamente riguroso y bastante bueno. Se ha hecho con una muestra significativa, sobre 1.500 encuestas y con información sobre 7.000 personas, lo que confiere mucha fiabilidad al estudio. Las principales conclusiones que se han obtenido es que en contra del estereotipo, la población gitana es una población abocada a trabajar,

“En contra del estereotipo, la población gitana es una población abocada a trabajar mucho”
que trabaja y mucho. La tasa de población activa gitana es sensiblemente superior a la tasa de población activa de la población en general.

Y estos datos en relación con la situación aún precaria de esta comunidad, ¿cómo se deben interpretar?

Tiene dos lecturas: la buena es que la población trabaja y desde muy temprano, a los 16 años ya está en el mercado laboral y acaba muy tarde, a los 65 años, cuando la población general española trabaja menos. La parte negativa es que mientras que los jóvenes de la población general se están formando, están estudiando… los jóvenes gitanos ya están trabajando e intentando sacar adelante a su familia. Otra de las conclusiones es que hay una tasa de asalariados gitanos muy importante, un 51% de la población gitana mayor de 16 años está asalariada y si lo comparamos con la población general es un porcentaje muy pequeño, pero de acuerdo con la imagen que acarrea la comunidad gitana, el porcentaje es muy significativo. No obstante, las sombras comienzan a aparecer cuando se estudia la calidad del empleo. De estos asalariados, sólo un 15% lo son de manera indefinida, la tasa de temporalidad es del 70% y la tasa de contratos parciales es también muy alta. Además, el estudio revela que la mujer gitana se está incorporando al mundo del trabajo, y en mayor medida que los hombres a la formación.

Hace un par de semanas la ministra de Cultura presentó oficialmente el tan esperado Instituto de la Cultura Gitana, ¿qué representa este organismo para la sociedad gitana?

Es un paso muy importante, porque si nos damos cuenta en nuestro país con el ordenamiento jurídico que tenemos hay 17 comunidades autónomas que valoran y dedican recursos al reconocimiento del patrimonio cultural de los pueblos, de los ciudadanos, de su historia, identidad, tradiciones…pero la comunidad gitana que está en todas estas comunidades no tiene un mínimo reconocimiento institucional sobre su identidad y nunca se le ha dado un valor a su cultura. Se asocia a la marginación y no hay ninguna institución que preserve, que reconozca, que ponga en positivo y dé valor al hecho cultural gitano…

No hay ninguna institución que preserve, que reconozca, que ponga en positivo y dé valor al hecho cultural gitano
y que esto sea vivido como patrimonio común de todos los ciudadanos. Un dato que nos tendría que llamar la atención es que en los libros de texto de nuestro país no encontramos dos líneas sobre quiénes son los gitanos, sobre su historia…pero en positivo.

¿Cuál es la tarea pendiente de la sociedad con la población gitana?

La comunidad gitana ha atravesado los siglos cargada de dolor y de sufrimiento con persecuciones y condiciones de vida muy extremas marcadas por la miseria y la carencia. Yo creo que históricamente estamos casi después de seis siglos en el mejor momento porque son ciudadanos de pleno derecho por primera vez en la historia, porque las condiciones sociales han mejorado muchísimo y porque se empieza a ver una tendencia de renacimiento de la identidad… Por eso creo que estamos en el mejor momento. ¿Cuál es la tarea pendiente? Los gitanos siguen siendo los ciudadanos españoles con más carencias, más miedos en situaciones de pobreza, de rechazo, de exclusión social. Las tareas son avanzar significativamente en las tareas educativas, en la inclusión a través del empleo y del reconocimiento cultural y acabar con la mala imagen y el rechazo y discriminación social.

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