Las temperaturas de hasta 20 grados bajo cero que se registran todos los años por estas fechas en los Andes peruanos hacen estragos entre la población más vulnerable de la región. En el último mes, unos 150 niños y 25 mujeres embarazadas han muerto por neumonía y la vida de miles de personas está en peligro por la intensa ola de frío. Esta situación ha llevado a las organizaciones humanitarias a movilizarse para ayudar a las comunidades del Altiplano, que se encuentran aisladas a 4.000 metros de altura.
Las regiones de Puno y Arequipa registran ya graves pérdidas en el ganado y la agricultura. Además, el derrumbe de casas y colegios ha dejado decenas de damnificados, que se encuentran incomunicados, sin energía eléctrica ni teléfono, advierte Cruz Roja.
A la solicitud de ayuda urgente formulada la semana pasada por el Gobierno del presidente Alejandro Toledo, para combatir la ola de frío que azota a ocho provincias del sur del país, ha respondido inmediatamente el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). Su representante en Perú, Andrés Franco, se trasladó recientemente a la zona, junto al ministro de Sanidad, Álvaro Vidal, para llevar los antibióticos necesarios con el objetivo de atender los casos de neumonía y otras enfermedades respiratorias.
Vidal hizo un llamamiento para «mantener la calma y la serenidad» y anunció que los establecimientos de salud del país estarán en alerta, en especial los de las zonas afectadas por las inclemencias del tiempo.
Las autoridades sanitarias peruanas han lanzado una campaña con mensajes preventivos y recomendaciones sobre cómo detectar los primeros síntomas de enfermedades respiratorias.
Al mismo tiempo, Cruz Roja Peruana ha comenzado recaudar fondos para brindar toda la asistencia necesaria a las comunidades más afectadas por la intensa ola de frío. En estos momentos, algunas de las necesidades urgentes son medicinas, botas, ropa de abrigo, alimentos ricos en carbohidratos o palas para remover la nieve y materiales de construcción, entre otros.
Además, el pasado mes de mayo el Fondo de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ofreció 130.000 dólares de ayuda para colaborar en la rehabilitación de la actividad pecuaria de las familias más afectadas.
Hace ahora un año, Perú sufrió una situación parecida que afectó a cerca de 26.000 personas y causó daños significativos en la agricultura local. Entonces, la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) entregó ayuda humanitaria por valor de 50.000 euros.