Campaña de invierno: a punto para protegerse del frío

La llegada del invierno incrementa la situación de vulnerabilidad de millones de personas refugiadas o desplazadas internas, y ACNUR despliega su plan de invierno para darles asistencia
Por Comité español de ACNUR 24 de diciembre de 2022
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Imagen: ACNUR
Como cada año, ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, pone en marcha su campaña de invierno para ayudar a las personas refugiadas y desplazadas internas en países que alcanzan temperaturas extremas con la llegada del clima invernal. Te contamos cómo es la situación estos días para los refugiados de Ucrania, Afganistán, Irak y Siria y qué ayuda se les puede proporcionar.

El invierno en Ucrania, Afganistán, Irak y Siria

En lugares como Ucrania, Afganistán, Irak y Siria las temperaturas pueden llegar a los 20 ºC bajo cero, lo que dificulta gravemente el día a día de estas personas. Aparte de las bajas temperaturas, llegan las lluvias, las heladas y la nieve; y las tareas más simples, como salir de casa en busca de comida o agua, pueden tornarse complicadas.

En Ucrania, millones de personas viven en edificios con paredes y ventanas rotas, destrozadas por el impacto de la guerra. Además, para muchos ucranianos y ucranianas este será su primer invierno como desplazados internos.

En Afganistán, tendrán que enfrentarse a temperaturas de 15 ºC bajo cero, en refugios improvisados y sin acceso a electricidad o combustible para la calefacción.

Es parecido el caso de los 3,4 millones de sirios e iraquíes refugiados y desplazados internos que viven en Siria, Líbano, Jordania, Irak y Egipto, que deberán enfrentarse a duras heladas en su duodécimo año de desplazamiento forzado.

Los retos del frío para las personas refugiadas y desplazadas

Varios son los factores que hacen que estas fechas sean las más duras del año para los refugiados y desplazados. Sin duda, el principal problema al que enfrentarse es el frío extremo y mantener refugios improvisados o edificios llenos de agujeros calientes y secos. En Ucrania, por ejemplo, la falta de electricidad a causa de la guerra y la consecuente subida de precios de los combustibles (que ya de por sí era difícil de conseguir para muchas personas en el país) se hace ya prácticamente imposible.

El frío también tiene graves consecuencias para la salud de las personas afectadas por estos conflictos, haciendo que enfermen con más facilidad y agravando las enfermedades crónicas. Las bajas temperaturas debilitan el sistema inmunológico, haciendo que enfermedades como la gripe o el resfriado común se den con más frecuencia, sobre todo si a esto se añade una nutrición deficiente.

Difícil acceso a combustible para calefacción, aumento de las enfermedades, aumento del costo de la vida e incluso en algunos lugares la pérdida de oportunidades laborales por la situación económica y el impacto de la covid-19 es a lo que tendrán que hacer frente millones de personas en estos meses de invierno.

La campaña de invierno de ACNUR

Para ello, ACNUR lanza otro año más su campaña de invierno, con la intención de ayudar a estas personas a pasar lo mejor posible estos difíciles meses. Esta campaña se centrará en tres áreas concretas para conseguir este objetivo:

  • Se proporcionará asistencia en efectivo a las familias con la intención de que puedan cubrir sus necesidades en los meses de invierno, tales como comprar combustible o alimentos.
  • Se enviarán artículos básicos de ayuda, como ropa de abrigo, mantas térmicas, calefactores, lonas de plástico o sacos de dormir.
  • Se repararán y acondicionarán los refugios para soportar las inclemencias del tiempo, intentando añadir materiales aislantes.

Sin fondos suficientes, la asistencia para salvar vidas tendrá que reducirse o interrumpirse, cortando un sustento vital para las personas desplazadas.

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