Entrevista

María del Mar Magallón, directora de la Fundación Alboan

Lo que ocurre en el Sur tiene que ver con nuestra vida y forma de consumir
Por Esther Camuñas 26 de febrero de 2016
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Imagen: Alboan

Luchar por la vulneración de los derechos humanos y combatir la desigualdad son algunos de los retos que se plantea la Fundación Alboan, una ONG promovida por la Compañía de Jesús (jesuitas) y ubicada en el País Vasco y Navarra que cumple 20 años de trabajo y dedicación a la cooperación internacional en América Latina, África y Asia. En la dirección, María del Mar Magallón, que lleva vinculada a Alboan 15 años, transmite con pasión y entrega los pasos que ha dado la entidad y cómo “la crisis económica fue un momento duro y también de crecimiento y madurez”. Hoy celebran estos 20 años desde Donostia/San Sebastián. Magallón cuenta en esta entrevista que este trabajo tiene sentido y se siente afortunada de poder hacer lo que quiere. Entre las actividades de sensibilización de Alboan cabe destacar la campaña “Tecnología Libre de Conflicto” que pone de relieve cómo la extracción ilegal de algunos minerales es una de las principales causas de la vulneración de los derechos humanos y la guerra que se vive en el Congo.

¿Cuándo y por qué surge Alboan?

Nace en 1994 y se constituye como fundación en 1996. Surge porque un grupo de personas vinculadas a los jesuitas decide crear una organización a través de la cual se puedan canalizar todas las iniciativas de solidaridad y cooperación internacional llevadas a cabo desde el País Vasco y Navarra. Nuestro objetivo es fortalecer a las organizaciones locales que ya están trabajando en países de América Latina y Centroamérica, en grandes lagos de África (Congo, Ruanda, Burundi y Chad) y también en India.

¿Qué proyectos llevan a cabo?

Trabajamos en cuatro áreas temáticas. En primer lugar, favorecemos el acceso a la educación, desde la construcción de escuelas a la posibilidad de tener una educación de calidad. En segundo lugar, trabajamos en el ámbito del desarrollo económico y productivo apoyando iniciativas y proyectos vinculados al mundo rural (mejora de las cosechas, acceso a nuevos mercados, etc.). También en el área de acción humanitaria colaboramos con el Servicio Jesuita a Migrantes, que trabaja en muchos lugares del mundo donde hay desplazamientos forzosos de gente, y apoyamos en los campos de refugiados. El cuarto sector es la mejora de la democracia y cómo contribuir a fortalecer a la sociedad civil para que reclame sus derechos, se organice e incida en su ámbito local. También colaboramos en algunas emergencias que se dan en países en los que ya estamos trabajando y desde las que la Compañía de Jesús solicita nuestra ayuda, pero no lo hacemos en todas las emergencias.

Para ustedes, ¿qué es la vulnerabilidad y la escasez de la que tan cerca trabajan?

“Vulnerabilidad es no saber qué va a pasar mañana, es vivir el hoy y el presente porque no se tienen medios para llegar a fin de mes”

Vulnerabilidad es no saber qué va a pasar mañana, es vivir el presente porque no se tienen medios para llegar a fin de mes. Por ejemplo, si alguien se pone enfermo en la familia no podrán acudir a un hospital o tardarán tres días en llegar. También es impunidad: si alguien viola sus derechos, no tienen dónde acudir, porque si van a la policía o al ejército son órganos que ejercen esa violencia contra ellos. Vulnerabilidad es cuando no hay legislación que se respete y un estado que no vela por los derechos de sus ciudadanos. Uno de los casos de vulnerabilidad más flagrante es la situación de las personas refugiadas y deplazadas forzosas, que salen de casa con sus hijos y no saben dónde van a estar en paz y se sienten amenazadas constantemente.

¿Alboan ha vivido esa escasez y situación de vulnerabilidad?

Con la crisis económica y los recortes en las políticas públicas de cooperación entre 2012 y 2014 nos vimos muy afectados, dado que el 50% de nuestra financiación es pública. Tuvimos que hacer el ejercicio de ver cómo manejábamos la escasez, sabiendo que no queríamos que afectara a los proyectos iniciados en los países del Sur. Vivimos un poco más de cerca lo que es la vulnerabilidad y la precariedad, nunca comparable con la vivencia de los pueblos del Sur. Uno de los primeros elementos fue ver qué hacíamos con el gasto aquí, así que nuestra decisión fue repartir el impacto negativo y entonces empezamos por recortarnos el sueldo el 10%. Nosotros nos comprometemos con la gente de allí a la que ponemos rostro y sabemos lo que supone no tener fondos para ellos. Fue un momento duro y también de crecimiento y madurez.

¿Qué necesitan los pueblos del Sur?

“Para salir de la pobreza es necesario que los pueblos del Sur vivan en paz y no haya un conflicto armado”

Desde Alboan creemos que para que toda la humanidad tenga una vida digna tenemos retos y desafíos, tanto para nuestra sociedad como para la gente que vive en otros países. El gran problema que tenemos es la desigualdad y es importante la redistribución de la riqueza, tanto en Perú como aquí. Los pueblos del Sur necesitan que se redistribuyan los recursos de forma más justa y también que haya un control equitativo de la extracción y acceso a los recursos naturales que tienen esos países. También necesitan que puedan acceder a nuestros mercados y que haya una reducción de la venta de armas. Para salir de la pobreza es necesario que vivan en paz y no haya un conflicto armado. Y otro elemento que condiciona las posibilidades de que un país salga adelante es la impunidad.

En relación a la campaña “Tecnología Libre de Conflicto”, ¿qué “esconde nuestro móvil”?

La convicción de Alboan es que lo que ocurre en el Sur tiene que ver con nuestra vida y nuestra vida y forma de consumir tiene que ver con lo que ocurre en el Sur. Con esta campaña queremos visibilizar la conexión que existe entre el consumo de la tecnología que utilizamos (móviles, tabletas…) y la realidad de violencia y conflicto que se vive en el Congo, y que hace que la gente tenga que salir de su país. La relación que existe es que, al extraer minerales de manera ilegal, lo que se paga por esos minerales está llegando a los grupos armados que a su vez están recrudeciendo el conflicto armado en ese país. Pedimos a las empresas europeas que trabajan con minerales de estos países, y en concreto del Congo, que tengan que declarar la trazabilidad de esos minerales. Es decir, que cuando compremos un aparato tecnológico, podamos saber de dónde vienen los materiales con los que está hecho y, por tanto, que los consumidores seamos conscientes de qué estamos financiando cuando compramos ese equipo.

¿Cuáles son los objetivos que persigue la campaña?

Tiene cuatro grandes propuestas. Por un lado, está el reciclaje de los móviles y otros aparatos para reducir el impacto ambiental que tiene; además, desde Alboan por ese reciclaje conseguimos fondos para mandar al Congo. Otra opción es contribuir económicamente con las organizaciones que están trabajando allí, que en nuestro caso es el Servicio Jesuita a los Refugiados que desarolla con personas que salen de sus casas por el conflicto violento. Otra forma de contribuir es dar a conocer y difundir la campaña. Otra de las propuestas tiene que ver con la incidencia política: hicimos una recogida de firmas para los representantes vascos y navarros que están en el Parlamento Europeo y van a participar en la negociación de una directiva relacionada con las empresas europeas que utilizan minerales presentes en las zonas de conflicto.

¿Qué se ha logrado?

“Fue un gran triunfo que saliera en el Parlamento Europeo la obligatoriedad de la norma que establece que las empresas declaren la trazabilidad de sus materiales”

El Parlamento Europeo ha decidido que la norma que establece que las empresas declaren la trazabilidad de sus materiales sea obligatoria y no solo quede a la voluntad de las compañías. La segunda parte es elaborar esta norma. Así que volvemos a necesitar hacer incidencia, en este caso, en el Gobierno que está negociando. El trabajo de incidencia política es un trabajo de paciencia e insistencia, porque el año pasado fue un gran triunfo que saliera en el Parlamento Europeo la obligatoriedad de la norma, pero ahora toca otro paso y no bajar la guardia.

¿Es posible conseguir un comercio de minerales justo?

Confío en que será gracias al poder de la ciudadanía europea, porque en muchas situaciones está forzando cambios, en este caso hacia las empresas de las que son consumidores. Confío en el apoyo de la base social de Alboan, que es lo que nos ha permitido en estos 20 años seguir adelante y mantener procesos que se hubieran caído. Confío en el poder que tiene la gente y eso se está viendo en el apoyo a Siria, que son las organizaciones y la población civil quienes están recibiendo y atendiendo a la gente. Desde la campaña buscamos acercar el impacto que tiene nuestro modelo de vida y de consumo a una realidad concreta como la del Congo con unos rostros concretos que sufren nuestros hábitos.

¿Cuáles son los logros en estos 20 años de recorrido?

“Nuestra prioridad es profundizar en la extracción de los recursos naturales”

Estamos orgullosos de celebrar estos 20 años con todas las dificultades y estamos donde queremos estar, arraigados a un territorio de Euskadi y Navarra. Soñábamos con ser una plataforma de encuentro entre personas del Norte y del Sur, y los somos. Tenemos relación con 120 entidades en distintos países, con algunas desde el principio, y esto habla de nuestra fidelidad y de nuestra concepción del desarrollo y de acompañar procesos. Y estamos superorgullosos del apoyo y respaldo social, de los colegios, Universidad, instituciones, ciudadanía, los medios de comunicación…

¿Cómo celebrarán este vigésimo aniversario?

Haremos un acto en cada uno de los sitios donde tenemos sede: Bilbao, Donostia/San Sebastián, Vitoria-Gasteiz y Pamplona. Lo celebraremos con una eucaristía, que es la espiritualidad que nos mueve y de la que surge Alboan, y luego una fiesta para encontrarnos, charlar y tomarnos unos vinos a la salud de todas las energías que han estado ahí puestas. Además, os invitamos a todos a la Carrera Solidaria por las Mujeres Valientes que se celebrará el 6 de marzo.

¿Qué retos persiguen desde Alboan para los próximos 20 años?

Nuestra prioridad es profundizar en la extracción de los recursos naturales como una de las principales causas de la vulneración de los derechos humanos. Seguiremos trabajando en cómo combatir la desigualdad, sumándonos a las denuncias de organizaciones que trabajan en la desigualdad de aquí y no solo la de los pueblos del Sur. También seguiremos reclamando que los fondos públicos sean dignos y se cumpla el 0,7%, pero nos vamos a preocupar de diversificar nuestros fondos y financiar de otra forma las actividades que queremos mantener.

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