Vestir de forma más solidaria y sostenible es tendencia. Y se llama slow fashion (moda lenta), una moda consciente, solidaria, ecológica y más responsable. “La moda sostenible es la que promueve una manera de producir que cuida nuestro bienestar, así como de otros seres vivos que viven en el planeta y del planeta mismo. Además, busca soluciones para producir ropa de forma que genere valor para los y las trabajadoras de la cadena de suministro, con empleo y condiciones dignas y justas para todos“, dice Gema Gómez, creadora de Slow Fashion Next, una plataforma profesional de moda sostenible. A continuación, se detalla todo lo concerniente a la ropa de moda lenta.
Cada año los europeos tiran a la basura entre un millón y medio y dos millones de toneladas de ropa, según el estudio ‘Recursos Renovables, la biotecnología de las plantas‘ coordinado por el científico polaco Ryszard Kozlowski, director del Instituto Europeo de Fibras Naturales. Y España no se queda atrás en la compra frenética de prendas que acaban en el contenedor. ¿Sabía que cada ciudadano adquiere entre ocho y nueve kilos de ropa al año? Pero también se derrocha mucho: cerca de 390.000 toneladas de prendas y otros textiles terminan en el cubo de la basura, según la Asociación Española de Recuperadores de Economía Social y Solidaria.
¿Nada que ponerse? Piénselo dos veces
«En nuestro país se tiran cerca de 390.000 toneladas de ropa a la basura», reconoce la Asociación Española de Recuperadores de Economía Social y SolidariaEste modelo de ropa «de usar y tirar» tiene numerosos impactos sociales y ambientales negativos: las prendas de vestir son responsables del 2 % de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera -principal gas causante del efecto invernadero y del consecuente cambio climático-, y también de entre el 6 % y el 8 % del consumo de agua, según la iniciativa WRAP, que quiere extender la economía circular y la reducción de residuos de empresas y ciudadanos de todo el mundo.
«La moda es el lugar lógico por donde comenzar a concienciarnos de la importancia de la sostenibilidad y de llevar negocios más solidarios«, dice uno de activistas más enérgicos de la slow fashion, Jochen Zeitz, en una entrevista al diario The New York Times. «Deberíamos adoptar una actividad sostenible y solidaria al vestir: el lujo de la moda debería residir en la sostenibilidad y la calidad de la ropa, no en el uso compulsivo», manifiesta Zeitz.Imagen: belchonock
Armario solidario y sostenible…
Pero, ¿hay alguna forma de hacer un armario más solidario, responsable y sostenible? «Lo primero que nos tenemos que plantear es si necesitamos adquirir tanta ropa: hay que comprar menos. Y, cuando lo hagamos, pensar en las consecuencias que tiene nuestra compra, tanto su contaminación sobre el planeta como su papel en la creación de empleo digno», apunta Gómez.
Y no solo se trata de frenar el impulso de compra compulsiva de nuevas prendas (un ciudadano medio compra hasta un 60% más de prendas al año que hace 15 años, según Greenpeace). También hay que mantenerla más tiempo dentro del armario: camisetas, pantalones vaqueros y zapatillas de deporte tienen hoy una vida mucho más reducida y apenas aguantan la mitad del tiempo en el guardarropa antes de decidir tirarlas. «Es difícil resistir la tentación de una buena oferta, pero esta tendencia de la moda rápida nos hace consumir y generar residuos por encima de la capacidad de nuestro planeta, y de un modo incompatible con los valores de solidaridad para los trabajadores del sector», asegura Kirsten Brodde, responsable de la campaña «Moda Detox» de Greenpeace.
Además, los armarios de los españoles, dice Gómez, están llenos de prendas que contaminan tanto a la hora de producirla como cada vez que se lava: «El poliéster está presente en el 60% de los tejidos, y cada vez que los lavamos desprenden microplásticos que contaminan los mares«.Imagen: belchonock
Larga vida a la camiseta
¿Y puede ser el reciclaje la solución? Reciclar una prenda no es tan sencillo como parece. El proceso no solo contamina el planeta, sino que la baja calidad de las fibras explica que este procedimiento haya dejado de ser rentable. Al contrario, aumentar la calidad y durabilidad de las prendas puede ser un paso esencial para hacer un armario más sostenible y solidario para todos. «Opciones más sostenibles y solidarias incluyen comprar ropa de segunda mano o invertir en marcas que están haciendo las cosas bien, aportándole el valor del que hablábamos», añade la directora de Slow Fashion Next.
¿Y cuando se canse de su vieja, y muy aprovechada, camiseta? Entonces, aún queda espacio para otra tendencia que hace furor no solo en la calle, sino también en las redes sociales: customice usted mismo la prenda y abrace el movimiento DIY (Do it Yourself). En otras palabras: hágalo usted mismo. Y dele una nueva vida, más larga, a esa camiseta tan sufrida que lleva meses metida en el armario. Además, quién sabe si no volverá a ser tendencia dentro de 20 años…
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