Primavera justa, primavera solidaria

Los artículos de comercio justo se llenan de colorido para consolidar su oferta con la llegada de la nueva estación
Por Azucena García 31 de marzo de 2009
Img bolso patchwork
Imagen: Intermón Oxfam

Cambiamos de estación y es momento de cambiar de vestuario, de complementos, de artículos de decoración, de objetos de papelería… La llegada de la primavera anuncia el inicio de una nueva temporada en la que el color es la nota dominante. Los diseños originales de los productos de comercio justo se cuelan en el día a día para alegrarlo e incrementar los beneficios de unas organizaciones que han conseguido mejorar la calidad de vida de miles de personas.

Imagen: Intermón Oxfam

La primavera ha llegado al comercio justo. Se nota en los estampados, en los colores, en los diseños… El inicio de una nueva estación ha revolucionado los catálogos de moda y complementos, que exprimen al máximo la originalidad para evitar la caída de las ventas. En esta ocasión, se hace hincapié más que nunca en los beneficios que el comercio justo reporta a los productores e, incluso, se organizan desfiles de moda, como el que tendrá lugar este 1 de abril en La Casa Encendida de Madrid para dar a conocer las novedades en prendas y complementos.

En este contexto, desde Setem se apuesta por el colorido y los originales diseños de una colección de ropa confeccionada en India y en Nepal por las artesanas de Creative Handicrafts y Mahaguthi. La propuesta se compone de vestidos estampados, faldas de algodón, pantalones, camisas, camisetas o calzado cómodo. La oferta se completa con complementos, artículos de bisutería, decoración, papelería, juegos, jabones y productos de cuidado personal. «A lo largo de las próximas semanas iremos dejando atrás el largo invierno y llenando nuestras estanterías de prendas originales y fresquitas con las que recibir el buen tiempo», anima la organización.

En Fundación COPADE, preocupada por el establecimiento de relaciones de comercio justo con los países en vías de desarrollo, ofrecen la posibilidad de personalizar los productos con logos, formas o diseños proporcionados por los propios consumidores. Su catálogo de primavera-verano reúne, entre otras cosas, vistosas pulseras, collares, colgantes y anillos, tobilleras y brazaletes, gomas de pelo, y sus tradicionales productos de madera con el sello FSC.

La propuesta de Intermón Oxfam (IO) añade, además, artesanía asiática «para recibir la nueva estación». En este escaparate se pueden encontrar desde un juego de pendientes, hasta un taburete de India realizado en bambú, un juego de té hecho a mano en Nepal, un monedero de Tailandia fabricado en coco y un bolso procedente de África y realizado en sisal.

Beneficios y beneficiarios

Img beneficiarias articuloImagen: Intermón Oxfam

El comercio justo, recuerda IO, «garantiza a los consumidores y consumidoras que los artículos que compran han sido elaborados en condiciones de dignidad, promoviendo el desarrollo de oportunidades para los grupos productores más desfavorecidos, especialmente mujeres e indígenas». En su caso, los beneficiarios se reparten entre un total de 113 grupos productores de África, América Latina y Asia, en los que se desarrollan programas de microcréditos o se facilita la asistencia técnica necesaria.

Las mujeres son las principales beneficiarias, aunque las ganancias se destinan también a la escolarización de niños y la formación de artesanos

En Bagru, al noroeste de India, las mujeres de la comunidad cuentan con pequeños talleres de costura en los que fabrican productos que comercializan en el extranjero bajo los criterios de comercio justo. Este grupo, Asha Handicraft Association, está respaldado por un programa de microcréditos «que ha permitido a muchos trabajadores, especialmente mujeres, abrir sus propios talleres y ganar independencia». En la actualidad, trabaja con más de 180 cooperativas artesanas dedicadas al tejido de alfombras, estampado de tela, decoración de textiles o artesanía con madera, cobre y plata, y apoya a los grupos productores con programas de mejora social en salud o educación.

La escolarización de los niños, la formación de artesanos, la estabilidad en el empleo y el asesoramiento son otros aspectos que se fomentan desde las organizaciones de comercio justo. Se apuesta por establecer estructuras de cooperación entre sus distintos grupos productores para lograr «acceso directo a los mercados del Norte y unas condiciones laborales y comerciales justas e igualitarias», destaca IO. Su interés es dar trabajo, en su mayoría, a los grupos marginados de la población india, por lo que buena parte de los productos llegan directamente desde este país.

Por su parte, Setem apuesta por Bangladesh como principal proveedor de camisetas de punto en la Unión Europea. En Bangladesh trabaja con la ONG Brac «por el desarrollo de la población más pobre y desfavorecida, centrándose en el apoyo a las mujeres». Se trata de una agrupación de cooperativas fundada en 1978 en la que trabajan más de 30.000 personas, un 85% mujeres. Esta organización destina parte de sus beneficios a proyectos sociales para mantener colegios abiertos, proporcionar asistencia sanitaria o facilitar la concesión de préstamos con tipos de interés blandos.

Ley del artesano

El pasado 19 de marzo se celebró el Día del artesano peruano, una fecha que reconoce el esfuerzo de este grupo por conseguir la Ley del Artesano. “Esta norma jurídica facilita el trabajo de los artesanos y reconoce la labor de los miles de hombres y mujeres que se dedican a esta noble actividad”, señala IO.

En Perú residen más de dos millones de artesanos, por lo que la Red Nacional Pro Ley del Artesano (RENAPLA), compuesta por artesanos y ONG, promovió la Ley del Artesano y del Desarrollo de la Actividad Artesanal. A punto de entrar en vigor, pretende alcanzar un plan de desarrollo sostenible de la actividad artesanal.

Pretende alcanzar un plan de desarrollo sostenible de la actividad artesanal

El nuevo marco sustituye a la Ley de Promoción Artesanal promulgada en diciembre de 1984 y que se considera “desfasada y obsoleta”. Su objetivo es proteger a los artesanos, “que en su gran mayoría viven en extrema pobreza”, y permitir el desarrollo de la artesanía en general: “Debe proteger, facilitar y apoyar al desarrollo personal, organizativo y sectorial de los artesanos”, recoge el texto.

La intención es que la artesanía sea vista como parte de la cultura e identidad del país y como una actividad económica para miles de familias, lo que requiere un plan de formación y capacitación “para aumentar considerablemente el nivel de producción”. Por otro lado, la norma pretende que se reconozca el valor del trabajo de los artesanos, su organización en asociaciones, federaciones o similares, la creación de parques o complejos artesanales, la concesión de un carné artesanal y un régimen especial de Seguridad Social, entre otras cosas.

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