Cuidado con las líneas 800

La empresa que contrata un 803, 806 u 807 recibe una parte sustancial del importe que paga el usuario por minuto ( a veces más de un euro), por lo que siempre intenta retenerle el mayor tiempo posible al aparato.
Por EROSKI Consumer 19 de abril de 2004

La asociación de consumidores FACUA ha elaborado una lista de los fraudes y abusos más frecuentes a través de los teléfonos 803, 806 y 807, que han sustituido al antiguo 906.

El servicio se ejerce de forma legal si en el anuncio consta con claridad tanto el número de teléfono como su coste por minuto. Sin embargo, algunas empresas recurren a la confusión y el engaño mediante diversos métodos, como separar las dos primeras cifras del resto de números para dar la impresión de que se trata de un prefijo provincial cualquiera o, simplemente, no informar del coste.

Recientemente se ha aprobado una nueva norma que obliga a informar sobre estos datos al usuario de forma gratuita durante los primeros veinte segundos de la llamada. Aún así, conviene estar alerta cuando se trate de anuncios de números 800 en los siguientes casos:

– Ofertas de trabajo: generalmente son publicadas en las páginas de empleo de los diarios. El teleoperador realiza un largo cuestionario al usuario con el único objetivo de prolongar la llamada. El trabajo ofrecido en realidad no existe.

– Regalos y premios: el usuario recibe una carta, llamada o correo electrónico donde se le informa de que ha ganado un regalo. Para obtener más información, facilitan un número 80x donde se le retiene con un mensaje grabado, se le cita a una presentación comercial o se le hace llegar su regalo, siempre con unos gastos de envío sospechosamente altos o mediante el abono de unos gastos de gestión, etc.

– Videntes: el usuario no es atendido por el vidente del anuncio, sino por un equipo de operadores con una gran habilidad para retener la llamada el mayor tiempo posible.

– Confirmaciones de pedidos: el usuario recibe un correo electrónico de una empresa desconocida donde se le anuncia que se va a cargar en su tarjeta de crédito una compra que, en realidad, no ha realizado. Para subsanar errores, facilita un número 80x donde, habitualmente, se encuentra una grabación que invita al usuario a mantenerse a la espera al encontrarse saturadas las líneas.

– Concursos: cada vez más frecuente en las televisiones. El precio de la llamada aparece en letra pequeña o durante un lapso de tiempo muy breve. Se retiene al usuario con grabaciones muy largas que ha de escuchar antes de dejar el mensaje. Tampoco se informa de la hora límite para participar y puede ocurrir que se acepten llamadas incluso después de haber entregado el premio.

– Líneas eróticas: en el anuncio se presentan como conversaciones en directo aunque, en ocasiones, el usuario se encuentra con una simple grabación.

– Consultorios: presuntos profesionales ofrecen atención médica, psicológica, etc. a través de un 80x. El usuario no tiene forma de comprobar que quien está al otro lado del teléfono es realmente un profesional cualificado.

Independientemente del servicio, llamar a un número de teléfono que comienza por cualquiera de las cifras señaladas tiene un alto coste para quien realiza la llamada, frecuentemente más de un euro por minuto. La empresa que ha contratado el número recibe una parte sustancial de este importe, por lo que siempre intenta mantener al usuario al aparato el mayor tiempo posible.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube